domingo, 14 de mayo de 2017

¿Qué beneficios del turismo quedan realmente en Canarias?, por Paco Vega

El hacerse preguntas, aunque no se tenga todas las respuestas, ayuda a reflexionar sobre cómo se están haciendo las cosas en Canarias. Hoy también me hago preguntas al hilo de mi último artículo “Prostituyendo el empleo”, en el que hablaba de la cada vez más precaria situación laboral de los trabajadores. Las preguntas en esta ocasión pretenden unir dos mundos que deberían ir de la mano y que sin embargo parece que no avanzan en el mismo plano. Estoy hablando del TURISMO y el EMPLEO.

Vemos como cada año se baten records de llegada de turistas y sin embargo en esta tierra canaria seguimos sufriendo un paro galopante de los más altos del país. También observamos como año tras año se destinan partidas presupuestarias, tanto del Gobierno Canario como de los respectivos Cabildos, para la promoción turística. Y no es que yo critique estas partidas -excesos al margen-, entre las que se encuentran la asistencia y participación en eventos nacionales e internacionales de todo tipo pero… Y ahora vienen las preguntas:

¿Qué se le pide al sector beneficiado con estas promociones de dinero público?… No sé, estoy pensando (desde mi ignorancia) en algún tipo de esfuerzo o requisito en contrataciones de canarios en todos los puestos de trabajo de las empresas vinculadas a este sector… También se me ocurre algún otro tipo de exigencias de cara al territorio en el que se asientan sus complejos del que obtienen sus multimillonarios beneficios. Estoy hablando naturalmente de requisitos de abastecimientos y servicios de la tierra…


Lo que quiero decir con este pequeño alegato es la triste realidad de que el Gobierno Canario y los Cabildos Insulares están promocionando con muchos millones de euros públicos a un sector de empresas radicadas en Canarias -no siempre canarias- con el pretexto de los puestos de trabajo que supuestamente crean, pero que en realidad acaban empleando a cientos de trabajadores extranjeros y peninsulares. Algunas de ellas se permiten incluso la desfachatez de despreciar a los trabajadores de la tierra en sus ofertas de empleo, quedando para los canarios los menos cualificados, peor remunerados y en muchos casos mega-explotados, teniendo muchas veces que emigrar a otras latitudes por falta de oportunidades.

El caso es que como las cifras son tan tozudas y negras a mi no me cuadran. No me cuadra que un lugar como Canarias que recibió el año pasado a 15 millones de turistas, siga figurando con un índice de desempleo del 26,01 %, siete puntos más que la media nacional. No me cuadra que un territorio con una demanda de consumo de de 2,2 millones de habitantes y una población flotante de 15 millones de turistas se importe el 95% de los alimentos. Y lo mismo se podría decir de otros sectores, pero insisto, clama al cielo la incoherencia de las cifras.

Quizás habría que hacer un mayor esfuerzo legislativo, inspector y corrector para modificar el hecho de que una de las industrias más potentes del país no lleve aparejado el pleno empleo en el lugar en el que se genera un negocio multimillonario.

Alguien también podría decir que desde las trincheras todo se ve muy fácil, pero es que las cifras son las cifras, y a mi me sigue pareciendo que en esta tierra canaria está necesitada de mejores gestores. Que se siguen creando muchos “apostaderos” para estómagos agradecidos que vegetan durante cuatro años mientras queda una inmensa tarea por realizar.

Algo se está haciendo mal cuando en este “paraiso” hay tanto paro y precariedad laboral. Y no será que no se genera negocio...

QUE EL ÉXITO NOS SORPRENDA TRABAJANDO O MORIREMOS TODOS DE GLORIA…


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