martes, 22 de abril de 2025

Estamos a años luz de LA POLÍTICA con mayúsculas, por Paco Vega

 


Estamos a años luz de LA POLÍTICA con mayúsculas, por Paco Vega.

Hace unos años escribía un artículo titulado “La política en dos brochazos”, que terminaba con el siguiente párrafo:

Y en Canarias seguimos ciegos con Coalición Canaria, a quién seguimos dando crédito sin merecerlo. Hace muchos años que a estos aprovechados de la política se les tenía que haber sellado el pasaporte de “no retorno”, pero lamentablemente siguen vendiendo humo y hay quien se lo compre. Un paro galopante, una sanidad en los huesos y ellos empeñados en frenar las renovables, dar cancha al gas y hacer tabla rasa con el territorio, en definitiva hacer negocietes con los amigos, mientras Canarias sigue a la cola de lo bueno y a la cabeza de lo malo. Entretanto los confiados canarios seguimos de romería”.

Poco ha cambiado la cosa desde entonces, con la única diferencia de que, “del freno a las renovables” hemos pasado “al acelerón”, pero entregándolo todo a las grandes eléctricas de ultramar, con un destrozo medioambiental sin precedentes. El Gobierno Canario, los cabildos y los ayuntamientos de todo signo político, han dejado en PAPEL MOJADO todas las normas de protección al territorio, estampando el sello del “interés general” en todos los proyectos en favor de las eléctricas. Las Administraciones Canarias trabajan para:

-Permitir la construcción de grandes parques solares y eólicos en terreno rústico y agrícola, en lo que viene a ser una descarada prostitución del territorio, incompatible con la sostenibilidad medioambiental.

-Abaratar los costes del transporte a las grandes eléctricas, permitiendo gigantescas torres y líneas aéreas de alta tensión para conectar los citados parques, en lugar de EXIGIR el soterramiento de todas las líneas de transporte por las cicatrices preexistentes en el territorio (esto es las carreteras), como si se hace en nuestro archipiélago vecino de Azores. Otras materias a copiar de nuestro vecino macaronésico sería el aprovechamiento de la geotermia. En Azores el 90% de la energía es de origen renovable y PÚBLICA, por lo que además de no contaminar, revierte sus beneficios en la propia comunidad.

-Se destroza el corazón de la isla de Gran Canaria en lo que pretende ser una falsa pila de almacenamiento, con la mega-publicitada CENTRAL CHIRA-SORIA, con la única finalidad de permitir la venta de toda la producción eléctrica renovable generada, pero ni siquiera quisieron cuidar su enclave, un precioso entorno protegido bajo la premisa de LA ECOISLA (un simple eslogan publicitario), en lo que sólo es una escusa para seguir vendiendo a intereses de ultramar nuestro viento y nuestro sol.

A todas estas seguimos arrastrando los eternos problemas de Canarias, una economía gestionada única y exclusivamente en beneficio de los grandes poderes económicos, internos y externos, de los que el pueblo canario sólo es LA MANO DE OBRA BARATA.

Ni el nacionalismo canario de cartón-piedra, ni los partidos estatales con sucursal en Canarias hacen nada por sacarnos de este foso de la precariedad, de los salarios precarios, de la cesta de la compra más cara, así como de una Sanidad y Educación cada vez más precarizadas y privatizadas. El derecho a un techo digno se ha convertido en una utopía inalcanzable para muchos canarios, en favor de una rampante especulación inmobiliaria.

Tenemos probablemente la clase política que nos merecemos, atornillada a sus sillones públicos, sin que les preocupe otro objetivo que mantener o incrementar su beneficio personal, al tiempo que ponen la alfombra roja al Sr. D. Dinero.

La política canaria de grandes sonrisas y de puñaladas cortas, tiene como único objetivo el cortoplacismo, aunque se tengan que cambiar de chaqueta en cada legislatura. Los que hasta ayer se regalaban besos y abrazos ahora se despellejan sin piedad. Los problemas de Canarias y de los canarios importan más bien poco.

Los pertenecientes a los partidos nacionales están a lo que digan sus jefes en Madrid. Lo hemos vuelto a comprobar con los políticos canarios en las filas del PP, con el asunto de la distribución de los menores migrantes de Canarias, aunque esta táctica no es exclusiva de las derechas. En los partidos nacionales el que se mueve no sale en la foto, en los nacionalistas tampoco, a no ser que se les coja con el paso cambiado, como ha sucedido ahora con los de Nueva Canarias. Por cierto,

¿Quién será “la mano que mece la cuna” en el nuevo nacionalismo o municipalismo...?

Los nacionalismos se escoran peligrosamente a la derecha. Ya hemos visto “hacer manitas y algo más” a los de Clavijo con los del “Sr. Obascal”, hasta el punto de ponerles la alfombra roja en tres ayuntamientos canarios. Los que hasta hace dos días se hacían llamar “progresistas” se diluyen como un azucarillo...

