Todos nos hemos
preguntado alguna vez, desde que comenzó este azaroso empecinamiento
en la búsqueda de petróleo aquí, por qué ahora, y por qué en
Canarias.
España nunca ha sido un
país productor de petróleo, y ahora tampoco, pero ha decidido
autorizar a una compañía privada de capital diverso, llamada
Repsol, para que realice prospecciones precisamente en aguas de
Canarias. El Gobierno español ha decidido autorizar unas
prospecciones peligrosas en aguas ultra-profundas, a más de 3.500
metros sobre lecho marino, más los miles de metros que haya que
profundizar el propio subsuelo oceánico, con el consiguiente riesgo
de vertidos y de interferencia en una zona eminentemente volcánica y
claramente inestable. Los últimos episodios de El Hierro así lo
evidencian, y la más que latente actividad volcánica en Lanzarote,
una de las islas más próximas a la zona de perforaciones.
El
mayor accidente petrolero reciente fue la explosión de la plataforma
de BP Deepwater Horizon en el Golfo de México, que derramó nada
menos que 780.000 toneladas en la primavera de 2010, de lo que aún
se están sufriendo las consecuencias.
Por
otra parte, Repsol
posee un abultado historial de responsabilidad en la generación de
pasivos ambientales en forma de vertidos: Tarragona, Argentina,
Brasil, Bolivia, Ecuador, Perú y Colombia. También se han
denunciado episodios de contaminación atmosférica en sus
refinerías: Tarragona, Cartagena, Muskiz, Luján de Cuyo
(Argentina), que en este y otros enlaces puede localizar todo el
que esté interesado en ampliar la información: "el currículum oculto de una compañía irresponsable".
Sin
embargo, con todos estos antecedentes el Gobierno autoriza estas
prospecciones en Canarias (sólo en Canarias), cuando ya los
principales países árabes productores de petróleo están apostando
decididamente por las energías renovables; y la respuesta a todo
esto,
aunque retorcida, es sencilla. Los científicos -no lo digo yo-
han estimado que al petróleo le queda una vida útil de apenas unos
40 años (en la mejor de las hipótesis), así que los poderosos
lobbies energéticos han decidido apostar fuerte para “exprimir”,
sacando la máxima rentabilidad con un petróleo cada vez más escaso
y “caro”, aunque para conseguirlo tengan que destrozar pueblos
enteros o reservas biológicas de especial valor, o en este caso, el
presente y futuro del pueblo canario. Por eso han decidido perforar
en profundidades extremadamente peligrosas con el beneplácito y la
complicidad de un gobierno del que forma parte un canario que hace de
“ariete” de los intereses de la multinacional (él sabrá por
qué). Ellos han decidido apostar fuerte aunque lo que esté en juego
sea mucho y el beneficio para el pueblo canario nulo, en contra de
los intereses y la voluntad de los canarios. El petróleo cada vez
será más escaso y más caro, por lo tanto, las pocas manos que lo
manejen serán cada vez más ricas. Y no estoy hablando de Canarias,
ni siquiera de España, estoy hablando de Repsol y de los grandes
lobbies energéticos con múltiples vinculaciones políticas a todos
los niveles...
Y
decía antes que el ariete es Soria puesto que controla al PP en
Canarias, controla a la Patronal canaria y controla a gran parte de
los medios de comunicación canarios, directa o indirectamente. Solo
hay que tener ojos y oídos para comprobar la costosísima campaña
publicitaria que se está volcando en las últimas semanas en los
medios de comunicación a favor de las prospecciones. Qué medio de
comunicación -con la que está cayendo- hace ascos a esos dineros
en forma de cuñas publicitarias múltiples y diarias...
Los
riesgos “son lo de menos”. Ya se anticipó algún “adelantado”
del PP a decir que si hay un vertido se crearían muchos puestos de
trabajo para limpiar las playas. En esas estamos y con ese “respeto”
nos tratan.
Si
el pelotazo no pudo llegar a través de las renovables llegará a
través del petróleo, pero llegar llega. Es más, se han dado tanta
prisa en conceder las autorizaciones que, a pesar de las
irregularidades, a pesar de los recursos pendientes, a pesar de los
pesares, si al final todo sale mal -para Repsol- y Europa o algún
tribunal termina paralizando las prospecciones ya se han asegurado el
lucro cesante por esa concesión administrativa otorgada
precipitadamente, que por supuesto pagaremos todos a escote...
¿Por qué en Canarias?
Porque somos una colonia y como colonia nos tratan, porque estamos
alejados de la península, porque el Ministro del ramo es canario y
tiene el control total del partido y de los empresarios y de los
medios de comunicación en las islas, y además, si hay un vertido "el
coste político no sería tan grave” como en la península...
Si este gobierno pensara
en el presente y el futuro de Canarias, como parece ser que si lo
hace en Baleares,Valencia o Málaga, no respaldaría tremendo despropósito
medioambiental y económico.
No podemos permanecer
impasibles ante este atropello y muestra de desprecio al pueblo
canario.
Paco Vega.-
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