La energía solar es limpia, local, genera mucho empleo, es fácil y rápida de instalar, simple de mantener... pero es cara. Ese era el mantra al que los impulsores de la energía solar se han tenido que enfrentar a lo largo de los años, y parecía que había que resignarse a mantener la dependencia de fuentes de energía más sucias, pero aparentemente más baratas. La tecnología solar fotovoltaica lleva mucho tiempo disponible, pero necesitaba apoyo público para comercializarse. Y las primas han sido el sistema de apoyo más eficiente.
Sin embargo, la energía solar está recorriendo su curva de aprendizaje mucho más rápido de lo que nadie había previsto. Y en consecuencia, las nuevas plantas solares cada vez han necesitado menos apoyo. Hoy un panel solar cuesta del orden del 80% menos que hace solo cinco años para dar la misma energía. Y se prevé que los costes sigan bajando en otro 50% hasta 2020.
Pero ya no tenemos que esperar más para conseguir energía solar por menos de lo que cuestan las energías sucias. La energía solar ha alcanzado ya una meta histórica: a finales del año pasado, por primera vez, se conectó a la red una central solar que vende su electricidad al precio de mercado, esto es, obteniendo la misma remuneración que cualquier central eléctrica convencional. Sin subvenciones, sin primas.
La planta en cuestión, desarrollada por la empresa Enerpro, está en la provincia de Sevilla, en una finca de 6 hectáreas. Con estructuras que siguen el sol en un eje, ya tiene un megavatio conectado a la red, y este año se seguirán construyendo las restantes fases hasta completar los 2,5 MW del proyecto. La empresa planea conectar 12 MW en distintas plantas este año, y empezar con grandes plantas de 300 MW el año que viene. Todo ello a precios de “pool”, es decir, vendiendo la electricidad en el mercado eléctrico mayorista, como hacen el resto de productores de electricidad convencionales, ya que según la empresa, el coste total de la electricidad que van a producir, incluyendo la inversión y la operación y mantenimiento, es el más bajo de todo ese mercado.
Enerpro ha sido la primera, pero no es la única. El año pasado, Red Eléctrica de España había recibido cerca de 200 peticiones para conectar a la red más de 40.000 MW de plantas fotovoltaicas. La barrera para conectarlas ya no es económica sino administrativa, ya que quienes invierten en ellas consideran que la electricidad que producirán puede competir en el mercado y ser rentable sin apoyo ninguno.
¿Cómo hay que interpretar esta nueva realidad? Desde luego, no como está haciendo el Gobierno, recortando retroactivamente los apoyos a quienes invirtieron en plantas solares en años pasados, cuando la tecnología era más cara y los apoyos eran necesarios. Gracias a quienes invirtieron en la energía solar en esas condiciones, y gracias al sistema de apoyo que costeamos entre todos, hemos llegado a tener energía solar competitiva en tan poco tiempo.
Para valorar lo que esto significa hay que ver las cifras en su contexto. 2013 terminó con 4.681 MW de potencia solar fotovoltaica instalada en España, que suministraron el 3,2% de la demanda eléctrica. Si todas las plantas solares que han pedido conectarse lo lograsen, podríamos esperar que la electricidad solar fotovoltaica disponible se multiplicase por diez, lo que equivaldría a casi un tercio de la demanda total. Si tenemos en cuenta que las renovables ya suministraron el año pasado un 42,4% de la demanda eléctrica peninsular, está claro que alcanzar un sistema eléctrico limpio y renovable está al alcance de la mano.
Si lo que se cuestiona es la viabilidad técnica, la respuesta también nos la da la realidad: el sistema eléctrico español ha sido capaz de integrar ya hasta un 67% de electricidad de fuentes variables, como pudimos comprobar con el récord eólico alcanzado el día de Navidad, algo impensable hace bien poco, y todo ello sin apagones ni nada parecido.
Esto solo lo pueden parar oscuros intereses. Pero esos intereses existen y son muy fuertes, tanto en las grandes eléctricas como en el Gobierno español.
José Luis García Ortega, Responsable del Área de Investigación e Incidencia y del Área de Cambio Climático y Energía
Pero ya no tenemos que esperar más para conseguir energía solar por menos de lo que cuestan las energías sucias. La energía solar ha alcanzado ya una meta histórica: a finales del año pasado, por primera vez, se conectó a la red una central solar que vende su electricidad al precio de mercado, esto es, obteniendo la misma remuneración que cualquier central eléctrica convencional. Sin subvenciones, sin primas.
La planta en cuestión, desarrollada por la empresa Enerpro, está en la provincia de Sevilla, en una finca de 6 hectáreas. Con estructuras que siguen el sol en un eje, ya tiene un megavatio conectado a la red, y este año se seguirán construyendo las restantes fases hasta completar los 2,5 MW del proyecto. La empresa planea conectar 12 MW en distintas plantas este año, y empezar con grandes plantas de 300 MW el año que viene. Todo ello a precios de “pool”, es decir, vendiendo la electricidad en el mercado eléctrico mayorista, como hacen el resto de productores de electricidad convencionales, ya que según la empresa, el coste total de la electricidad que van a producir, incluyendo la inversión y la operación y mantenimiento, es el más bajo de todo ese mercado.
Enerpro ha sido la primera, pero no es la única. El año pasado, Red Eléctrica de España había recibido cerca de 200 peticiones para conectar a la red más de 40.000 MW de plantas fotovoltaicas. La barrera para conectarlas ya no es económica sino administrativa, ya que quienes invierten en ellas consideran que la electricidad que producirán puede competir en el mercado y ser rentable sin apoyo ninguno.
¿Cómo hay que interpretar esta nueva realidad? Desde luego, no como está haciendo el Gobierno, recortando retroactivamente los apoyos a quienes invirtieron en plantas solares en años pasados, cuando la tecnología era más cara y los apoyos eran necesarios. Gracias a quienes invirtieron en la energía solar en esas condiciones, y gracias al sistema de apoyo que costeamos entre todos, hemos llegado a tener energía solar competitiva en tan poco tiempo.
Para valorar lo que esto significa hay que ver las cifras en su contexto. 2013 terminó con 4.681 MW de potencia solar fotovoltaica instalada en España, que suministraron el 3,2% de la demanda eléctrica. Si todas las plantas solares que han pedido conectarse lo lograsen, podríamos esperar que la electricidad solar fotovoltaica disponible se multiplicase por diez, lo que equivaldría a casi un tercio de la demanda total. Si tenemos en cuenta que las renovables ya suministraron el año pasado un 42,4% de la demanda eléctrica peninsular, está claro que alcanzar un sistema eléctrico limpio y renovable está al alcance de la mano.
Si lo que se cuestiona es la viabilidad técnica, la respuesta también nos la da la realidad: el sistema eléctrico español ha sido capaz de integrar ya hasta un 67% de electricidad de fuentes variables, como pudimos comprobar con el récord eólico alcanzado el día de Navidad, algo impensable hace bien poco, y todo ello sin apagones ni nada parecido.
Esto solo lo pueden parar oscuros intereses. Pero esos intereses existen y son muy fuertes, tanto en las grandes eléctricas como en el Gobierno español.
José Luis García Ortega, Responsable del Área de Investigación e Incidencia y del Área de Cambio Climático y Energía
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