Repasando la información
de los últimos hechos acaecidos en la zona de aguas canarias en la
que Repsol tiene previsto realizar las prospecciones, en la que
varios activistas de Greenpeace han resultado heridos, una de ellas
de gravedad y que se encuentra actualmente en el Hospital Dr. Negrín
de la capital grancanaria, compruebo que este Gobierno ha perdido el
norte. Entregados a los mercados y a los lobbys energéticos
(REPSOL), no han dudado en utilizar a La Armada para agredir a unos
pacíficos ecologistas que se limitan a defender lo que en buena
lógica debería corresponder al estado español, esto es la
biodiversidad y la protección del medio ambiente. Esto que ha
ocurrido es muy grave, porque si la iniciativa de embestir a los
ecologistas fue una decisión autónoma del patrón de la semirrígida
de la Armada deberá responder ante los tribunales por su manifiesta
temeridad. Sin embargo, si lo hizo siguiendo instrucciones de sus
mandos y por lo tanto del Gobierno de la Nación la cosa es mucho más
grave y el Ministro de Defensa deberá dar explicaciones por los
hechos ocurridos.
Aquí por pescar sin
licencia, por realizar un vertido al mar una embarcación, o por
realizar una hoguera te cae “la del pulpo”, sin embargo este
Gobierno ha decidido autorizar a una compañía privada la extracción
de petróleo en aguas ultraprofundas (máximo riesgo), en zona de
actividad volcánica y de especial protección, y para que puedan
pergueñar el “desastre ecológico” en beneficio propio no dudan
en utilizar a la Armada poniendo en grave riesgo la vida de los
ecologistas que se posicionaron en el lugar.
En mis veintidos años de
desempeño profesional en la Administración General del Estado nunca
presencié lo que pude visionar en esos vídeos que circulan por las
redes sociales, en la que una fuerza militar estatal acomete con
violencia a otra embarcación, poniendo en grave riesgo la vida de
las personas, por el supuesto incumplimiento de una orden
administrativa (el perímetro de seguridad en torno a una zona
marítima concreta dictaminada por la Capitanía Marítima lo es). Ni
siquiera he visto nunca esa violencia desmedida en la persecución
del narcotráfico. Por supuesto los pacíficos ecologistas no son
delincuentes.
Algo muy grave está
pasando en este País que, inmerso en numerosos casos de corrupción,
su
Gobierno se dedica a favorecer los intereses privados de una
compañía con grave riesgo para el territorio y la población
canaria; y que no duda en utilizar para ello a la Armada Española,
que es de suponer está para proteger la defensa nacional y no a una
empresa privada.
Espero que en algún
momento alguien ponga “pie en pared” y con un mínimo de cordura
reconduzca esta sinrazón a la que nos están llevando. Éstas son precisamente actuaciones que en nada
favorecen a la “marca España”. Esperemos que los Diputados y
Senadores Canarios del Partido Popular en las Cortes Generales peguen
un puñetazo en la mesa ante tanto despropósito y levanten su voz en
defensa de una Canarias a la que juraron defender.
Espero que al Ministro de
Industria (canario para más señas) se le encienda una luz y piense
más en Canarias y menos en su “retiro dorado”.
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