domingo, 15 de diciembre de 2019

«DIARIO DE UN DESEMPLEADO»

«DIARIO DE UN DESEMPLEADO»
A veces me asusto de lo que escribo... O dicho de otra forma, detesto tener razón, cuando la realidad es que me hubiese gustado estar equivocado para según qué cosas...
Lo bueno (o malo) de escribir es que queda constancia de lo que piensas y cuentas, y pasado un tiempo echas la vista atrás sobre los textos impresos y en ocasiones se te eriza la piel, sorprendido de ti mismo...
Este texto, recuperado para a mi libro «reflexiones al borde de un café» tiene casi nueve años y, aunque ahora matizaría o incorporaría algunos detalles, sigo pensando lo mismo, y el tiempo -lamentablemente- ha venido a darme la razón.
























8-DIARIO DE UN DESEMPLEADO 
(pág. 39 del libro Reflexiones al borde de un café-Paco Vega)
22 de enero de 2011

Querido diario:

Llevo muchos días, semanas y meses dándole vueltas a un montón de cosas que me preocupan, y que hoy quiero confesarte (esto de “hoy quiero confesarte” me recuerda a una canción de éxito de hace algunos años de una famosa artista, pero tranquilo, por ahí no van los tiros...).

Necesito darle salida a todo todo esto que me bulle en la cabeza, como una olla a presión necesita expulsar el exceso de vapor que contiene para seguir cociendo su contenido sin que reviente.

Dicen que ya pasamos de cuatro millones los parados y que para solucionarlo han aprobado una ley que abarata el despido (ellos lo han llamado reforma laboral), es decir, que nuestros gestores, los encargados de la cosa pública, los responsables de la política de empleo y de que al país no le chirríen los engranajes, para conseguir que los que no lo tenemos trabajo trabajemos, deciden que la mejor forma de incentivar el empleo es que salga más barato despedir a los que si lo tienen o a los que puedan tenerlo en el futuro... La efectividad a tal medida está en la última estadística de empleo... Ha conseguido justo lo contrario de lo supuestamente pretendido. ¡ja...! La pregunta que yo me hago es la siguiente ¿Acaso era necesario “flexibilizar” -es otro “palabro” que les gusta mucho emplear- aún más el mercado laboral?

Si tenemos en cuenta que somos uno de los países europeos con una mayor inseguridad laboral, en el que existen un mayor número de contratos temporales, contratos de todo tipo, forma y manera, y más baratos. Lo que falta es estabilidad en el empleo, que se incentiven medidas para que crezcan las empresas existentes y que se creen nuevas empresas, que lógicamente llevará aparejada la creación de nuevos puestos de trabajo. Que se penalicen los contratos temporales, que se bonifiquen los indefinidos. Que los empresarios ganen dinero, que para eso las han creado, pero no a costa de estrangular al sufrido trabajador. Sin ser experto en la materia no me faltan argumentos para decir que fórmulas hay para ello. Lo que no es de recibo es que algunos empresarios, la banca, las eléctricas y el sector energético en general quieran seguir ganando lo mismo o más que antes de la crisis. Se me ocurre pensar que quizás nuestros gobernantes podrían fiscalizar convenientemente los contratos que se hacen actualmente en algunas empresas. Me viene a la mente algunas del sector de la alimentación -por poner un ejemplo- que tienen a un altísimo porcentaje de su plantilla con contratos “por circunstancias de la producción”, de los que la mitad o más son contratos a media jornada o por horas. Pero no media jornada de mañana o de tarde, como podría pesar todo el mundo, media jornada es que te llaman para que vayas hoy de mañana, al otro de tarde, al otro a medio día, al otro de media tarde-noche, con lo cual es imposible que un trabajador en estas circunstancias pueda conseguir otra media jornada en otra empresa que le permita llevar un sueldo digno a su casa.


