Quizás sea la noticia más grata que he subido a este modesto blog desde su creación, no tanto por la persona, que también, sino por lo que este hecho va a representar para la isla que me vio nacer. Para el que no le conozca aún le invito a leer su discurso de toma de posesión cargado de contenido y de sentimiento. Les dejo un párrafo del mismo a modo de aperitivo:
Hablo de secuestro de la democracia por todo ello y también porque en estos últimos años asistimos con más claridad que nunca a la sustitución del poder político por el poder económico, a la subordinación de los representantes políticos a la voluntad de las grandes entidades financieras y las multinacionales. Ya no se gobierna con miras al interés del ciudadano, sino con miras al interés del poder económico, que dispone de los medios necesarios para doblegar la voluntad de los representantes del pueblo cuando no para comprarla.
DISCURSO ÍNTEGRO
DISCURSO
TOMA DE POSESIÓN CABILDO.
Señoras
y señores miembros de la Corporación, señoras y señores
alcaldesas y alcaldes, distinguidas autoridades, amigos y amigas…
En las elecciones
celebradas el pasado 24 de mayo, la ciudadanía grancanaria votó
mayoritariamente la lista de Nueva Canarias, otorgándome, al ser la
persona que la encabezó y en aplicación de nuestro ordenamiento
jurídico, el inmenso honor de ser nombrado presidente del
Excelentísimo Cabildo de Gran Canaria.
Quiero
ante todo manifestar a quienes nos han apoyado mi agradecimiento y el
de cuantos integran dicha lista por la confianza que han depositado
en nosotros para asumir la responsabilidad de gobernar esta
institución, pero también a la ciudadanía que ha trabajado durante
la campaña electoral para transmitir al conjunto de la población el
mensaje y las convicciones que se desprenden de nuestro programa
político.
Entiendo
que esa confianza va dirigida, como les decía, a las personas que
integramos la lista que resultó ser la más votada, pero también a
una corriente de cambio profundo que da lugar a una mayoría holgada
de progreso en la Isla de Gran Canaria, que significa una referencia
para el conjunto de Canarias.
Soy
consciente de que, al designarme presidente del Cabildo de Gran
Canaria, el pueblo ha expresado un mandato claro, el de hacer
realidad nuestras propuestas.
De
modo que el primer mensaje que quiero transmitir como presidente a
todos los grancanarios y a todos los miembros de la nueva Corporación
insular es mi compromiso absoluto, mi firme intención, de dar
respuesta a los deseos expresados mayoritariamente en las urnas por
el pueblo grancanario.
Inmediatamente
les hablaré en detalle de las bases inspiradoras de ese programa
que ha sido elaborado desde unas profundas convicciones progresistas
y enriquecido con las aportaciones de quienes van a conformar el
gobierno de esta institución en los próximos años -Podemos, PSOE y
NC-, que va dirigido a toda la ciudadanía, pero muy especialmente a
quienes más sufren en estos momentos difíciles, a las personas más
desamparadas, más desprotegidas de la sociedad. A los que han
perdido su empleo, los que se han quedado sin casa, los que tienen
que renunciar a medicarse porque no pueden pagar los medicamentos, a
ese cincuenta por ciento de jóvenes que vive en la angustia y la
desesperanza porque se encuentra sin un trabajo con que afrontar sus
vidas, que debe buscar en el extranjero lo que su país les niega y
hacerlo en condiciones de subempleo y precariedad. Es, más allá de
los planes de choque contra la pobreza y el desempleo a que nos
obligan nuestros planteamientos éticos, un programa que propone
también un conjunto de medidas que pretenden generar modelos
económicos alternativos y estímulos a la inversión productiva.
Hacemos real nuestro compromiso. La decisión de más del 55% de los
ciudadanos que votaron en estas últimas elecciones.
