Intentaremos, desde nuestro «nido de ametralladoras», disparar palabras cargadas de verdad y honestidad. Apuntaremos, con la mejor de las intenciones, al centro de los problemas de nuestra sociedad canaria y a todo su entorno de influencia. Sólo nos mueve la verdad y el compromiso ético con los ciudadanos. Bienvenidos al Rincón de Maestro Pancho.
miércoles, 30 de marzo de 2016
domingo, 20 de marzo de 2016
A MI PADRE, por Paco Vega
Esta foto tiene unos dos años, pero siempre me gustó mucho. |
Mis hermanos y yo nos
preocupamos por él cuando se jubiló hace ya muchos años porque pensábamos que no iba a saber encontrar su sitio -como les pasa a
muchos jubilados- y temimos seriamente por su salud, pero él supo
reinventarse y adaptarse después de una larga vida de trabajo. Desde el primer
momento “tomó posesión” de la cocina, dando rienda suelta a sus
dotes culinarias descubiertas y desarrolladas en la mili allá por
los años 50 en el Aaiún. De esta manera las tareas de la casa
quedaron divididas, de forma que él se ocupaba de la cocina y mi
madre del resto de la casa. Así convivieron durante varios años
para su felicidad y nuestra tranquilidad, hasta el día en que mi
madre sufrió un serio revés de salud que la apartó forzosamente de
los quehaceres diarios y que mermó su vitalidad natural. Desde
entonces él se hizo cargo de todas las tareas de la casa y además
de la salud y calidad de vida de mi madre. Cuidar de su mujer se
convirtió desde entonces en su principal dedicación a tiempo completo. Incluso se ocupó de la tarea del baño y aseo diario cuando por festivo u otras eventualidades los
servicios sociales dejaban de cubrir los servicios que tenía asignados (Dios bendiga a las políticas sociales impulsadas desde los
Ayuntamientos y que se mantienen contra viento y marea). Lo mismo estaba pendiente de su medicación que de
sus revisiones y citas médicas, y así durante catorce años hasta
el fallecimiento de mi madre en diciembre de 2010.