No les voy a cansar con el enésimo análisis electoral de resultados de las últimas elecciones, con el habitual señalamiento de culpas y el famoso “ya te lo advertí”. Ahora toca arremangarse el pantalón de brega -una vez más- y disponernos a construir una más que necesaria UNIDAD DE CANARIAS, con una base sólida, alejada de personalismos y oportunismos políticos. Lógicamente hablo de la izquierda canaria. A la derecha ya sabemos que no le afectan desapegos, corruptelas, dimes ni diretes.
Sobre los recientes comicios electorales sólo hacer una pequeña reflexión: el tercer partido más votado al Parlamento Canario ha obtenido 170.000 votos, con las consecuencias que todos conocemos. Por otra parte, la suma de votos que no han obtenido representación más los votos nulos o en blanco asciende a unos 146.000 aproximadamente. Si además contamos con una abstención de unos 671.000 canarios, que se han quedado en su casa o han decidido marcharse a la playa, por aquello de que “son todos iguales”, es decir, que no se sienten representados, no hace falta ser un genio en matemáticas para comprobar que sobra terrero en el que bregar, si de defender los intereses de los canarios se trata; los intereses de los currantes, pensionistas y una juventud a veces desnortada y sin esperanzas.
Dice un viejo y sabio refrán marinero que: “A golpe de mar, pecho sereno”… Y en estas estamos…
Este terruño archipielágico está muy necesitado de mirarse al espejo y reconocerse sus defectos, pero sobre todo sus potencialidades como pueblo. Las siglas, banderas o marcas deben postergarse. Es el momento de analizar prioridades y poner en común lo que nos une, aglutinando la energía juvenil y la reflexión serena de la madurez con mente abierta, sin vetos ni prejuicios. Es importante en este momento bajar los listones de exigencias y centrarnos en lo que nos une como pueblo. Que nadie se considere imprescindible, pero en el convencimiento de que todos somos necesarios. La agarrada será dura y el contrario utilizará a sus puntales con determinación. Pocas veces un luchador tiró a todo un equipo, por lo que aquí no sobra nadie.
LA UNIDAD debe primar por encima de todas las cosas. TOD@S tenemos algo que aportar. Ahora toca analizar, reflexionar y conformar equipos de trabajo para seguir avanzando en la Unidad de Canarias, sin sellos ni marcas. Los canarios ya hemos podido comprobar en el pasado que sólo cuando nos unimos somos fuertes.
Comprobarán que utilizo habitualmente en mis comentarios algunos símiles luchísticos y náuticos, muy arraigados en mi travesía personal. La lucha canaria, tan maltratada siempre, ha recibido el día de Canarias el último hachazo por parte de la Televisión Canaria, que cortó la emisión en mitad de la luchada. Luego se disculparon, pero la indignación de los aficionados aún resuena en todos los foros. Si, no sólo al territorio dan hachazos medioambientales en forma de líneas de alta tensión y otros megaproyectos energéticos en presas y parajes protegidos, también el deporte canario por excelencia es frecuentemente ninguneado.
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