El pasado año escribía una pequeña reseña en forma de homenaje al personal de la farmacia de La Atalaya por su buen hacer y profesionalidad. Y este año me encuentro con la sorpresa de que son ellos precisamente los pregoneros de las fiestas de La Atalaya. Un pregón curioso y coral, lo que no suele ser habitual. Los pregones suelen ser un tostón, para que nos vamos a engañar, salvo contadas excepciones.
La curiosidad y la peculiaridad de ser un pregón protagonizado por todo el personal de la farmacia hacía que mereciese la pena verlo en directo. Al final la “amasadora” que tengo por cabeza me falló y se me fue el baifo por completo. Cuando lo recordé ya era tarde.
En los días siguientes estuve buscando el vídeo del evento en las redes sociales, pero no lo encontré, sólo hallé las fotos y algunos comentarios. A mi amiga Ana le llegó la noticia de mi interés por el tema y me mandó los vídeos del acto. Y hablo en plural porque son muchos vídeos, ya que al parecer nadie grabó el evento en su totalidad, pero aún así me encantaron. Lo que pude ver fue una recopilación de intervenciones de cada uno de los protagonistas. Con unos me reí mucho y con otros se me escapó hasta una lágrima. Muy divertido y emotivo a la vez. A un@s se les notaba muy nervios@s y otr@s mucho más sueltos. Pero estuvieron tod@s fantásticos. Espero que muy pronto puedan editarlos e incorporarlos a un único vídeo. Merecerá la pena tenerlo para el recuerdo. Un pregón muy original y divertido. Por cierto, se me antoja que ese podría ser el embrión de un grupo de teatro. Piénselo!! Muy recomendable, especialmente para los que ya están retirados y l@s que dentro de poco pasarán a estarlo… Ahí lo dejo…
Por cierto, ya muchas empresas quisieran tener “la magia” y el buen rollo que desprende el personal de esa farmacia. Este pregón no ha hecho más que evidenciar el buen ambiente que se respira allí, al margen de las lógicas vicisitudes laborales del día a día.
Hasta “Miguel el farmacia” volvió a brillar junto sus compañer@s, como en sus mejores tiempos. Y hablando de Miguel, ahora que “pintan bastos” en la gestión municipal. Recuerdo que en una ocasión tuve que recurrir a él en su etapa de Concejal -hace unos 16 años- cuando la gestión del alumbrado público aún no se había privatizado, al comienzo de la construcción de mi casa. No tenía apenas confianza con él, no somos de la misma quinta y además yo había estado fuera de la isla por motivos profesionales durante muchos años, con lo que pierdes el contacto con casi todo el mundo. Le dije que tenía un problema con una farola de alumbrado público y un poste en medio de lo que luego sería el frontis de la casa, que dificultaba mucho el trabajo de la maquinaria para las obras. Le pregunté que si era posible trasladarlo unos metros y al día siguiente quedó resuelto el problema, ya que envió a los operarios municipales cambiando el poste de sitio y despejando así la zona para trabajar con seguridad. Creo que no hace falta dar más explicaciones sobre el particular… Si esa situación se me hubiese dado hoy en día no creo que la solución al problema hubiese sido la misma. Y es que los buenos profesionales, incluso los políticos, siempre brillan con luz propia…
Besos y abrazos de Paco Vega para el equipazo de la Farmacia de La Atalaya.-
¡¡Muchísimas gracias por ser tan generoso en tus comentarios!!😘😘
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