lunes, 7 de enero de 2013

A ANDRÉS CORUÑA: por Alfredo Ayala

Las dinastías en la Lucha Canaria son muchas. Entre otras “Los Chavales”, “Los Barranqueras”, “Los Calabazas” “Los Rojas”,“Los Molinas” y, cómo no, “Los Coruñas”, un apellido legendario de amplio recorrido en nuestro vernáculo deporte. Hace unos días, falleció Andrés, deportista completo, destacado, que dio gloria y prestigio a las islas logrando títulos nacionales a nivel individual o por equipos… Andrés, tenía mi edad en el momento de su fallecimiento. Por mi vinculación a la lucha canaria tengo amistad con sus hermanos Antonio y Juan. Sin embargo, el trato distinguido, afectivo siempre lo tuve con Andrés… 

Hice la mili como voluntario en el cuerpo de aviación en los cuarteles situados junto a la “Gota de Leche” y frente mismo a la Casa del Marino. Era capitán por ese entonces (inicio de los 60) Telo Nuñez, un hombre que lo dio todo por el Judo y la Gimnasia. Allí, en la mili, El Capitán Telo “ojeaba” a los soldados buscando su lado deportivo y su inclinación por alguna de las modalidades por las que él se desvivía. A sus deportistas los citaba en el Gimnasio situado en la Casa Ford…Y claro, Andrés Coruña fue uno de ellos… Andrés, nació fuera de la portá, en el barrio del “Boñigal”, en la Vega de San José. Notables luchadores dio a la lucha canaria en este rincón de Gran Canaria como es el caso de Hermenegildo Ramírez “Brazo de Hierro”… En esa época, la Federación de Luchas tenía dependencia de Madrid y en mi casa estaba la Delegación de la Federación de Las Palmas… Luis Doreste Silva era el Presidente y mi padre, Antonio Ayala, era el Secretario… Por ese entonces el Judo irrumpía con fuerza en las islas y muchos luchadores isleños fueron tentados por esta nueva disciplina… El Judo, venía de fuera y, como siempre, el isleño por todo cuanto llega de otra latitud se siente imantado… Cierto es que en esos años era tentadora la posibilidad de ir escalando cinturones y colgar entre los trofeos algunas medallas y reconocimientos… La lucha seguía primitiva, un cercado para entrenar, un bidón para refrescarse y unos pantalones de lucha que se pasaban unos a otros… Campeón, en Lucha Canaria, era el que por aclamación popular resultaba elegido por el público…El Judo, ofrecía distinción: duchas, vestuarios, gimnasio… Incluso, había quien practicaba las dos modalidades…Y Andrés, así lo hizo. Flaco, fuerte y flexible, con poco más de 60 kilos brilló en la Lucha Canaria desde que se inició en el decano de los Clubes el “Adargoma”, donde recibió enseñanza de su tío Carmelo y del espigado Paco González, dos sabedores de la lucha…Por su peso, en Lucha era de la cola de aquella tremenda fila india adargomista: Hermenegildo, Manuel Suárez “Manolín”, Lito, Pollo de la Plaza, “ Los Gemelos”, El Palmero, Camurrita, Mendoza, Emilin, Bartolo,.. Con el tiempo, Andrés habilidoso, de técnica depurada, indiscutible nobleza, eléctrico en sus intervenciones, no solo derrotaba a los iguales, también se le atragantaba a los más grandes… Pero fue en el Judo, entre iguales de peso, donde puso el listón alto consiguiendo títulos y prestigio en brillantes finales de donde salió airoso… Al poco, escasamente dos semanas después de su debut en Judo, participó en los Campeonatos de España logrando el título Nacional por equipos, gesta repetida en otras seis ocasiones… 


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