Que
la torpeza humana no tiene límites es de sobra conocido. La última
prueba de ello la tenemos en la decisión de la Junta Directiva de la
Unión Deportiva Las Palmas de prohibir la bandera canaria -la de las
siete estrellas verdes- en los partidos que el equipo celebra en el
recinto de Siete Palmas. Ellos se han disculpado diciendo que la
decisión “vino de arriba”, cualquiera sabe lo que significa
eso... De Dios (...), de un ministro, del presidente del club, o del
Delegado del Gobierno. Ya sabemos todos la obsesión de Soria (amigo
de Ramírez) con las banderas... Aún
estamos pagando los 360.000 euros que costó la bandera de la Avenida
Marítima, frente a la fuente luminosa.
En
cualquier caso, es más que evidente que “el iluminado” que
decidió tremenda majadería no estaba en sus cabales al prohibir una
bandera que nunca ha estado en discusión en esta tierra, a pesar de
que los acomplejados políticos de entonces decidieran cobardemente
optar por inventar una bandera nueva en lugar de tomar como enseña
la que todos los canarios sentíamos como propia, la de las siete
estrellas verdes. Todos, desde nuestra ya lejana infancia y juventud
hemos cantado alguna vez aquello de “me gusta mi bandera”, por lo
que venir ahora a remover esto es una provocación innecesaria a los
canarios. El propio Presidente
del Cabildo grancanario
ha tenido que salir en defensa de los aficionados y de un símbolo
histórico de los canarios. Una barbaridad que no podemos aceptar, ha
dicho Morales.
La
decisión política -porque es evidente que así ha sido- ya que
nadie en su sano juicio tomaría una decisión de ese calibre si no
está respaldado “desde arriba”, es un error de tal calibre que
podría asemejarse a intentar matar a una avispa dando patadas al
avispero.
Todos
los estadios se llenan cada semana de miles de banderas de todo tipo
y a nadie se le ocurre la estupidez de prohibirlas. Sólo aquellas
que expresamente prohibe la ley por su vinculación a movimientos
nazis, fascistas o racistas son retiradas. Pero, ¿acaso está la
bandera canaria entre ellas?
Está
claro que hay personas de una determinada tendencia política o
ideológica a los que les molesta todo signo de canariedad y
autenticidad, que sin embargo reciben con los brazos abiertos todo lo
foráneo.
Aprovecho
aquí para volver a REIVINDICAR LA BANDERA DE LAS SIETE ESTRELLAS
VERDES COMO LA BANDERA OFICIAL DE CANARIAS. Reclamo a los partidos
que ya la utilizan mayoritariamente en sus sedes, mítines y
manifestaciones (Coalición Canaria y Nueva Canarias), para que
lleven a cabo este cambio. Estoy seguro que obtendría el respaldo
mayoritario del pueblo canario. Sólo así se acabarían estas
majaderías, dando así paso a un símbolo con el que si se sienten
identificados los canarios. Ya lo dije en otro artículo titulado "La
bandera tricolor",
la actual bandera se decidió en una época en la que la democracia
estaba en pañales de espaldas al pueblo y es hora de enmendar se
error.
Espero
y deseo que la afición canaria sepa dar una “bofetada sin mano”
llenando el estadio de banderas con las siete estrellas el próximo
partido.
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