sábado, 3 de diciembre de 2016

El deterioro de la política canaria, sus consecuencias en el territorio y en la calidad de vida de los canarios, por Paco Vega.

Grandes intereses económicos han estado siempre al socaire de la política canaria, una doctrina practicada a lo largo de años y que a día de hoy ha conseguido que, los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. También que los canarios seamos cada vez más dependientes alimentaria y energéticamente del exterior. Las políticas han sido casi siempre favorecedoras de la importación de alimentos y de combustibles, en lugar de potenciar la soberanía en estos capítulos. Esto si favorecería la creación de empleo y no otras paparruchas. Que haya una élite económica y empresarial que vive en la estratosfera de la opulencia, beneficiados durante años por políticas favorables a sus intereses, mientras la inmensa mayoría se conforma con sobrevivir luchando por llegar a fin de mes, es el resultado de muchos años de políticas cómplices con estos sectores. Los grandes poderes económicos siempre han estado en la pomada del poder político (o a la inversa) para que estos legislen a su favor, en lugar del interés general y de los ciudadanos que es lo que dicen todos defender.

Este es uno de los motivos por los que Canarias soporta las cifras históricas más negativas, a la cola de lo mejor y lo socialmente decente (educación, sanidad, etc.); y a la cabeza de lo peor (el paro, bajos salarios, etc.). Todo ello en un territorio con récords de visitas e ingresos por turismo. Por ello, la política canaria siempre ha estado encarrilada a beneficiar a los mismos. Cuarenta años de dictadura y otros casi cuarenta de democracia no ha servido para corregir el rumbo de este desvencijado navío de intereses espurios llamado Canarias. La clase política siempre ha estado identificada con “don dinero”, atentos a bailar "el son" que estos le tocan en cada momento.