Pero
antes de hablar de todo ello permítanme tener unas palabras para un
sueño colectivo del que provengo. Llego
hasta aquí desde una lucha plural por la supervivencia, la dignidad
y la democracia. De Agüimes. Del sureste de Gran Canaria. Vengo de
una comarca que en los albores de la democracia no era sino un
territorio de polvo, viento y sol. Y de fatiga y hambre, como dice el
poeta Pedro Garfias. De un territorio de aparcería feudal,
analfabetismo y desigualdad que se rebeló contra esa situación
plantando cara a los últimos años del franquismo para ganar las
instituciones y romper las ataduras con un pasado oscuro y
sustituirlo por un espacio de esperanza y futuro.
No voy a renunciar jamás
a esta experiencia. Me
niego a asumir sin más el respeto cobarde por los hechos que nos
imponen. A aceptar que debemos acostumbrarnos a vivir peor. A
renunciar a los sueños e ilusiones que alientan nuestra existencia,
porque creo firmemente en que, como plantea San Francisco Javier,
“entre la utopía y la realidad solo media el trabajo”.
Y es que los economistas tendrán que reconocer el idealismo, la
ilusión, el deseo de transformar la realidad, como fuerzas
expansivas de la sociedad.
Estamos
afrontando el décimo Gobierno democrático del Cabildo. Quiero
aprovechar este momento para hacer un reconocimiento público a los
que han luchado en estas décadas para defender e impulsar la
democracia que tanto nos costó alcanzar. A los que pusieron todo su
esfuerzo para hacer posible que sus hijos vivieran mejor que ellos.
A mis padres, a tantos padres y madres que se quedaron en el camino
sin ver sus sueños hechos realidad y a tantos otros que han podido
compartir el fruto de sus esfuerzos. Nos enseñaron que la
indiferencia no produce sino la parálisis del alma y la muerte
prematura de la democracia y sus valores.
A ellos les digo gracias, gracias por haber luchado por nosotros,
gracias por haber derramado su sudor sobre nuestra tierra para que
nosotros, sus hijos y sus nietos, tuviéramos una vida mejor.
Les prometo desde esta tribuna que no dilapidaremos ni un ápice de
la herencia que nos legaron, que les haremos sentir que su esfuerzo y
su sacrificio merecieron la pena.
Quiero hoy tener un recuerdo y rendir homenaje a nuestros padres y a
nuestros abuelos, que decidieron abrir, para salir de los años del
oscurantismo y la infamia, entre todas las que les eran ofrecidas, la
puerta que llevaba a la construcción de una sociedad más justa y
solidaria, al progreso y al futuro, la puerta que les proponían
precisamente sus hijos más jóvenes.
Todos
los canarios le debemos mucho a aquella generación y yo siento que
también le debo el estar hoy aquí pronunciando estas palabras. Y
asumo esta responsabilidad de presidir el Cabildo de Gran Canaria
como una continuación de aquella aceptada en el año 1979. La asumo
con la misma ilusión y el mismo compromiso de entonces, un
compromiso, como dije antes, con los más desfavorecidos, con la
justicia y la solidaridad. Para despedazar lo que está hecho
injustamente, como dice nuestro poeta Juan Jiménez:
Santiaguito
se pasa
La
vida trabajando.
Tiene
sesenta y algo y no conoce
Este
hombre otra cosa
Que
el trabajo.
Por
gentes como él
hablo.
Se
trata de traer
viento
en los ojos
para
despedazar lo que está hecho
injustamente.
Me
comprometo, se compromete este Grupo de Gobierno, en su memoria, a
luchar con ahínco, sin rendirnos, para vencer la desigualdad que
quiebra el Estado de Derecho. Que corrompe las libertades. Para
frenar los embates a la democracia y a los servicios públicos.
Quiero
que ese esfuerzo colectivo no se frustre. Anhelo que podamos
transformar la realidad social y económica de esta Tamarán para la
que queremos un futuro mejor.
Con las distintas
comarcas de la isla. Con el Norte, el sureste, el sur, las
medianías... Con cada uno de los veintiún municipios de Gran
Canaria. Con Las Palmas de Gran Canaria que defiende la profunda
vocación de liderar las ciudades del Atlántico. Con todas las
organizaciones sociales y empresariales. Con la voluntad compartida
de toda Gran Canaria.…
La
Gran Canaria de hoy no es, por fortuna, la que salió en los años 70
del túnel del episodio más gris de nuestro siglo XX.
Pero dista mucho de ser la sociedad que deseamos legar a nuestros
hijos. La corrupción, la sumisión a intereses ajenos a los de los
ciudadanos, la mala gestión… han frenado considerablemente el
objetivo de lograr una sociedad con cabida para todos.
Entre unos y otros han provocado a la democracia uno de los mayores
daños que se le puede hacer:
impregnar la figura del
político
de tintes negativos. La visión de la política como una actividad
denigrante, como apunta la Encuesta Social Europea.
Yo
quiero
reivindicar hoy esa figura, la del auténtico político.
La de aquel que defiende el bien común frente al aprovechamiento
personal. Quiero
reivindicar
la hermosa labor de trabajar para construir una sociedad mejor para
todos, de dedicar los mejores años de la vida al bienestar de la
comunidad, a la
lucha
por la democracia, la libertad y la igualdad. Y quiero hacerlo porque
quien se dedica noblemente a esa labor forma un eslabón clave en la
democracia,
un
eslabón sin el cual el pueblo se queda sin la voz que lo representa,
sin el cual todo el edificio democrático se
desmorona.
Por
ello quisiera transmitir
desde aquí y desde hoy otro compromiso: que los hombres y mujeres
que forman parte del Grupo de
Gobierno
de esta institución lo harán para dedicarse a mejorar la calidad de
vida de los ciudadanos, que estos estarán siempre
en el
centro de cada una de nuestras decisiones, en el centro de nuestros
debates, de nuestro trabajo cotidiano. Porque
el compromiso con lo que defendemos es esencial. Y daremos siempre la
cara porque no hay nada más perverso que el insulto del silencio.
Y
todo ello partiendo
del
proyecto que nos hemos comprometido a cumplir durante la campaña
electoral, el programa marco de prioridades del que quiero
destacar
algunos de los elementos más importantes. Se trata de un proyecto
que se
centrará
en procurar la justicia social, la equidad y la igualdad de todos los
habitantes de Gran Canaria; que hará de la
sostenibilidad
medio ambiental un elemento equilibrador; que estará enfocado a la
transformación de nuestra realidad económica y social y que
se
sustentará en cuatro pilares fundamentales:
el
combate contra la desigualdad, la búsqueda del bienestar colectivo,
la
solidaridad y la libertad.
No
ahorraremos esfuerzos para conseguirlo. Para ello:
Pondremos
en marcha un Plan
contra la pobreza y la desigualdad.
Porque en nuestra isla la población en situación de pobreza severa
se ha duplicado desde 2009 y alcanza a casi un 10 % de la ciudadanía.
Nos
opondremos a los desahucios de
la primera vivienda derivados de impagos por la crisis. Y no
renunciaremos a la solidaridad con los pueblos empobrecidos que
siempre nos ha significado.
Fomentaremos
el
Empleo
para
acercar al mundo del trabajo a las más de 154.000 personas
desempleadas en Gran Canaria y a los miles de jóvenes que se ven
abocados a la emigración para alcanzar un medio de vida.
A
los dos planes se destinará inicialmente una partida de al menos 10
millones de euros para las políticas activas de empleo y emergencias
sociales, favoreciendo además las inversiones públicas y privadas y
coordinando medios con el Gobierno de Canarias, ayuntamientos y
organizaciones sindicales y empresariales.
