Hay
acontecimientos que se suceden a tal velocidad que apenas queda
tiempo para su correcta asimilación, y la velocidad no es buena
consejera para los proyectos públicos de envergadura. La política
de la inmediatez y de la improvisación no ha dado nunca buenos
resultados. Los grandes proyectos que pueden cambiar el futuro de un
pueblo deben partir de un análisis sosegado y permanentemente
consensuado por los técnicos, que tome además en consideración
todas las variables presentes y futuras encaminadas a conseguir el
fin último. En este caso el impulso de un transporte público
eficiente para la isla de Gran Canaria.
Al
buen observador no se le escapará la necesidad de incorporar un
sistema de transporte público rápido, cómodo y económico para la
isla de Gran Canaria. El rápido crecimiento de la población, la
densidad de tráfico actual y la masiva utilización del vehículo
particular son razones sobradas para poner en marcha un elaborado
plan de transporte público eficaz y de futuro para esta isla. El
parque automovilístico aumenta de forma tan evidente que es fácil
adivinar el colapso circulatorio que nos espera si no se ponen en
marcha medidas urgentes encaminadas al uso masivo del transporte
público en sustitución del vehículo particular.
Las
actuales líneas de guagua podría ser la solución, pero con
importantes cambios:
1.-
La necesidad de un Carril exclusivo y prioritario.
2.-
Sustitución paulatina de las actuales Guaguas por vehículos no
contaminantes (guaguas eléctricas).
3.-
La imprescindible información en las paradas para el usuario, con
indicación de frecuencia de paso, líneas y destinos en tiempo real.
En
la actualidad no se dan estas premisas, por lo que las guaguas se ven
sometidas al colapso circulatorio diario y adolecen de información
en paradas a tiempo real (recientemente se han incorporado en la
capital, pero no así en el resto de la isla). Por alguna extraña
razón no se ha querido que sea esta la solución, siendo la más
económica y menos agresiva con el territorio. Ahora se apuesta en la
capital por LA METROGUAGUA. Con ese nombre tan rimbombante pretenden
justificar un desembolso multimillonario para lo que viene a ser una
guagua con carril exclusivo. Lo que ya tenemos en algunos tramos,
pero con muchos miles de euros de marketing y diseño, siendo además
incompatible con el futuro medio de transporte para el resto de la
isla.
El
proyecto de tren para gran canaria no me gusta, pero no porque no
crea en el transporte público como solución, sino porque considero
que se está haciendo sin las premisas que un proyecto global para la
isla, especialmente en un territorio limitado y superpoblado como el
de Gran Canaria, y que desde mi punto de vista deben ser:
1.-
El transporte público debe instalarse como una apuesta alternativa
al vehículo privado, por lo tanto debe estar basado en un amplio
estudio de movilidad que abarque a TODA LA ISLA. Esto incluye las
necesarias conexiones intermodales, puesto que las líneas
principales deberán complementarse con líneas secundarias que
conecten todos los pueblos (de trenes o líneas de guagua o taxis.
Insisto, UN PROYECTO PARA TODA LA ISLA, porque un proyecto de
transporte público que pretende sustituir al vehículo privado no
debe estar sujeto a su rentabilidad inmediata o a la carga
especulativa que arrastra en su trazado.
2.-
Las líneas de este nuevo transporte deberían utilizar
preferentemente las actuales plataformas para el tráfico rodado,
evitando así infligir nuevas heridas al un territorio limitado y muy
dañado. El actual proyecto lo ignora y se aleja de ella.
3.-
El transporte público a instalar y que venga a representar el futuro
del transporte colectivo en Gran Canaria debe ser 100% sostenible,
impulsado en su totalidad por energías renovables. Este tema se toca
de puntillas y no de forma excluyente hacia las fuentes de energía
convencional.
4.-
Debe poder complementarse e interconectarse con el modelo de
transportes instalado en la capital y otros núcleos poblacionales de
la isla. La famosa METROGUAGUA, no va precisamente en esa línea.
Por
todo lo anteriormente expuesto nunca entendí un proyecto de tren
como el que desarrolló el cabildo años atrás -y que ahora parecen
querer retomar- porque deja fuera importantes zonas de la isla como
LA CONEXIÓN NORTE CON EL PUERTO DE AGAETE. Desgraciadamente se
adolece de una visión global de la isla, sus pueblos y sus
habitantes, y este proyecto es una muestra más de lo que digo. El
actual proyecto sólo contempla una línea Las Palmas-Sur, dejando el
Norte fuera de lo que sería lógico planteamiento de transporte
público integral para la isla.
Tampoco
entendí el proyectado de trazado sur que se aleja de la actual vía
de comunicación como es la autopista GC-1, y de los principales
núcleos poblacionales, al tiempo que malogra amplias zonas
agrícolas, en vez de utilizar la propia plataforma ya existente.
Este trazado se aleja bastante del objetivo pretendido de utilidad
pública y alternativa al transporte privado y se aproxima
sospechosamente al especulativo. Hay que recordar las estaciones del
tren Ave, en territorio peninsular, en las que apenas suben o se
apean pasajeros (las estaciones fantasmas), pero en las que su
instalación ha significado una nada despreciable revalorización
para los propietarios de los terrenos en los que se instala. Ojo al
dato!!
No
se concreta tampoco con demasiada nitidez la energía que impulsará
estos medios y su procedencia, cuando debe ser una clara prioridad
hacia las renovables. No tiene ningún sentido que el nuevo
transporte público, a la vista del cacareado proyecto de ISLA VERDE
que impulsa el Cabildo de Gran Canaria (con el que me siento
plenamente identificado), no sea impulsado por energías renovables.
No
entiendo esta nueva ocurrencia de la metroguagua sin contemplar la
interconexión con el futuro tren de gran canaria, que nadie ha dicho
se vaya a descartar, especialmente por la cantidad de millones ya
invertidos. Desde luego será mucho más complejo su interconexión
con el futuro tren que si se apostase por el tranvía convencional,
que además podría y debía soterrarse, ayudando a recuperar una
ciudad más amable con el peatón. El paso de una línea de guagua
con prioridad semafórica, como así se ha presentado, representa un
obstáculo más a la convulsa densidad de tráfico de tráfico
capitalino.
El
transporte público, desde mi humilde opinión, debe ser una
alternativa desde el minuto uno de su puesta en servicio y desde
luego no puede hacerse de espaldas al proyecto de transporte público
integral para la isla.
Yo
recomendaría al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y al
Cabildo de Gran Canaria UNA PENSADITA SERENA a todo el asunto del
transporte público. Es un tema demasiado serio para improvisadas
soluciones de compromiso y oportunidad política.
Los
experimentos con el transporte y el dinero público… LOS JUSTOS. NO
MÁS ERRORES CON LAS INVERSIONES PÚBLICAS DE FUTURO.
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