Reconozco por adelantado que este es un asunto antipático, complicado y enrevesado. Quizás por eso sea más importante si cabe intentar desenredar el nudo de intereses creados por los grandes poderes de este país, o al menos dejar entrever que no todo es de color de rosa en lo concerniente a la información, especialmente a la información política.
Estoy espantado del volumen de manipulación de los medios de comunicación, especialmente en esta campaña electoral madrileña, y concretamente en La Sexta, que travestidos de progresistas intentan mostrar a los confiados ciudadanos un falso perfil “neutral”, casi de izquierdas. Muy curioso si apuntamos que pertenece al mismo grupo empresarial que Antena 3, claramente de derechas (Grupo A3media). Pero sólo consiguen despistar a los desinformados. No nos engañan a los que hacemos un seguimiento serio y crítico de sus “galas drag” en forma de programas informativos.
La estrategia parece ser invisibilizar a Pablo Iglesias y Unidas Podemos. Borrarlos de las televisiones y por consiguiente de la campaña electoral. En programas diarios y en los especiales vemos que, el minutaje destinado a este partido está muy lejos del resto de formaciones políticas, pero especialmente del PP de Ayuso. Es algo muy sencillo de comprobar si estamos atentos, a pesar de las descaradas manipulaciones televisivas para endulzarnos el engaño. Incluso cuando se le menciona o muestra en vídeos, montajes o locuciones de supuestos expertos políticos son casi siempre comentarios, imágenes o extracto de locuciones fuera de contexto que le perjudican descaradamente. Cuando muestran el argumentario de otros partidos también acaban sacando en pantalla a Ayuso, así como sus ocurrencias. Cuando tocan un tema y empiezan a sacar en pantalla la opinión de cada uno de los partidos, casualmente se lo saltan al llegar el turno de Unidas Podemos. Es algo tan descarado que siento vergüenza ajena al tener que explicarlo.
Aparentemente es una manipulación sutil, pero nada más lejos de la realidad, quizás sea imperceptible para el ciudadano despistado y poco informado, el que apenas se interesa por la política o lo hace esporádicamente a través de los medios de comunicación masivos, pero LA MANIPULACIÓN ES MONSTRUOSA, destinada a visibilizar a Ayuso, incluso cuando se habla del resto de candidatos. La señora Ayuso demuestra, cada vez que abre la boca, que no tiene programa ni competencia para dirigir ni una comunidad de vecinos, pero la alta visibilización de las cadenas de televisión y otros medios consiguen hacerla ver como “la menos mala” del triste panorama político. Ni si quiera pueden encumbrarla como la mejor porque sería ridículo.
En cualquier otro país, la renuncia de un líder al cargo del Vicepresidente del Gobierno de la nación para presentarse como candidato a una comunidad autónoma sería una noticia significativa que daría un vuelco electoral de colosales dimensiones, si el tratamiento informativo fuese objetivo. Pero observamos con tristeza que no, que el tratamiento informativo del noventa por ciento de los medios es invisibilizar a Pablo Iglesias, a pesar de ser un candidato brillante e inteligente, de sobrada dialéctica y propuestas políticas serias. A pesar de la agresividad con la que los periodistas de estos medios atacan al líder de Unidas Podemos, sorprende la amabilidad con la que tratan a los candidatos de derechas, dejándoles que respondan a lo que ellos estiman conveniente, aunque no tenga que ver con lo preguntado, yéndose casi siempre por los Cerros de Úbeda…
Esto que aquí denuncio se produce habitualmente en el panorama informativo español, pero en esta campaña han entendido que existe una posibilidad real de un aumento de participación de la izquierda política, por lo que todo ello puede dar al traste con el principal bastión del Partido Popular. Por tal motivo la han emprendido con toda la virulencia de la artillería mediática disponible contra Unidas Podemos y su líder, la mayor parte de las veces sin recato ni vergüenza.
Alguien podría preguntarse el por qué, es decir, por qué iba a hacer eso los medios de comunicación, pero claro, conocer que la mayor parte de los medios son privados y que son empresas tras las que están los mayores capitales de este país, muy interesados en que las derechas sigan marcando el paso en este país porque económica y fiscalmente son muy favorecedoras de sus intereses, lo aclara todo.
Es de sobra conocido que, la mayor parte de los ciudadanos se acercan a la política a través de los medios tradicionales de comunicación, por lo que es lógico pensar que estos mensajes, travestidos unas veces y descarados otros, puede llegar y confundir al gran porcentaje de indecisos, inclinando así la balanza finalmente hacia la derecha política.
Ya no les vale ni una hipotética subida de Vox, puesto que seguro sería a costa de una bajada propia, habiéndose amortizado ya los votos de un extinto Ciudadanos.
Una vez me dijo una amiga que no era posible que todos los medios de comunicación mintieran, a lo que yo le respondí que no, pero que había muchas formas de mentir, manipular o desinformar para favorecer a quien le abulta la cuenta corriente.
Sin embargo la APM (Asociación de la Prensa de Madrid), de perfil claramente conservador -por ser finos- no dice ni pío, a no ser que sea para sumarse a esta descarada y monstruosa persecución a Unidas Podemos. Compruébenlo por ustedes mismos escuchando y observando con espíritu crítico todo este contubernio. Considero a la prensa como uno de los pilares fundamentales en los que se sustenta cualquier democracia (denominado habitualmente “cuarto poder”), por lo que la corrosión que cada día observo en este sector me preocupa mucho más que la propia corrupción política.
Gracias por leerme, los que hayan tenido la paciencia de seguirme hasta aquí. Sé que a veces me pongo un poco pesado e insistente, pero cada día estoy más sorprendido de lo que veo y escucho en este retorcido mundo de intereses.
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