Nos
comprometemos a seguir acometiendo nuevos retos para conseguir una
sociedad justa, en la que todos y todas tengamos las mismas
oportunidades. Queremos una Isla en la que estén garantizados los
derechos de ciudadanía y la posibilidad de una vida digna y libre de
violencia. Desarrollaremos de forma transversal las políticas de
igualdad y de lucha contra la violencia de género. Muchas de
nuestras actuaciones tendrán rostro de mujer porque a ellas les
afectan más las lacras de la pobreza y la violencia.
Es
preciso rescatar y potenciar el sector
primario,
para disminuir la dependencia alimentaria del exterior, que hoy llega
a más de un 85%, y alcanzar las mayores cotas posibles de soberanía
alimentaria.
Mantendremos
una apuesta decidida por las energías
renovables
para alcanzar la soberanía energética de Gran Canaria y
democratizar la energía facilitando el autoconsumo y la generación
distribuida. Potenciando el ahorro y la eficiencia. Creando un
consorcio público insular con la participación de todos los
ayuntamientos para que una parte importante de la energía eólica a
distribuir en los próximos meses sea pública y genere recursos para
la ciudadanía. Que sea el primer paso en la creación de un Consejo
Insular de la Energía.
Este cabildo apoyará la Innovación,
la Investigación y el Desarrollo.
Porque Canarias está a la cola de España (apenas un 0,5 % de
inversión) y Gran Canaria está a la cola de Canarias (menos de la
mitad que la media de la Comunidad). No podemos quedar al margen de
la sociedad del conocimiento, del desarrollo de industrias
innovadoras. Desde el Cabildo se impulsarán las actividades del
Instituto Tecnológico de Canarias así como el protagonismo de la
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en materia de investigación
y la colaboración con empresas que destinen recursos a este fin.
Potenciaremos junto a nuestra universidad y a las asociaciones
empresariales la emprendeduría tecnológica, el sector TIC, la
creación de pymes de base tecnológica y su internacionalización.
Impulsaremos un Plan
de Inversiones que desarrolle y
mejore los sectores económicos estratégicos de Gran Canaria, la
obra pública y privada, la mejora de los servicios públicos y la
cooperación con los Ayuntamientos. Para ello se favorecerá un Plan
de Cooperación con los municipios, un Plan para el desarrollo y el
equilibrio de Gran Canaria a través de las mancomunidades del Norte,
las Medianías y el Sureste de la isla y se actuará en todos los
sectores estratégicos estimulando la inversión privada. Para el
turismo que necesita un empuje decidido que mejore la planta
alojativa y los espacios públicos, para el transporte, para la
industria, para la carretera de La Aldea, para la circunvalación de
Las Palmas…
Defenderemos
el concepto integrador de Gran Canaria como una Eco-isla,
que apueste por la movilidad sostenible, la protección del
territorio y el paisaje, el tratamiento limpio de los residuos, las
energías limpias, la potenciación del mundo rural que mantiene viva
la identidad de nuestra isla, la reforestación, la sostenibilidad
social, económica y medioambiental, la banca ética, la eficiencia y
el ahorro en energía y agua, el urbanismo no especulativo adaptado a
la realidad climática, paisajística y cultural, el turismo verde,
la protección de nuestra biodiversidad… La ordenación del
territorio solo puede concebirse con criterios sostenibles.
Impulsaremos
las políticas sociales para
pasar de un modelo centrado en la prestación del servicio a otro
centrado en las personas y lo haremos contando con los ayuntamientos,
colegios profesionales, ULPGC, ONG´s, etc. Apoyaremos el
voluntariado,
la intervención social y las
iniciativas solidarias que se
realizan desde el Tercer Sector,
potenciando los valores relacionados con la innovación social, la
sostenibilidad, el trabajo comunitario, la prevención, la inclusión
social, la transversalidad y la vertebración social.
