El oro negro tiene también su lado oscuro y REPSOL acumula un negro expediente plagado de violaciones de las normas medioambientales, de los procedimientos de información y, lo que es más grave, de los derechos humanos.
Los derrames petroleros son la regla y no la excepción
REPSOL, y la industria petrolera en general,se benefician de la vertiginosa rapidez con que se suceden los titulares de prensa, la competencia entre las noticias para situarse en primera página y la dificultad para permanecer en la misma. Por ello existe una falsa percepción de seguridad, mientras la realidad es otra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario