Las patéticas confesiones de un presidente sin credibilidad, confirman que la política es un vodevil protagonizado por los malabaristas del cinismo; magos capaces de sacar cualquier cosa de una chistera imaginaria; y todo por seguir ahí, representando un falso liderazgo. Algunos obedientes interpretan su papel y leen el guión sin pestañear; otros se desmarcan, improvisando con descaro; muchos discrepan de la linea oficial. Pero todos viven a la sombra de una mayoría absoluta fortalecida por la ausencia de alternativas creíbles.
Y no pasa nada. La realidad camina por otros derroteros, mientras va escribiendo el perfecto drama social, aunque muchos no lo quieran ver, para salvarse cada uno como pueda, huir del banco, dejar de pagar la cuota de la comunidad, del club, acostumbrarse a las nuevas condiciones de vida. Ya somos menos los que accedemos al crédito y cada vez estamos más endeudados, más entrampados en esta miseria de mantenerse a flote agarrados a un salvavidas pinchado.
Y no pasa nada, porque aquí se trata de que sí yo no tengo hipoteca, ese problema de los desahucios no es el mío. Se trata de que sí tengo contrato y cobro mi nómina, tampoco me molestan los eres, los concursos de acreedores ni toda esa gente parada. Se trata de que sí me voy de vacaciones con mi familia, pues tampoco me voy a preocupar por los excluidos ni por los niños que pasan hambre.
Eso si, también te digo que yo apoyo al 15-M y todas sus propuestas, y estoy harto de la corrupción, no creo en los políticos, y ya seguimos hablando otro día, que ahora tengo una comida, mañana salgo de viaje, a mis hijos los he colocado en un campamento de verano carísimo, parece mentira que sigan cobrando esos precios, con la crisis que hay, pero hombre, no se dan cuenta, esto no puede seguir así, a este paso tendremos que salir a la calle, este país no funciona, la democracia esta agotada, hay que cambiar el sistema, quitarle el poder a los que mandan de verdad, a los mercados financieros, a la Merkel y al FMI; por cierto que he conseguido un hotel de lujo, nos vamos de escapada, a desconectar que no queremos saber ni oír nada más de desgracias, a ver si empiezan ya la revolución y acaban de una vez con tanta mamadera, y no te olvides de llamarme si sabes de alguien que quiera comprarme el apartamento, lo hemos bajado de precio y no hay manera, no como los de la primera fase, que les ganamos el triple de lo que nos costó sin mover una piedra, sobre plano, y encima los bolivianos ya se fueron, a ver quien nos arregla las cosas ahora, hasta para la limpieza cuesta conseguir a alguien de confianza. Yo no entiendo como es posible que no salga un partido político que arregle este desastre, yo los votaría, pero claro, a los de siempre no les interesa porque les cerrarían el chiringuito, a ellos y a sus amigos empresarios, ya esta bien, falta más solidaridad, y más pensar en el bien común, y sanidad, y educación, y justicia de verdad, me voy a la tienda de exquisiteces que hay una degustación de platos de autor, autentica cocina de fusión, y nada, a ver como vamos escapando, seguro que ya falta menos para la revolución, que me avisen cuando empiece.
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