La desilusión, la resignación y por tanto la abstención crecen, al tiempo que la manipulación y la mentira. Todo ello en beneficio de todas las derechas.

Qué envidia del nacionalismo vasco y catalán.

Estamos a años luz de LA POLÍTICA con mayúsculas



martes, 8 de abril de 2025

El riesgo de opinar, por Paco Vega

 



El riesgo de opinar, por Paco Vega

Salvando las distancias con el título del libro “El riesgo de opinar. Apuestas por la izquierda”, del profesor y político José Antonio Pérez Tapias (de quien “tengo el honor” de haber sido bloqueado en redes sociales), coincido en que el riesgo de opinar está precisamente en la exposición pública de nuestra visión de los problemas comunes o las políticas públicas, pero principalmente en la posibilidad de verse uno atrapado en su propio desmentido, como le ha sucedido a este que les habla en más de una ocasión, o simplemente quedar expuesto a la refutación de otros.

Por tal motivo es fácil ver en redes sociales a mucho intelectual de salón y pijama que, apenas mete la puntita, es decir -y que nadie me malinterprete- que realiza pequeños comentarios, normalmente ambiguos o irónicos -aunque sobrados de arrogancia- sobre los más variados temas; sin entrar nunca en la profundidad de los asuntos y por tanto a la exposición pública o a la posible refutación antes mencionada. Otros se dedican a mantener encendidos debates políticos cuasi privados en muros ajenos, mientras mantienen el propio blanco e impoluto de falsa neutralidad. Toda postura es respetable, faltaría más, aunque reconozco que la de la arrogancia vacua de algunos me supera, seguramente por las razones antes expuestas.

De acuerdo con el consultorio ético de la Fundación García Márquez, “la opinión se ha convertido en una lucha casi desesperada, no sólo para sobrevivir, sino por conservar un margen suficiente de libertad que nos permita mantener movilizada y crítica a una sociedad a la cual se le pretende liquidar el derecho a estar informada”. Al hilo de esto último, quiero destacar lo difícil que es escapar a la manipulación masiva de los grandes prebostes de la comunicación.

No hace mucho me preguntaron el por qué de la exposición pública con mis artículos de opinión a cambio de nada, es decir, sin nada que ganar y mucho que perder… Sinceramente no supe qué responder, porque pensar que sólo merece la pena arriesgar cuando hay algo personal que ganar es realmente descorazonador. Aún reconociendo que soy un “marciano”, soy plenamente consciente de que mis reflexiones portan una gran dosis de ingenuidad, pero muy mal le iría al mundo si todos nos moviésemos única y exclusivamente por interés personal. Para creer en unas políticas públicas volcadas en lo común, en el más amplio sentido de la palabra, y no en favor los grandes monstruos de la economía capitalista, hay que tener cierta dosis de ingenuidad, es cierto, pero me gusta pensar que no todo está perdido. Es lo único que nos queda antes de entrar en una sociedad tremendamente cainita, donde cada uno va a lo suyo con egoísmo depredador.

No siempre he sido tan “temerario”, pero la experiencia, los años y las lecturas, te van armando de “anclajes docentes” (permítanme el atrevimiento), que lógicamente no tenía en mi lejana juventud. Ya entrado en los sesenta me permito ciertas libertades, especialmente al constatar el penoso nivel de los que campan por sus respetos al frente de las Administraciones Públicas canarias.

Y no es que los problemas sean de difícil solución, pero son asuntos que, por alguna extraña razón se eternizan, como los atascos de cada día en la carretera del Sur de Gran Canaria, por poner sólo un ejemplo. La fragilidad de nuestro archipiélago cobra una especial dimensión por el patente abandono en el que se encuentra. Cada problema cobra una dimensión especial por ser Canarias un territorio fragmentado y limitado, muy alejado de la capital administrativa del Estado. Fuera de Canarias realmente no importamos a nadie. Hay mil ejemplos que lo demuestran, pero actualmente lo estamos viviendo con el asunto de los menores inmigrantes no acompañados. Cuando trescientos mil ucranianos no tuvieron problemas para acomodarse por todas las comunidades autónomas, también en Canarias, a donde vinieron nueve mil. Ahora, por racismo y aporofobia las mismas Comunidades Autónomas, miran para otro lado y dicen “a otro perro con ese hueso”… Hasta el Gobierno de España podría haber hecho algo más, como ha hecho con los ucranianos, pero para Canarias todo son pegas…

Ahora los nuevos nacionalismos dicen que quieren estar en Madrid. ¿Para qué…? O acaso no los hemos tenido por años y de nada ha servido. Los canarios, nacionalistas o no, se ven obligados a elegir entre el sillón y Canarias. Y eligen siempre lo primero. En fin, que me voy del tema...

El hecho de que la mediocridad sea tan abundante entre la clase política, como la mala hierba, es motivo suficiente para que los que tenemos algo que decir lo expongamos al escrutinio público, sin recato.

Si tuviésemos una clase política de nivel, los escribidores de andar por casa no tendríamos la temeridad y el riesgo de opinar.