domingo, 11 de noviembre de 2018

El fascismo, por Paco Vega



EL FASCISMO, por Paco Vega

Triste es comprobar que el fascismo no ha sido aún extirpado de este país, que sigue inyectado en vena o grabado a fuego en el cerebro de muchos. Han sido muchos los años de adoctrinamiento, antes y durante la mal llamada transición, que da por sentado que, cualquier apertura democrática es un atropello a los “valores de España” (léase La Patria, La Bandera, el Rey y la religión católica, apostólica y romana...). Nadie piensa en las personas, las que por supuesto deberían estar siempre en el centro de cualquier ecuación política, muy por encima de patrias y banderas. De hecho, la realidad en este país es que las personas pasan siempre a un segundo o tercer plano, por no decir que desaparecen radicalmente en los programas de determinados partidos que se reivindican como portadores de “las esencias históricas” de España. Una España ciertamente peculiar que vive en ocasiones completamente de espaldas a la realidad y a los problemas de los españoles.

No quiero que mis palabras suenen gruesas, pero si con la seriedad suficiente para abordar este triste asunto. Triste porque compruebo que hay una gran incultura política, incultura de la que además presumen muchos sin recato. Escuchar a simples trabajadores hacerse eco y repetir machaconamente las consignas pretéritas y huecas, referidas a la unidad de la patria y la bandera, mientras sus derechos laborales y sociales son pisoteados, es realmente descorazonador. Han sido muchos los años de terreno abonado para facilitar esta involución social que facilite el acabar con los derechos de la clase trabajadora, conseguidos todos ellos a base de sangre, sudor y lágrimas. Ya se viene haciendo con las pensiones, con los sueldos, con la sanidad, con los servicios sociales, etc. Poco a poco, casi sin que nos demos cuenta, distraídos como estamos con el fútbol, los programas basura y los conflictos creados artificialmente para mantener nuestra atención lejos de los asuntos realmente importantes, nos van robando la cartera y la dignidad.


Hasta hace “cuatro días” no existía fascismo en este país... Nadie a la derecha del PP osaba toser la discrepancia porque ya se encargaba el partido de la gaviota de aglutinar a todas las esencias de regímenes pretéritos. Unas veces más disimuladamente que otras, sin hacer alarde pero sin condenar explícitamente el régimen dictatorial, que masacró y reprimió a toda voz discordante, consiguieron que nos dejásemos engañar con el cuento de la lechera de la transición. Digamos que todos sabíamos bajo qué siglas se ocultaban los miles de fascistas que ahora asoman la pezuña. Ningún partido como ahora enarbolaba banderas ni espíritus patrios y religiosos con el esperpento que ya no recordábamos desde la franquismo. De repente todos en las derechas compiten a ver quien es es “más patriota”, más chulo o la tiene más grande (la bandera). Hasta tres partidos, sin contar otro montón de adoradores de un franquismo trasnochado se disputan el ser portadores de lo más rancio de esta España podrida de corrupción. Los que hasta hace bien poco se bañaban en “esencias constitucionales” y se hacían llamar a si mismos “CONSTITUCIONALISTAS”, ahora ni se ponen colorados camuflando una reducción drástica de derechos y libertades, ocultas en sus soflamas y banderas, en pos de “LA UNIDAD DE ESPAÑA” y otras memeces para ingenuos adoctrinables, aunque para ello haya que pasarse la “tantas veces venerada Constitución” por el arco del triunfo.

El gran capital sabe engrasar muy bien los mecanismos de la manipulación. El “problema catalán” les ha venido que ni pintado para ir entrenando sus técnicas, tácticas y mentiras que, convenientemente repetidas hasta la extenuación por los medios de comunicación afines, consiguen el efecto multiplicador que ahora vemos en la calle y redes sociales. La Iglesia Católica, por su parte, a través de la Conferencia Episcopal y sus medios de comunicación (La Cope y 13 TV), no están siendo actores menores a la hora de inyectar odio en las desinformadas mentes de los ingenuos ciudadanos, muchos de los cuales anuncian ya en las redes mano dura e intransigencia con los “infieles” y “enemigos de España”. AL PAREDÓN, gritan los más testosterónicos y monoreuronales. Algunos periodistas amenazan incluso con TIROS EN LA NUCA desde programas de difusión nacional. Y y no pasa nada, oiga! porque no son raperos, titiriteros, o Drag Queen de concursos carnavaleros, de lo contrario la Fiscalía ya habría tomado medidas drásticas

Pues si, dos de los canales que más odio vomitan cada día a sus audiencias pertenecen casualmente” a la Iglesia Católica... Aquí, parece ser, no se predican las enseñanzas de Cristo... En este país, “la franquicia de la Iglesia de Cristo” siempre ha estado con los poderosos, que no han dudado en vomitar odio contra los que, como Jesucristo, osaron enfrentarse a los poderosos… (según las Sagradas Escrituras). En fin, cosas del desatino religioso…

A Jorge Fernández Díaz, antiguo Ministro del Interior, un cristiano de misa diaria, le pillaron en unas grabaciones, maniobrando desde las “cloacas del estado” en contra de las instituciones democráticas catalanas. “Esto la fiscalía te lo afina” le decía el ex-Ministro del Interior al Jefe de la Oficina Antifraude Catalana, Daniel de Alfonso (juez de profesión, para más señas...).

