¿Qué necesidad había de aumentar el maltrato medioambiental con esa cruz? ¿Por qué no se exige a las empresas adjudicatarias de suelo y licencias el máximo respeto e integración con el entorno?
No entiendo que las exigencias medioambientales con cualquier intervención paisajística de un particular sean tremendamente rigurosas, mientras que con las grandes empresas titulares de estos repetidores sean tan laxas.
¿En base a qué criterio, por muy religioso que sea D.Teodoro (este es un país aconfesional), se ha instalado esa gran cruz de una tradición religiosa foránea?
Creo sinceramente que hay que predicar con el ejemplo y poner a todas las administraciones implicadas a ordenar esa bella montaña de nuestro Norte grancanario.
Que las campañas electorales no distraigan a nadie de cumplir con sus obligaciones.
Que nadie, por seguro que se sienta, piense "que está todo el pescado vendido"...
Gánense el sueldo carajo...
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