Estoy
hasta las narices de escuchar a charlatanes metidos a políticos
estar todo el día con la matraca de LA BAJADA DE IMPUESTOS, mientras
toman el pelo a los ciudadanos que confiados se creen sus mentiras.
Mienten
los políticos cuando dicen que quiere bajar impuestos. En realidad
la pregunta que habría que hacerles es ¿qué impuestos van a
bajar...?
Pues
bien yo lo voy a explicar, y el que quiera desmentirme que lo haga:
Determinada
ideología política siempre pregona bajar los impuestos pero, ¿Qué
impuestos? Yo se los diré, los que favorecen a determinada clase
social económicamente bien situada; como por ejemplo el impuesto de
sociedades y el de sucesiones y donaciones. Alguien podría decirme
que la eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones nos
beneficia a todos, y es cierto, pero a quien realmente beneficia no
es a quien hereda un pisito en un barrio pobre, sino a los herederos
de grandes fortunas y patrimonios… ¿Acaso hay que explicarlo…?
Lógicamente, el que poco tiene que heredar poco tiene que pagar,
pero las clases adineradas si que tienen que soltar aquí la mosca…
Éstos son, y no otros, los verdaderos beneficiados de la supresión
o rebaja de este impuesto…
Por
otra parte, cuando hablan igualmente de BAJAR el IRPF también
mienten. Lo que hacen en realidad es bajar los tipos más altos, es
decir, bajan los impuestos a los que más ganan, los altos directivos
y gerentes. Para el común de los currantes, los que menos ganan,
toca seguir pagando, a veces incluso más.
Al
mismo tiempo que pregonan una bajada de impuestos inexistente, al
menos para las “clases populares” (Impuestos Directos), traman
una sigilosa subida de los Impuestos Indirectos, es decir, los que
pagamos todos “a escote”, independientemente de nuestros ingresos
y patrimonio (gasolina, tabaco, alcohol, etc.). Se graba con estos
impuestos el consumo, en lugar de a las rentas, mediante los cuales acaba pagando lo mismo el propietario de una gran fortuna que el obrero que no
llega a final de mes o el desempleado.
Por
eso, cuando oigo a estos embaucadores todo el día con la matraca de
la rebaja de impuestos, a sabiendas de que el común de los mortales
seguirán pagando lo mismo o más, no puedo evitar revolverme de
impotencia en el conocimiento de que muchos ingenuos acabarán
votándoles.
Esta
es una “explicación pedestre” de un tema altamente complejo para
el común de los mortales, también para mi, pero hay que tener
presente que asuntos tan importantes para la vida de las personas
como LA SANIDAD, LA EDUCACIÓN o las infraestructuras dependen de
nuestros impuestos. Otra cosa muy diferente es la distribución y la
gestión que se hace de los mismos, las bonificaciones a las grandes
fortunas o las amnistías fiscales que de cuando en cuando “regalan”
a los defraudadores para blanquear el desatino…
Ahora
que cada uno que piense lo que le conviene según su propia situación
económica…
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