sábado, 18 de marzo de 2017

Metroguagua o tren para Gran Canaria, por Paco Vega.

Hay acontecimientos que se suceden a tal velocidad que apenas queda tiempo para su correcta asimilación, y la velocidad no es buena consejera para los proyectos públicos de envergadura. La política de la inmediatez y de la improvisación no ha dado nunca buenos resultados. Los grandes proyectos que pueden cambiar el futuro de un pueblo deben partir de un análisis sosegado y permanentemente consensuado por los técnicos, que tome además en consideración todas las variables presentes y futuras encaminadas a conseguir el fin último. En este caso el impulso de un transporte público eficiente para la isla de Gran Canaria.

Al buen observador no se le escapará la necesidad de incorporar un sistema de transporte público rápido, cómodo y económico para la isla de Gran Canaria. El rápido crecimiento de la población, la densidad de tráfico actual y la masiva utilización del vehículo particular son razones sobradas para poner en marcha un elaborado plan de transporte público eficaz y de futuro para esta isla. El parque automovilístico aumenta de forma tan evidente que es fácil adivinar el colapso circulatorio que nos espera si no se ponen en marcha medidas urgentes encaminadas al uso masivo del transporte público en sustitución del vehículo particular.


Las actuales líneas de guagua podría ser la solución, pero con importantes cambios:
1.- La necesidad de un Carril exclusivo y prioritario.
2.- Sustitución paulatina de las actuales Guaguas por vehículos no contaminantes (guaguas eléctricas).
3.- La imprescindible información en las paradas para el usuario, con indicación de frecuencia de paso, líneas y destinos en tiempo real.

En la actualidad no se dan estas premisas, por lo que las guaguas se ven sometidas al colapso circulatorio diario y adolecen de información en paradas a tiempo real (recientemente se han incorporado en la capital, pero no así en el resto de la isla). Por alguna extraña razón no se ha querido que sea esta la solución, siendo la más económica y menos agresiva con el territorio. Ahora se apuesta en la capital por LA METROGUAGUA. Con ese nombre tan rimbombante pretenden justificar un desembolso multimillonario para lo que viene a ser una guagua con carril exclusivo. Lo que ya tenemos en algunos tramos, pero con muchos miles de euros de marketing y diseño, siendo además incompatible con el futuro medio de transporte para el resto de la isla.

El proyecto de tren para gran canaria no me gusta, pero no porque no crea en el transporte público como solución, sino porque considero que se está haciendo sin las premisas que un proyecto global para la isla, especialmente en un territorio limitado y superpoblado como el de Gran Canaria, y que desde mi punto de vista deben ser:

1.- El transporte público debe instalarse como una apuesta alternativa al vehículo privado, por lo tanto debe estar basado en un amplio estudio de movilidad que abarque a TODA LA ISLA. Esto incluye las necesarias conexiones intermodales, puesto que las líneas principales deberán complementarse con líneas secundarias que conecten todos los pueblos (de trenes o líneas de guagua o taxis. Insisto, UN PROYECTO PARA TODA LA ISLA, porque un proyecto de transporte público que pretende sustituir al vehículo privado no debe estar sujeto a su rentabilidad inmediata o a la carga especulativa que arrastra en su trazado.

2.- Las líneas de este nuevo transporte deberían utilizar preferentemente las actuales plataformas para el tráfico rodado, evitando así infligir nuevas heridas al un territorio limitado y muy dañado. El actual proyecto lo ignora y se aleja de ella.

3.- El transporte público a instalar y que venga a representar el futuro del transporte colectivo en Gran Canaria debe ser 100% sostenible, impulsado en su totalidad por energías renovables. Este tema se toca de puntillas y no de forma excluyente hacia las fuentes de energía convencional.

4.- Debe poder complementarse e interconectarse con el modelo de transportes instalado en la capital y otros núcleos poblacionales de la isla. La famosa METROGUAGUA, no va precisamente en esa línea.

Por todo lo anteriormente expuesto nunca entendí un proyecto de tren como el que desarrolló el cabildo años atrás -y que ahora parecen querer retomar- porque deja fuera importantes zonas de la isla como LA CONEXIÓN NORTE CON EL PUERTO DE AGAETE. Desgraciadamente se adolece de una visión global de la isla, sus pueblos y sus habitantes, y este proyecto es una muestra más de lo que digo. El actual proyecto sólo contempla una línea Las Palmas-Sur, dejando el Norte fuera de lo que sería lógico planteamiento de transporte público integral para la isla.

Tampoco entendí el proyectado de trazado sur que se aleja de la actual vía de comunicación como es la autopista GC-1, y de los principales núcleos poblacionales, al tiempo que malogra amplias zonas agrícolas, en vez de utilizar la propia plataforma ya existente. Este trazado se aleja bastante del objetivo pretendido de utilidad pública y alternativa al transporte privado y se aproxima sospechosamente al especulativo. Hay que recordar las estaciones del tren Ave, en territorio peninsular, en las que apenas suben o se apean pasajeros (las estaciones fantasmas), pero en las que su instalación ha significado una nada despreciable revalorización para los propietarios de los terrenos en los que se instala. Ojo al dato!!

No se concreta tampoco con demasiada nitidez la energía que impulsará estos medios y su procedencia, cuando debe ser una clara prioridad hacia las renovables. No tiene ningún sentido que el nuevo transporte público, a la vista del cacareado proyecto de ISLA VERDE que impulsa el Cabildo de Gran Canaria (con el que me siento plenamente identificado), no sea impulsado por energías renovables.

No entiendo esta nueva ocurrencia de la metroguagua sin contemplar la interconexión con el futuro tren de gran canaria, que nadie ha dicho se vaya a descartar, especialmente por la cantidad de millones ya invertidos. Desde luego será mucho más complejo su interconexión con el futuro tren que si se apostase por el tranvía convencional, que además podría y debía soterrarse, ayudando a recuperar una ciudad más amable con el peatón. El paso de una línea de guagua con prioridad semafórica, como así se ha presentado, representa un obstáculo más a la convulsa densidad de tráfico de tráfico capitalino.

El transporte público, desde mi humilde opinión, debe ser una alternativa desde el minuto uno de su puesta en servicio y desde luego no puede hacerse de espaldas al proyecto de transporte público integral para la isla.

Yo recomendaría al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y al Cabildo de Gran Canaria UNA PENSADITA SERENA a todo el asunto del transporte público. Es un tema demasiado serio para improvisadas soluciones de compromiso y oportunidad política.

Los experimentos con el transporte y el dinero público… LOS JUSTOS. NO MÁS ERRORES CON LAS INVERSIONES PÚBLICAS DE FUTURO.

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