martes, 30 de octubre de 2012

Susan George:




"Los españoles son ratas de laboratorio: a ver cuánto castigo toleran sin rebelarse"



La filósofa avisa que «lo importante no es el coche oficial de los políticos, sino que el Estado gobierne para el mercado»


PACO CERDÀ VALENCIA

Decir de Susan George que es una activista y pensadora es empequeñecer la figura de esta combativa estadounidense de 78 años afincada en Paris. Ejerce como presidenta de honor de ATTAC, la Asociación para la Tasación de las Transacciones Financieras y la Ayuda a la Ciudadanía. Y su ensayo El Informe Lugano, en el que imagina un terrorífico escenario ecológico, económico, laboral y social hacia el que abocaba el capitalismo del siglo XXI constituye una biblia para los movimientos sociales y el anticapitalismo. Anteanoche, George inauguró en Valencia el IV Máster en Derechos Humanos, Democracia y Justicia Internacional de la UV. Aquí comienza con una alerta: «La democracia está en peligro» ante «el ataque de «la clase de Davos: una clase transnacional desvinculada de la suerte del resto de la sociedad y compuesta por las altas finanzas, las empresas transnacionales y algunos gobiernos que consideran que la democracia es demasiado lenta».
Usted denuncia el «austericidio» de Europa.
Es que la actual política de austeridad, en particular en Grecia y España, es inaceptable. Es inaceptable que la mitad de jóvenes españoles no tenga trabajo. ¿Para quién se gobierna? Porque ésa es la gran cuestión en democracia. Las constituciones de Estados Unidos, Francia —y me imagino que también la de España— subrayan que el pueblo es soberano. Pero con este principio de austeridad aprobado por Europa, ¿se gobierna para la gente o para los mercados financieros?
Cree entonces que el pueblo ya no es soberano…
El pueblo está deviniendo cada vez menos soberano. Y con el Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza de la UE se está robando no sólo el poder a los ciudadanos, sino también a los representantes de los ciudadanos. Por tanto, ni tenemos democracia directa, ni democracia representativa.
Pero apenas reaccionamos…
Está el frente de los indignados y algunos huelguistas. Pero la última huelga en España no ha tenido éxito. Y pienso que es porque la gente tiene miedo de perder su trabajo. Yo comprendo ese miedo, porque el miedo es la disciplina de una sociedad capitalista, que usa el miedo individual para disciplinar y calmar la población con el objetivo de que acepte lo que le digan. De hecho, creo que los griegos y los españoles son como ratas de laboratorio para ver qué nivel de castigo y sufrimiento puede ser aceptado por esta sociedad sin que la gente se rebele. Eso puede alentar al fascismo.
¿Considera que la extrema derecha saldrá reforzada?
Es el paradigma clásico que ya vimos en los años 20 y 30: el poder de la extrema derecha. Pienso que es normal. ¿Hacia dónde se volverán las personas sin formación? Mirarán al vecino, al inmigrante que tienen al lado… Desgraciadamente, es una reacción que ya hemos visto y para la que hemos de estar preparados.
Con la crisis, la población española ha redoblado sus críticas contra los sueldos y privilegios de los políticos. ¿Eso es desviar la atención de lo importante?
¡Pero si son los banqueros a los que deberían criticar! La actual crisis es la continuación de lo que ocurrió en 2007 y 2008 por culpa de los banqueros y, en España, de la burbuja inmobiliaria, que al final también era culpa de los bancos por dar préstamos imprudentes y alimentar esta burbuja. Sin embargo, cuando estalló la burbuja, fue el Estado el que asumió la deuda privada. La deuda pública de España era muy moderada cuando estalló la crisis. Sin déficit y con el 50 % de deuda pública, cuando se permitía tener hasta el 60 %. ¡Estabais perfectos, mejor que Alemania! Pero el Estado cargó con la deuda de los bancos. Y ha gastado muchísimo dinero para capitalizar y salvar los mismos bancos que habían causado el problema. Por eso la deuda pública aumentó muy rápidamente. Es una respuesta muy larga a la pregunta, pero no es el coche oficial de los políticos lo importante, sino que el Estado gobierna para los mercados financieros y no para el pueblo. Se ha castigado a los inocentes y los culpables han sido recompensados.
¿Y, ante ello, qué pueden hacer los ciudadanos españoles?
Unirse. Unirse los estudiantes, los parados, los jubilados, los trabajadores, los sindicalistas, los agricultores… Todo el mundo ha de unirse contra esta realidad. Porque la clase de Davos, que es la que gobierna por ellos, está muy unida.
En Pakistán, una niña que quería estudiar ha sido víctima de un atentado que casi le arranca la vida. ¿El mundo está loco?
No, el mundo no está loco. El mundo musulmán de los talibanes es sexista, machista y tiene un miedo terrible a la mujer, a la sexualidad de la mujer y al poder de la mujer. Y cuando ellos tienen el poder, lo utilizan para oprimir a las mujeres. Puede llamársele locura, pero responde al interés de los hombres por coartar la sexualidad femenina.
Si Karl Marx resucitara y viera esta Europa, ¿qué pensaría?
Él pensaría que la guerra de clases está acabando y que los ricos la están ganando. De eso trata mi próximo libro, que publicará Planeta en España en febrero y que se titulará El Informe Lugano 2. Cómo ganar la guerra de clases. El subtítulo procede de una frase de Warren Buffet, la tercera fortuna del mundo, que escribió: «Hay una guerra de clases, pero es mi clase, la de los ricos, la que está haciendo la guerra, y la estamos ganando».
Es  cierto.
¡Claro! Y por eso hay que unirse y no dejarse perder. Porque en juego está la democracia y todo lo que hemos hecho desde el siglo XVIII. Todo aquello que los europeos hemos hecho desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Todo lo que los españoles han hecho desde el final del franquismo.

