Unidos
Podemos presenta en estos días una moción de censura para sacar al
Partido Popular de las instituciones del Estado. El artículo 113 de
la Constitución regula el mecanismo y los requisitos necesarios para
su tramitación y consecuencias.
Es
llamativo que un Partido Popular en franca minoría en la Cámara
Baja siga manejándose como si tuviese mayoría absoluta, es decir,
ante los numerosos casos de corrupción que salen a diario en los
medios de comunicación muestran una actitud impasible y hasta
cómplice, en la seguridad de saberse respaldados por una mayoría
parlamentaria fuera de sus filas.
En
este caso son el PSOE y CIUDADANOS los que dan esa mayoría
parlamentaria debido a su debilidad ante una amenaza continua de
adelanto electoral por parte del PP. El PSOE porque está “hecho
unos zorros” después de su “golpe de estado interno” que acabó
con su Secretario General Pedro Sánchez y que, para sorpresa de
todos, sigue vacante siete meses después… A Ciudadanos también le
coge con el paso cambiado porque, a pesar de lo que dicen, son el
sostén del PP, quieren seguir siéndolo y se les nota mucho.
Podemos
decir que, a pesar de los discursos grandilocuentes, tanto PSOE como
Ciudadanos NO ESTÁN POR LA LABOR DE APOYAR UNA MOCIÓN DE CENSURA;
los primeros porque no tienen ni siquiera un secretario general para
presentar como candidato, con una Gestora que se ha prolongado más
allá de lo aconsejable y lo decente -siete meses- (el motivo sólo
lo saben ellos); y que ejerce unas funciones muy alejadas de lo que
sería deseable y que dictan sus propios reglamentos (convocatoria de
elecciones para la elección de un nueva Ejecutiva con su Secretario
General); y los segundos porque esperan que el desgaste por
corrupción que pueda seguir sufriendo el PP les pueda favorecer a la
larga, algo inaudito si tenemos en cuenta ese sostén parlamentario
en el que se han erigido desde que hicieron su aparición en el
parlamento nacional. Dicen que censuran y condenan el comportamiento
del PP y luego les respaldan en las votaciones, por acción o por
abstención.
El
PSOE tiene unas elecciones a Secretario General a la vista -que han
demorado sinedie- que les complica el panorama. Unas elecciones que
se han demorado, parece ser, a la espera de despejar el camino a la
“lideresa” del sur, quien no tiene nada claro a pesar del apoyo
descarado de la Gestora y de las “viejas glorias” del partido.
Ciertamente a este partido no le conoce ni la madre que lo pario.
Después del “NO es NO” y la posterior abstención “por el bien
de España”, han sucedido tal cantidad de incomprensibles
acontecimientos, para un partido que presume de demócrata y de
progresista, que sorprende a propios y extraños. Y ahora esta
extraña demora en la reelección de su Secretario General, mientras
el PP hace de su capa un sayo de corrupción y manipulación
política e informativa, marcan el paso de un recorrido alejado de
las políticas de izquierda que ellos han dejado “por abandono”
en manos de Unidos Podemos. Pero eso no es todo, porque además vemos
como en las políticas importantes vota con el PP en comandita, tanto
en el parlamento español como en el europeo. Ahí están los datos
de las votaciones para su contraste. Ciertamente, aunque a ellos se
les llena la boca de decir que actualmente gobierna Rajoy porque
Unidos Podemos no apoyó a Pedro Sánchez en su Candidatura a la
Presidencia del Gobierno, es evidente que quién no tuvo nunca
intención de pactar con Unidos Podemos fue el PSOE, firmando aquel
acuerdo con Ciudadanos (cuarta fuerza parlamentaria por número de
escaños) y luego pedir a Podemos que se uniesen a lo pactado en un
documento que, según Ciudadanos, contenía el 80% del programa del
PP. Una invitación sin duda envenenada e imposible de aceptar si
realmente lo que se quería era cambiar las políticas de derechas y
no un simple cambio de cromos o caras. Es más, cuando Pedro Sánchez
comenzó a repensarse el pacto con Unidos Podemos lo guillotinaron
para mayor vergüenza del partido que se dice de izquierdas.
