Qué
decir de Antonio González “Loreto IV” que no se haya dicho. Uno
de los mejores luchadores de todos los tiempos, por poderío,
habilidad, garra, e inteligencia. Si, inteligencia cinestésica que
es la que manejan los deportistas de élite, los campeones. Todo lo
que se diga de Loreto IV es poco. Sólo hay que sentarse a ver
algunos vídeos de la época para comprobar su combatividad,
flexibilidad y recursos luchísticos. Nunca se daba por vencido y
siempre salía a luchar, aunque
llevase una a su favor.
Ver
los terreros llenos a rebosar para disfrutar de aquellos
enfrentamientos históricos con lo más granado de nuestro deporte
era muy emocionante (y aún lo sigue siendo durante
el visionado de
las
luchadas
que circulan por las redes).
Volver a ver aquellas imágenes de agarradas en las que un hombre
menudo, fibroso y tremendamente habilidoso, se batía con
valentía para
terminar
dando
en tierra
con
auténticos colosos de la lucha era algo
digno
de admiración. Los terreros se caían al suelo de emoción al vivir
en directo las hazañas combativas de este GLADIADOR DE LOS TERREROS.
Ver a más de seis mil personas vibrar en un recinto deportivo, con
los enfrentamientos de estos colosos de la lucha, mientras otras mil
se quedaban en la calle por falta de aforo era algo muy
emocionante
que nos gustaría volver a vivir en esta
tierra canaria.
Loreto
IV puso muy alto el listón de la lucha canaria en el Cruce de
Arinaga, en Agüimes, en el Sureste, en la isla de Gran Canaria y en
toda Canarias. No me imagino cómo debieron vivirlo esos hermanos
“los
loreto”,
toda una saga de excelentes
luchadores,
cuando
vieron
progresar a uno de los pequeños de la familia hasta convertirse en
"el hombre a batir” en
los terreros de
toda Canarias.
Debía erizárseles la piel con lágrimas en
los ojos
cuando vivían los triunfos del pequeño de la familia que
consiguió
llegar
a lo más alto
de nuestro deporte.
Antonio
González lo tenía todo: inteligencia, garra, grandeza, pundonor y
combatividad. Todo lo que UN GRANDE de la lucha canaria necesita para
llegar tan alto y mantenerse ahí por mucho tiempo, a pesar de tantas
lesiones como sufrió.
No
voy a nombrar en este texto a nadie más por dos razones
fundamentales: porque este es un homenaje a Loreto IV y también
porque
no tendría espacio suficiente para enumerar a todos los luchadores
que han hecho grande a este deporte, incluso mucho antes de que la
televisión tuviera "la deferencia" de ocuparse de la lucha
canaria,
acercándola a todos los aficionados. A la mente de todos acudirán
sin duda nombres insignes de la lucha; antes, durante y después de
Loreto IV. No
sólo hablo de puntales, porque
no
han sido pocos los
luchadores de la mal llamada cola y media que
destrozaron
equipos enteros con actuaciones memorables.
Loreto
IV nos ha hecho vibrar y amar a la lucha canaria como nadie y será
por siempre memoria viva de nuestro deporte.
El
próximo día 01 de octubre se celebra en el
terrero de Vecindario una gran Luchada-homenaje a este monstruo de la
lucha canaria. Se hace mención especial
a
que,
en un bonito gesto de generosidad,
el
propio Antonio
González
ha decidido que todo lo recaudado se destine íntegramente
a la Asociación de Lucha Contra el Cáncer Infantil Pequeño
Valiente.
Gracias
Antonio González por tantos días de gloria. Gracias Loreto IV por
poner a nuestra lucha canaria en lo más alto del panorama deportivo
canario. Gracias al niño de Montaña San Francisco que llegó a lo
más alto de la lucha canaria. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS…
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