Publicado en LA PROVINCIA/Diario de Las Palmas, el 23 de octubre de 2012

LAS CIGARRAS Y LAS HORMIGAS
Por Antonio Morales Méndez, Alcalde de Agüimes.

Por lo que se ve, el Comité Nobel Noruego no ha estado demasiado fino en los últimos años al elegir a muchos de los galardonados con el Nobel de la Paz. A los nombres de Kissinger (casi nada el pacifista), Obama o Martti Ahtisaari se suma ahora, sorpresivamente, el de la Unión Europea. Para el jurado “el avance de la paz y la reconciliación en el continente”, el “fomento de la fraternidad entre naciones” y la consolidación de “la democracia y los derechos humanos” son argumentos suficientes para su decisión. “Convertir un continente de guerra en un continente de paz” parece ser la tesis principal de esta farsa en la que anda sumido el Viejo Continente. Para muchos analistas el premio está llamado a ser un “impulso moral” a un proyecto de unidad europea que, entiendo, existe solo en los papeles, que hace aguas por todas partes y que, abrazado al neoliberalismo político y económico, subordina, poco a poco, la democracia y la soberanía de la política y los estados al poder de los grandes lobbys económicos.

Bien sabía León Felipe que “los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos, que el llanto del hombre lo taponan con cuentos”, pero a veces no somos capaces de intuir hasta cuando nos van a seguir “meciendo con cuentos” como éste que se acaban de inventar para premiar a un continente que abre brechas cada vez más enormes entre sus ciudadanos; que lleva a la exclusión y a la pobreza a millones de personas; que debilita el Estado de bienestar hasta sus últimas consecuencias; que aparta como apestados a los pobres de otros pueblos que tocan a sus puertas; que no tiene ningún pudor en apoyar, en beneficio de su balanza comercial a sátrapas en África y otros continentes; que con el cuento de la defensa de la democracia participa o apoya todas las guerras que se le ponen a tiro, en un cambio de peones interesado, en lugares como Irak, Libia, Siria, etc...; que sigue siendo uno de los mayores exportadores de las armas que serán utilizadas por tiranos para sojuzgar a sus pueblos y que somete hasta la extenuación más humillante a un grupo de países a los que señala como “pigs”.

Sería injusto cerrar los ojos y no reconocer los avances democráticos y sociales que se dieron hasta hace muy poco en Europa, pero la realidad hoy es que el deterioro y el retroceso en lo alcanzado y la implantación de una especie de guerra fría ultraliberal que destruye el ideal de equidad, igualdad y solidaridad es patente y notorio. Los rancios tics de los totalitarismos excluyentes, que han expuesto lo peor de si mismos en el pasado siglo, se vuelven a hacer realidad en la escenificación del poderío estructural del norte (los trabajadores) que gira en torno a Alemania, con el apoyo de países como Holanda o Austria, frente a los países del sur (los gandules y ociosos). La vieja fábula de la cigarra y la hormiga caricaturizada hasta la extenuación por los que no han renunciado nunca a imponer un colonialismo interior, muchas veces con terribles consecuencias. Y eso que la OCDE ha dejado expresamente claro que los países del sur de Europa trabajan más que las naciones ricas del norte y que España tiene 227 horas más de jornada laboral que Alemania.