Se me ocurre que quizás el gobierno que tan diligentemente acudió al auxilio de los bancos con una importantísima inyección económica al comienzo de esta crisis, podría haber puesto alguna que otra condición antes de entregar esta ayuda casi desinteresada que ahora los bancos nos devuelven con un cierre de grifo crediticio. Se me ocurre pensar que quizás los bancos no harían lo que están haciendo (motivo del cierre de muchísimas empresas y por consiguiente de muchísimos parados), si el estado no hubiese privatizado la banca pública. Por cierto, ya se empieza a hablar de la privatización de las cajas de ahorro... Y al hilo de las privatizaciones, ahora que también quieren privatizar la navegación aérea ¿qué van a hacer cuando esos controladores pertenecientes a empresas privadas vayan a la huelga? ¿también van a mandar a los militares a controlar o sustituir a las empresas privadas? Se me ocurre pensar que, mientras tenemos más de 4 millones de parados, se piden sacrificios, se rebajan sueldos, se exigen más horas, se reducen puestos de trabajo y se estudia la ampliación de años cotizados y la edad de jubilación de los trabajadores y además se pide flexibilidad para el despido libre, nuestros políticos no hacen el más mínimo gesto de renunciar a los privilegios de que gozan.

Resumiendo: mientras a la clase trabajadora se le exige toda clase de sacrificios, e incluso muchos se quedan sin ingresos y algunos pierden sus propiedades, los que acceden a la política... “por vocación...” pueden vivir a sus anchas, como si la crisis no fuera con ellos. tienen garantizada una pensión por permanecer un breve tiempo en la política, al margen de que sigan desempeñando su profesión habitual o sean nombrados asesores, presidentes o gestores de otras empresas con sus correspondientes sobresueldos, a los trabajadores se les alarga la edad de jubilación y se les exige cada vez más años cotizados para acceder a una pensión. Así no nos sorprende que determinados gobiernos pasados y presentes sigan remando a favor de determinados grupos empresariales y financieros con políticas que van contra su ideario político en algunas ocasiones o contra el sentido común en otras.

El Gobierno del Estado (el actual y los anteriores), podrían haber hecho algo cuando todo el mundo sabía que la burbuja inmobiliaria estallaría en cualquier momento, con independencia de la crisis internacional, en lugar de mirar al cañizo... para luego echar la culpa a otros de su incompetencia. Se me ocurre pensar que fomentar decididamente la construcción de viviendas de protección oficial hubiese frenado de algún modo la dichosa burbuja. Que algo se podría haber hecho para frenar aquel avance especulativo al que nadie ponía límites. En estos últimos años la oferta de viviendas pública ha sido prácticamente inexistente, y esos polvos han acarreado también estos lodos... Los Planes ZP, PZ y los S..P..M... han demostrado ser pan para ayer y hambre para hoy. Los prometidos “ochenta y nosecuentosmil” puestos de trabajo que pretendía crear el Gobierno Canario nada se sabe. Y así un sin fin de desaciertos, de incompetencia y de palabras huecas, cuando no mentiras. Y yo me pregunto ¿dónde tenemos la tasa más alta de paro de todo el estado? ¿quién tiene las competencias de empleo en Canarias? ¿Qué se está haciendo en Canarias para solucionar esto? La situación es la que es, los desempleados somos los que somos y las soluciones no se ven por parte alguna.

Lo que está por venir tampoco es muy prometedor para los trabajadores. La derecha amenaza con endurecer aún más las reformas emprendidas por este Gobierno (endurecer las reformas quiere decir más penalidades para los trabajadores y para los que ni siquiera lo somos porque estamos en el paro). Esto significa más paro, más impuestos, menos sueldos y pensiones. Subidas de la luz (parece ser que las eléctricas no tienen techo...), subidas de los combustibles. Frenazo a las renovables. Felipe González ficha con Gas Natural y Aznar ficha con Endesa. Que casualidad...

En estos últimos años hemos dado muchos tumbos. ¿Qué pasó con el cheque bebé? ¿Qué pasó con los cuatrocientos euros? Y ahora nos tiramos en los brazos de los mercados... ¡lo que los mercados digan! … ¡señor, si señor!... Saldremos de la crisis tarde o temprano..., o eso espero..., pero me temo que por el camino perderemos un buen puñado de derechos. Los derechos que tantos años nos costó conseguir. Esta derecha, la que nos gobierna, y la que está por venir, me temo que no están dispuestos a que salgamos de la crisis sin trasquilarnos un buen puñado de derechos adquiridos. Sin que las diferencias sociales sean cada vez más acentuadas. Sin que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. Y en Canarias..., y en Canarias dos huevos duros...

Hasta la próxima querido diario...


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