Todas las personas, independientemente de
las circunstancias socioeconómicas y del municipio en el que vivan,
deben tener acceso a la Cultura y el Deporte porque estos son
elementos fundamentales para la cohesión social, para la integración
comunitaria, así como para generar economía, para rescatar nuestras
tradiciones y avanzar hacia la modernidad.
Salvaguardaremos lo público
como garantía y compromiso ante la ciudadanía con la ética. La
mejor vacuna contra la corrupción y la desafección política es
apostar por un Gobierno Abierto
basado en la transparencia, la
participación ciudadana y la colaboración. Porque es tan importante
defender instituciones democráticas sólidas como propiciar un
sentido fuerte de ciudadanía con ciudadanos y ciudadanas vigilantes.
Haremos
del Cabildo un instrumento adecuado
para que sea el gobierno de la
isla y defienda con eficacia los
intereses de la población grancanaria, avanzando en la construcción
de Canarias desde criterios de equilibrio, justicia e igualdad. Sin
caer en enfrentamientos entre los canarios pero sin renunciar al
papel que debe jugar esta isla en el conjunto del archipiélago, para
hacer valer su peso político y económico. Sin admitir
discriminaciones.
Exigiremos a la Administración del
Estado igualmente un trato justo y equilibrado, que ponga fin al
maltrato institucional de estos últimos años, sobre todo en materia
presupuestaria y de financiación.
Para
afrontar estos retos, el Cabildo de Gran Canaria ha conformado un
gobierno de progreso que reúne a aquellos partidos que asumen las
propuestas que les acabo de enumerar, que se muestran dispuestos a
recorrer, sin fisuras ni titubeos, el camino que llevará a la
consecución de estas metas. El pueblo de Gran Canaria ha dejado en
nuestras manos la responsabilidad de satisfacer sus exigencias de
regeneración de la vida pública, de atención a los más
necesitados, de justicia social, de equilibrio medioambiental, de
servicios públicos de calidad a los que todos y todas tengan acceso.
La responsabilidad, en definitiva, de ser los representantes de sus
intereses. Única y exclusivamente de sus intereses.
Y
desde aquí proclamo que para cumplir ese objetivo, solo para cumplir
ese objetivo, seré a partir de hoy presidente del Cabildo
de
Gran Canaria; que para eso y solo para eso trabajará el Gobierno de
esta Corporación.
He
defendido en más de una ocasión, y quiero hacerlo de nuevo hoy, que
estamos asistiendo en estos años al secuestro de nuestra democracia.
Por varias razones. Una de ellas, ya lo he comentado antes, es la
ruptura del eslabón esencial de la representación popular por parte
de quienes han llegado al poder político para saquear las arcas
públicas, generando en la población una desconfianza absoluta en
sus representantes, dando pie a la tan manida frase del Todos
son iguales
que tanto daño hace a la democracia.
Otra
de las razones es la ruptura de todas las vías de participación
ciudadana, una participación que constituye la esencia de la
democracia. Esta ha sido despojada de todos sus atributos para verse
convertida en el mero acto de depositar un voto en una urna cada
cuatro años, en la elección de unos representantes que, una vez en
el poder disponen de libertad e impunidad absolutas para contradecir
una a una las promesas electorales que los llevaron a él. ¿Podemos
tildar de democrático a un sistema que permite que sus gobernantes
engañen al pueblo que los ha elegido sin que nada les suceda? Como
si los fines políticos justificaran la utilización de los medios
inmorales. Considero
que no, como también considero que no existe democracia sin igualdad
de oportunidades, si todos los ciudadanos y ciudadanas no disponen de
los medios adecuados de promoción social, si no se protege a la
mayoría débil frente a la minoría fuerte y privilegiada.
Hablo
de secuestro de la democracia por todo ello y también porque en
estos últimos años asistimos con más claridad que nunca a la
sustitución del poder político por el poder económico, a la
subordinación de los representantes políticos a la voluntad de las
grandes entidades financieras y las multinacionales. Ya no se
gobierna con miras al interés del ciudadano, sino con miras al
interés del poder económico, que dispone de los medios necesarios
para doblegar la voluntad de los representantes del pueblo cuando no
para comprarla.