Georges Soros expresaba hace muy poco su temor a que se conforme un nuevo imperio alemán en el seno de Europa. No son pocos los que hablan de un cuarto Reich como continuidad al Sacro Imperio Romano Germánico que aguantó desde la Edad Media hasta los inicios de la Edad Contemporánea, al Imperio Alemán o Segundo Reich que duró desde 1871 a 1918 y que desencadenó la Primera Guerra Mundial y al Tercer Reich de la Alemania nazi que provocó una Segunda Guerra Mundial atroz y sembró el continente de millones de muertos. Como señala Rafael Poch en La Vanguardia, la principal revista institucional alemana en el ámbito de las relaciones internacionales afirmaba recientemente que la UE es puramente teórica y que “ningún país puede ser salvado si Alemania no da su visto bueno”. Es la misma filosofía que la expresada por el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble: “es la segunda oportunidad histórica de Alemania”. No son pocos los medios de comunicación teutones que presumen continuamente de que Europa ahora habla alemán. Según The Guardian, “Berlín es ahora la capital de la UE, el lugar donde se toman las decisiones cruciales”. Habermas le ha dado un repaso también hace unos días señalando sus ansias de poder.

El país al que se integró noblemente después de haber propiciado la guerra más terrible de los últimos siglos; al que se ayudó generosamente a superar sus déficits estructurales tras la unificación, a principios de los años noventa; al que se perdonaron los mayores incumplimientos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (19 vulneraciones Italia, 15 Alemania y Austria y 14 Francia y Bélgica, hasta hace muy poco), nos somete ahora a una política de rigor y austeridad sangrante en favor propio y de sus bancos. Todo se ha diseñado para su beneficio: los recortes y ajustes para el pago de una deuda privada solo benefician a sus entidades financieras (mientras a sus cajas, en peores condiciones que las españolas, no hay quién las examine porque se opone el Bundesbank). No pasa un día sin que la canciller presuma del “austericidio”, como lo llama Susan George, al que nos tiene subyugados. Ella sola decide si hay que nombrar y cuando a un supervisor único; impone el ritmo a seguir en el avance hacia la unión fiscal europea y en designar a un supercomisario que pueda vetar los presupuestos nacionales; frena o acelera a su conveniencia para imponer un nuevo tratado; hace lo propio con la Unión Bancaria; se pasea por los países “colonizados” como Grecia y España para escenificar su poder sobre si el rescate si o el rescate no y las exigencias de ajustes; impide que España consiga el rescate directo a la banca; castiga a Inglaterra impidiendo la fusión de EADS con BAE; impide la compra de deuda por el BCE para engordar sus arcas con intereses usureros; antepone el interés por reconducir el proceso electoral en su país al interés general europeo; su Tribunal Constitucional (celoso de su independencia al igual que el de España con la modificación de la Constitución para perpetuar el déficit cero, permítaseme la ironía), ha impuesto la supervisión del Mecanismo Europeo de Intervención (MEDE) antes de que tome ninguna decisión, etc...

Probablemente Europa no deja de ser una buena idea. No voy a cuestionar el ideario de construir un continente próspero, solidario y socialmente justo. Pero no así. Un país con vocación imperialista no se puede imponer a los demás. No se puede sustituir la legitimidad democrática por un entramado tecnocrático. Alguien tiene que poner fin al sometimiento de los países que la componen, al empobrecimiento de su ciudadanía, a los millones de parados, a los millones de excluidos… A la pérdida de derechos y libertades. A la desesperanza y al miedo. A la desazón ciudadana que lleva al mancillamiento de la política, al rechazo a los políticos y a la estigmatización de las instituciones, mientras los grandes poderes económicos salen de rositas. Como decía recientemente Julián Ariza, Rajoy no puede seguir siendo el botones de Merkel. Los países del sur deberían unirse, formar una entente, para evitar este vasallaje. O romper. O negarse a pagar la deuda como hicieron los alemanes en 1933. O revelarse los ciudadanos (Hans Magnus Enzensberger escribía recientemente que “la indiferencia con que los habitantes de nuestro pequeño continente aceptan que se les despoje de su poder político produce escalofríos”). Todo menos la aceptación sumisa que cuestiona la democracia y la justicia social. Porque como decía hace muy poco en El País el historiador Kevin O´Rourke, la historia “esta vez nos recuerda que estamos jugando con fuego”.

domingo, 28 de octubre de 2012

¿SUICIDIO O ASESINATO? (Por Enrique Bethencourt)

Desgraciadamente, este post recobra toda la actualidad. ‘¿Suicidio o asesinato?’

