Sánchez ha pedido "tiempo muerto" porque le ataca la derecha, la misma derecha con la que pacta cuando le conviene.
Lo grave de todo esto es que ahora necesitaba reflexionar por lo mismo que le hicieron a otros, dentro y fuera del Gobierno, mientras él consentía despreocupado, pensando probablemente que al PSOE nunca le pasaría. Por eso consintió acosos y lawfare a otros sin inmutarse, incluso participó de algunas de las mentiras que se pusieron en circulación a sabiendas, mentiras que ahora rechaza sobre su esposa y por las que ha necesitado “reflexionar”.
Esto no es más que una cortina de humo con la que dejar atrás los eternos abandonos e incumplimientos democráticos que nunca se quisieron asumir y los recientes fracasos electorales. La esperada subida del independentismo vasco de izquierdas en las recientes elecciones del día 21 y la decisión de pactar otra vez con la derecha nacionalista, contraviniendo su propio discurso de izquierdas, son ahora disyuntivas de difícil encaje. La incógnita de esta legislatura de presupuestos prorrogados, con una izquierda debilitada, son argumentos sobrados para esta penúltima puesta en escena de Sánchez.
Ahora todo pasa a un segundo plano porque el Presidente ha decidido gritar BASTA en la red social X, supuestamente a espaldas de su propio Gobierno y Grupo Político.
A Sánchez nunca le preocupó las mañas de la derecha tramposa mientras las víctimas fueran otros. No hay que olvidar que el Presidente dio entrevistas a periodistas sobradamente conocidos por su implicación en el lawfare, mientras la manipulación mediática se volcaba descarada contra sus socios de gobierno.
Por otra parte, el PSOE pacta con el PP cada vez que puede, ya lo comprobamos con la Ley del Si es Si. La misma reforma de la Ley del Consejo General del Poder Judicial, que sus socios de gobierno pedían para poder desatascar el asunto de la renovación del máximo órgano de los jueces, no se ha producido por la negativa del PSOE, prefiriendo victimizarse ahora en la figura del Presidente, el mismo que consintió -mirando para otro lado- mentiras mediáticas y políticas, así como el acoso de la extrema derecha (durante un año) a la casa de su Vicepresidente y una Ministra con tres hijos. Sin embargo este mismo PSOE deja en el cajón del olvido la prometida derogación de la Ley Mordaza. Y es que ya sabemos que el PSOE sólo es de izquierdas en la oposición...
No descarten tampoco “el gran Pacto de Estado” en el transcurso de la legislatura, siempre sobrevolando amenazante las cabezas de los españoles, que algunos justificarían en base a estos demenciales tiempos de guerra. ¿Se imaginan? Muchos temiendo un pacto de las derechas en el Gobierno de este país, para que finalmente acabase retozando el bipartidismo patrio en la misma cama. El estado de guerra de una Europa lacaya de EE.UU. lo justificaría todo, con apriete de cinturón incluido, para los de abajo claro.
Sánchez finalmente, después de la reflexión, ha decidido que sigue al frente del Gobierno. Y yo me preguntó ¿para este viaje hacía falta tantas alforjas reflexivas…?
Otra cuestión nada menor es el detalle de que durante cinco días todo el futuro de la nación haya estado pendiente de un hilo, o mejor dicho, pendiente del capricho de un señor guapo que habla inglés, pero que sigue demostrando sus incapacidades. Llama la atención que se obre de forma poco democrática sobre decisiones de Estado, las que se toman al calor de reflexiones tan personales sin la participación del resto del Gobierno. No me parece una actitud apropiada para quien ejerce tan altas responsabilidades.
Los que defendemos la democracia y la libertad lo hacemos siempre, no sólo cuando atacan a los nuestros.