En el epílogo del pasado
2015 se anunciaba con sorpresa que las fiestas de Santigo de Gáldar
de 2016 iban a ser pregonadas por el Alcalde de Guía D. Pedro
Rodríguez, mientras que las de La Virgen de Guía serían pregonadas
por el Alcalde de Gáldar D. Teodoro Sosa.
Pues bien, en contra de
la corriente de críticas que generó en un principio tal decisión,
considero que puede ser un acierto. Y me explico: si este
“intercambio de pregones” obedece a los nuevos aires de
colaboración entre dos pueblos vecinos y hermanos que dejaron atrás
hace mucho caducas y trogloditas rivalidades del siglo XIX y
comienzos del XX, bienvenido sea. Si obedece a un pacto en la lucha
por los intereses comunes del Noroeste y representa el germen de lo
que puede ser una futura “mancomunidad del noroeste” o
simplemente de mancomunar numerosos servicios y proyectos que
redundarían en una mejor calidad de vida de los habitantes de ambos
municipios, bienvenido sea. Si este pacto que ahora se escenifica
representa el comienzo de una colaboración y lucha en común contra
todos los problemas que históricamente han atenazado a la comarca
noroeste de esta isla, significa el ir de la mano en numerosas
reivindicaciones comunes, el coordinar esfuerzos y el cambio radical
de políticas para impulsar conjuntamente las inversiones y proyectos
tan necesarias en el Noroeste, bienvenido sea.
Si por el contrario este
intercambio de pregones es sólo un episodio más del “postureo”
al que nos tienen acostumbrados por estas tierras, lo mejor es que
cada uno siga pregonando en sus mítines para sus acólitos.
Yo sólo soy un humilde
ciudadano que se considera con el derecho a a la crítica -aunque
sólo sea por pagar religiosamente mis impuestos-, más allá del
pataleo o la crítica de barra de bar ante el despropósito o el
engaño del político de turno. Por lo tanto me considero con derecho
a aplaudir o a censurar lo que me parece bueno o malo de las
políticas municipales que me afectan. Hasta ahora los políticos
responsables de dirigir los designios de nuestros pueblos no parece
que hayan marcado el rumbo correcto. La evolución histórica de
nuestros pueblos así lo indica, especialmente si los comparamos con
otros pueblos de Gran Canaria. Las razones de los altos índices de
paro y pobreza que siempre nos ha caracterizado no debemos buscarlas
siempre en el exterior. Quizás, sólo quizás, algo se podría haber
hecho desde nuestros ayuntamientos para corregir esta deriva, que
luego ha conducido al histórico mercadeo de puestos de trabajo
municipales que tan habilmente han sabido explotar los responsables
políticos de turno.
Añado yo de mi cosecha
una tercera e imprescindible pata a este banco que ingenuamente
imagino, que es la incorporación de Agaete a este ente colaborativo
(más allá de los pregones), por su puerto y su potencial agrícola,
pesquero, turístico y cultural. Hay muchas cosas que nos unen y
muchos proyectos por desarrollar, comenzando por un maravilloso
pasado aborigen común.
Por eso quiero ver la
botella medio llena y pensar que este intercambio de pregones puede
ser “la portada” de un nuevo libro con algo más de enjundia del
que hasta ahora hemos leído. Quiero pensar que este anuncio es sólo
el aperitivo de nuevas políticas colaborativas y de gestión de
buena vecindad, de buena gestión mancomunada de lo público.
Los habitanes del
noroeste somos gente seria y se merecemos políticos serios que
gestionen con inteligencia los recursos públicos.
El tiempo dará o quitará
razones y pondrá las cosas en su sitio. A lo largo del año que
ahora comienza tendremos oportunidad de comprobar la enjundia del
“intercambio de pregones”.
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