Si un preso que está en una cárcel sometido a las más crueles torturas, que lo destruyen física y psicológicamente, decide acabar con su vida, ¿es suicidio o asesinato?
Si un adolescente machacado por sus compañeros de clase, humillado todos los días, destruida pedacito a pedacito su autoestima, opta por no sufrir más y decide quitarse de en medio, ¿se suicida o es asesinado?
Si una mujer sometida a violaciones y brutales palizas en su hogar o víctima de organizaciones mafiosas de prostitución que le impiden cualquier movimiento, que laconvierten en una moderna esclava, decide no estar ni un minuto más en ese infierno, ¿es suicidio o asesinato?

La Central Hidroeléctrica de El Hierro, un referente internacional

"Más de 600 millones de personas viven en islas y podrían verse beneficiadas por la aplicación de este sistema", expresa uno de los reportajes.

Diversos medios de comunicación internacionales se han hecho eco durante estos meses de la próxima puesta en marcha de la Central Hidroeólica de El Hierro, un proyecto que permitirá el autoabastecimiento energético de la isla y al que estos medios aluden como "uno de los más importantes del mundo".

Seguir leyendo en: http://www.canariasahora.com/noticia/239280/

CONCIERTO DE BRAULIO EN EL PÉREZ GALDÓS


La pasada noche (sábado 27 de octubre de 2012), en el Teatro Pérez Galdós de la capital Gran Canaria se celebró un concierto muy esperado por todos los admiradores y seguidores de la carrera musical de este grancanario, que presume de ello allá por donde va.

El magnífico recinto del Pérez Galdós abarrotado antes del comienzo del concierto ya auguraba una actuación memorable del incombustible Braulio, que comenzó puntualmente su actuación y que se alargó por más de dos horas entre el reconocimientos del público, que aplaudiendo en pié agradeció su actuación y le obligó a interpretar varias canciones más, las dos últimas acompañado únicamente del pianista, lo que evidenció unas envidiables cualidades vocales e interpretativas del artista, sobre todo después de dos horas de concierto.

Todo salió a pedir de boca. Empezando por destacar la actuación de los músicos que me pareció excepcional, haciendo gala de una profesionalidad, coordinación y compenetración perfecta con el artista. A resaltar -si es que algo puede destacar de una interpretación memorable- la actuación del baterista y percusionista respectivamente, ambos de nacionalidad cubana, trabajo del que tuve una privilegiada visión desde mi asiento en el teatro durante todo espectáculo.

De la actuación de Braulio qué voy a decir, simplemente genial, al margen de sus dotes vocales e interpretativas que son de sobra conocidas, sólo decir que es un cantante de los que nunca defraudan. Su inteligente forma de conducir el espectáculo, intercalando divertidos monólogos y anécdotas que hicieron muy cortas las dos horas y pico que duró el concierto, e hicieron que el público se divirtiera a la vez que disfrutaban de su música y canciones. Los monólogos y simpáticas anécdotas personales que Braulio incorpora al espectáculo van desde su infancia y juventud, vividos en su pueblo natal (Santa María de Guía), hasta las vicisitudes vividas durante su larga trayectoria profesional por todo el mundo. Muchas de estas historias las cuenta también en el libro escrito por el propio Braulio y titulado “AnéSdotas y relatos” prologado por el escritor, también grancanario y guiense, Santiago Gil, del que se vendieron ejemplares firmados por el artista al final del espectáculo, en unión con el Cd de su último trabajo.

Entre las canciones de su último trabajo titulado “Boleros con los que me enamoré, intercaló muchos de sus éxitos como Patria Canaria, En la cárcel de tu piel, etc. Del nuevo trabajo presentado destacar las canciones Un compromiso, Soy lo prohibido, Escríbeme, Alma con alma, etc., en fin, un trabajo muy completo que no deben perderse los aficionados a la buena música y especialmente a los boleros. Música para bailar muy pegados, o simplemente para escuchar relajadamente en buena compañía.

Un espectáculo y un trabajo que recomiendo encarecidamente a los amantes de la buena música.


Maesto Pancho.-