Ciudadanos
sigue en su línea de “marca blanca” amagando y sin dar. Dicen
que están contra la corrupción, pero hoy mismo vuelven a aupar otra
vez al PP de Murcia al Gobierno de la Comunidad, como lo ha hecho con
el PP de Madrid y en otros tantos sitios, todos ellos podridos hasta
las trancas de corrupción. Sin embargo no pierden la oportunidad en
atacar a Unidos Podemos de la Mano del PP en cada ocasión que se les
presenta, cuando quien gobierna gracias a su apoyo es el PP. En
Andalucía el PSOE con idénticos mimbres, también es respaldado por
Ciudadanos.
Creo
que el PSOE (al menos su longeva Gestora), ya no piensa en recuperar
los votos de la izquierda; sus gestos, sus votos y sus políticas
así delatan. No sé en qué momento piensan restañar sus heridas
para recomponer el partido o si por el contrario prefieren dar por
amortizada esta legislatura y la siguiente, mientras atacan por
tierra, mar y aire a quien han convertido en su principal enemigo,
Unidos Podemos. Probablemente piensan que los medios de comunicación
y los grandes poderes financieros les darán el apoyo necesario para
evitar que Unidos Podemos les robe la tostada (parece su única
obsesión). Actualmente, parece ser, se encuentran cómodos en una
segunda posición -que no oposición- que les permita, con el paso
del tiempo, volver al ansiado bipartidismo. Consideran seguramente
que Unidos Podemos de ahora va a desfallecer como Izquierda Unida de
entonces, teniendo en cuenta las tradicionales exquisiteces de la
izquierda -la de verdad- para mantener la unidad de criterio y de
hacer frente común. Para ello cuentan con que los medios de
comunicación amigos obren el deseado desgaste de Unidos Podemos.
Mientras tanto Ciudadanos apunta maneras de mantenerse en una pactada
y controlada órbita del PP para ir apañando los votos que puedan
salirse de madre por la vía de la corrupción rampante del PP.
Ciertamente
a Unidos Podemos no le queda otra alternativa seria que la Moción de
Censura, aunque fracase. Cierto es que algunos errores del bulto se
han cometido en su estrategia durante esta breve legislatura, pero es
muy difícil disimular los fallos -algunos lógicos de la inmadurez
política- con el foco mediático continuo sobre sus cabezas. Las
coca-colas que bebió uno de sus miembros en cierta ocasión, después
de manifestarse públicamente contra las políticas de aquella
empresa y en favor de sus trabajadores, merecieron para algunos
medios más páginas y críticas que toda la fosa corrupta del PP.
Pero
el nivel de corrupción y tolerancia es de tal calibre que a día de
hoy es la única “alternativa decente” para dejar constancia
oficial de esta vergüenza nacional. Implicaciones y acciones
manifiestamente mafiosas de altos cargos de los distintos ministerios
que se han ido desgranando en los últimos tiempos gracias a un
trabajo brillante de diversos funcionarios de los cuerpos policiales,
de la carrera fiscal y de la judicatura que han sabido mantenerse
dentro de la profesionalidad y la decencia debida, soportando
presiones e injerencias intolerables de todo tipo, cuando vemos
nombramientos, ceses, traslados y comportamientos más que
sospechosos en estos cuerpos de la Administración del Estado. Mi
admiración para los primeros y mi total repugnancia para los
segundos. También a los pocos medios de comunicación que siguen
sacando “la basura” a la calle para que pueda limpiarse aunque
sea con la nariz tapada.
En
respuesta a estos comportamientos detestables, en vez de las
dimisiones y ceses que tocaría ver en cualquier país decente, hemos
visto reiteradas declaraciones chulescas de altos responsables
políticos con total falta de vergüenza y rigor, muy alejadas de lo
que debe ser un Gobierno serio y democrático.
Efectivamente
la moción no triunfará, pero obligará a todo el arco parlamentario
a retratarse ante el comportamiento de un gobierno con una ética y
estética en sus horas más bajas. Obligará a posicionarse
claramente en contra de las truculentas maniobras de un Gobierno, que
lejos de limpiar su casa de corrupción y colaborar con la justicia
se dedica a poner palos en las ruedas de la misma; o por el contrario
ponerse de perfil acusando a Unidos Podemos de lo inapropiado de la
moción para sus intereses partidistas.
Para
los que hasta ahora han dicho que el PP gobierna gracias a Podemos,
por no apoyar en su momento la candidatura Pedro Sánchez
(previamente pactada y firmada con ciudadanos), a ver que dicen
después de esta moción de censura.
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