¿Cómo explicar si no que, entre otras cosas, después de haber
alimentado con dinero público los agujeros provocados en las cuentas
de los bancos después de arrastrarnos estos a la crisis, se les
permita bloquear el crédito necesario para reflotar a las pequeñas
y medianas empresas o se les permita expulsar de sus casas a familias
a las que han llevado a la ruina, dejando a miles y miles de ellas en
las calles?
Sí,
sostengo que nuestra democracia está en vías de secuestro absoluto
y que nuestra sociedad debe reaccionar para recuperar el terreno
perdido. Tenemos que propiciar que la gran mayoría se inquiete por
lo que importa. No podemos aceptar que nos inoculen la depresión del
espíritu público para disgregar a la sociedad. Que instrumentalicen
el miedo al cambio como medio de control político y social. Porque
tantas vidas no han sido sacrificadas para que el sistema de
libertades con que nos hemos dotado acabe siendo absorbido por la
codicia de unos pocos. El Estado y las conquistas sociales no pueden
ser enemigos del desarrollo económico.
Por
eso también estoy aquí hoy, dispuesto a asumir la Presidencia del
Cabildo. Porque deseo para nuestra isla, para nuestro pueblo, una
democracia real. Una democracia que no se detenga el día de la
convocatoria electoral. Una democracia que signifique, además de
votar, igualdad de oportunidades, justicia social, equidad,
participación ciudadana, igualdad de derechos para mujeres y
hombres, solidaridad entre los pueblos, bienestar y acceso a los
servicios públicos para todos. Porque no puede haber salvación si
no es con todos.
La recuperación económica no puede llevar pareja una letanía de
dolor y sufrimiento para tanta gente. Oliver
Goldmith ya decía en el siglo XVIII que “mal le va al país, presa
de inminentes males, cuando la riqueza se acumula y los hombres
decaen”. Es tiempo de políticas de la dignidad, como asegura
Ramoneda.
Y
al asumir hoy la Presidencia del Cabildo de Gran Canaria, asumo al
mismo tiempo el compromiso de luchar por esa
democracia, y no otra, para nuestra isla. También para combatir un
sistema electoral canario profundamente injusto.
Para
hacerlo posible este gobierno de progreso necesita contar, y lo va a
hacer, estoy seguro, con la participación activa de los trabajadores
públicos. De los medios de comunicación. De una oposición leal y
firme para sumar sus votos a los asuntos estratégicos que afecten a
Gran Canaria. Del apoyo de todos los grancanarios y las grancanarias.
Del conjunto de la sociedad civil y sus organizaciones sociales.
De
la colaboración estrecha de las 21 corporaciones municipales de
nuestra isla
porque
considero, desde mis profundas convicciones municipalistas, que los
ayuntamientos son las entidades mejor situadas para conocer las
necesidades ciudadanas y dar satisfacción a ellas.
Es
hora de recuperar el sentimiento profundo del grancanarismo, el
sentido de pertenencia, la satisfacción de los logros compartidos…
(Espero que la UD Las Palmas contribuya a ello mañana también y que
consigamos tintar de azul y amarillo los campos españoles de la
primera división la próxima temporada).
Como
canta Agustín Millares:
Habitantes
del planeta estad al tanto
Aquí
mirad aquí hacia ese punto
Negro
del mundo
En
cosa de segundos
De
este agujero va a salir un pájaro
Empecé
mi intervención agradeciendo a la ciudadanía su confianza; a los
militantes su ayuda; a los profesionales su arrope… Y no quiero
terminar sin agradecer infinitamente a Maribel y Ardiel su apoyo
constante. Sin ellos no podría estar hoy aquí.
Muchas
gracias.
Antonio
Morales Méndez
Presidente
del Cabildo de Gran Canaria
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