Luego vendría el 01 de octubre, con toda una represión desproporcionada e innecesaria, aunque desde los medios nos hayan hecho creer lo contrario con el bombardeo mediático. También desproporcionada ha sido la prisión para los presos políticos catalanes. Luego nos hablan de la existencia de una dictadura en Venezuela, los mismos que aquí justifican que unos políticos estén presos por unos delitos imposibles y que reputados juristas de este país ya han manifestado -de forma reiterada- su improcedencia, además de ser desautorizados a nivel internacional desde varios países europeos cada vez que han tenido que pronunciarse sobre el tema. El hecho de que los países europeos que más duramente castigan los delitos de rebelión no hayan visto argumentos suficientes para extraditar a Puigdemon por estos delitos es muy significativo, a pesar del marasmo informativo. El propio Juez Llarena HA RETIRADO la orden de extradición contra Puigdemont que él mismo dictara con anterioridad, algo inaudito en la justicia española, según el prestigioso Magistrado Emérito del Tribunal Supremo José Antonio Martín Pallín. Toda una serie de rocambolescos acontecimientos juridico-políticos, que de haber ocurrido en el país hermano de Venezuela estaríamos tirándonos de los pelos, y los medios de comunicación vociferando contra la “dictadura de Maduro”, como habitualmente llaman al Gobierno Venezolano.

Ciertamente hasta a mi me gustaría huir de este país, si pudiera. Un país en el que la corrupción y la mentira campan a sus anchas por todas las instituciones.

Casualmente siempre hay un “enemigo superior” que combatir. Primero fue el terrorismo de ETA, ahora es el independentismo catalán. Ciertamente en Cataluña el 01 de octubre no existió el “requisito imprescindible” de LA VIOLENCIA para apreciar el DELITO DE REBELIÓN, pero créanme si le si les digo que muchos estarían encantados de que la hubiera o hubiese… Y no hablo de los independentistas precisamente… A las pruebas me remito.

Y así se va inyectando el odio en una sociedad mayormente desinformada y manipulada, que acaba volcando en las redes sociales mensajes inauditos, propios de estados fascistas. El enemigo exterior -el inmigrante pobre claro- pasa a ser foco de las críticas y los odios. También el demócrata de todo signo y condición que no comulga con el fanatismo y violencia desatados. Todo por el orden y la Ley” (Léase EL BENEFICIO de de una clase privilegiada, avariciosa y explotadora que no está dispuesta a perder su posición de ventaja en esta corrompida sociedad española, y que siempre -desde una buscada segunda línea- alimenta económicamente a los fuegos que le interesa mantener vivos para conseguir sus objetivos).

Es curioso que la corrupción política -y empresarial- (no hay que olvidarlo porque siempre van de la mano) figura siempre como el vagón de enganche para los reduccionistas de UNA GRANDE Y LIBRE...”. El dinero no tiene corazón ni sentimientos, solamente el interés por el vil metal hace que extraños compañeros de cama compartan políticas e intereses. Acabado e negocio se acaba la relación, salvo que hayan hipotéticos negocios futuros de los que aprovecharse, para lo cual volverán entonces a “entenderse”.

El capitalismo no sería posible sin la participación ignorante de la gran clase trabajadora, que adopta como propios los enunciados del capital depredador que le somete, bajo otras fórmulas asequibles como puede ser la patria, la bandera o la religión. Valores todos ellos abstractos y etéreos fácilmente asimilables por el común de los ciudadanos, que avanza como “pollo sin cabeza” bajo la presión de millones de mensajes confusos y distorsionadores de la realidad, que le inducen qué sentir o pensar en cada momento. Para ello los medios de comunicación y la religión son utilizados para adoctrinar al confiado ciudadanos, que se indigna desconcertado en la sofá de su casa ante consignas tan trasnochadas como vacías de contenido, unos para decirnos que no hay más salida que la que nos marcan los grandes poderes económicos y financieros, y los otros para que nos resignemos cristianamente a los designios de Dios...

En estos días nos enteramos también de la presentación, en un Juzgado de Guía, de una demanda por parte de un jubilado, contra el ex-presidente catalán Carles Puigdemot, por atentar contra el honor de España (dicen)… Disculpen mi sorpresa y desconcierto ante determinadas aptitudes de algunos ciudadanos. En esta tierra canaria de MARGINGALEOS y CONCHABEOS y en esta España podrida de corrupción, algunos no ven más problemas y necesidades que atacar a Puigdemont y Cataluña.

NO HAY MÁS PREGUNTAS SEÑORÍA...

Bendito sea Dios…






No hay comentarios:

Publicar un comentario