lunes, 27 de octubre de 2014

DOS AÑOS SIN LUZ, por Paco Vega.

Desde hace muchos años vengo denunciando las tropelías y el abandono que se comete con el Norte grancanario, inicialmente el periodo 2008-2010 a través de la Asociación de Vecinos La Piconera de La Atalaya -de la que formé parte-, y posteriormente desde mi blog “El Ricón de Maestro Pancho” y los medios de comunicación digitales. Durante todo este periodo (hablamos de ocho años) son numerosos los textos que he publicado denunciando unas veces el abandono, otras la falta de seriedad, diligencia y respeto a los ciudadanos durante la construcción de la Carretera Pagador-Guía, así como la falta de inversiones y el desinterés generalizado por la Comarca Norte de Gran Canaria.

Esta obra muy costosa e importante para las comunicaciones norteñas nos ha hecho sufrir doblemente a los habitantes de esta zona de Gran Canaria, primero por su ausencia y demora inexplicable durante más de 20 años; y posteriormente por su torpeza y falta de respeto a los ciudadanos durante todo el proceso de construcción, con innecesarios cortes de tráfico y desvíos sin aviso previo y con pésima señalización. Las colas interminables han sido una constante, antes y durante la construcción de la obra, en el devenir diario de los automovilistas de esta vía.

Este problema del alumbrado de la obra Pagador-Guía, finalizada hace dos años, es uno más de la falta de respeto que siempre se ha mostrado por esta comarca, unas veces por la falta de competencia y respeto de las Autoridades que deben velar por el interés público; y otras por la pasividad de la población y sus alcaldes, que pocas veces levanta la voz indignada para denunciar las tropelías a las que es sometida.


El problema de los canarios es que somos “mansos” dijo un joven activista anti-prospecciones en una concentración a la que asistí en el Muelle de las Nieves en Agaete, y lo cierto es que nunca encontré una palabra que definiera con tanta exactitud el carácter de los habitantes de Canarias, especialmente en el Norte grancanario (carácter poco reivindicativo y conformista dicho en fino), y por eso hacen lo que hacen con nosotros, con nuestras infraestructuras y nuestras inversiones públicas. Acaso creen que es casualidad que la carretera de la Aldea siga siendo un problema en el año 2014 (del siglo XXI)?

Pues con el alumbrado de esta carretera, abierta al tráfico hace dos años, ha pasado exactamente lo mismo. Este tipo de actuaciones no se entendería en otras zonas de la isla y menos aún en otras islas. Yo me niego a entrar en el detestable y manido pleito insular al que acuden determinados partidos políticos cada vez que quieren desviar la atención de los problemas importantes de nuestra tierra, pero no puedo entender que en Tenerife se esté culminando el cierre del anillo insular, mientras aquí se haya suspendido la ejecución de la ya iniciada carretera de La Aldea, y la IV fase de la circunvalación de Las Palmas de GC, por poner un ejemplo; o se demore dos años el darle a un botón para encender el alumbrado de una vía principal de Gran Canaria como es la GC-2. Algo tendrían que decir los representantes locales de los partidos que forman el Gobierno de Canarias (Coalición Canaria y Psoe) sobre esta tropelía. Y algo tendrá también que decir el Cabildo que no ha dado un puñetazo en la mesa para exigir que esta obra fuese entregada en tiempo y forma al completo y reclamar a su partido y señor Soria en Madrid que no maltraten más a los canarios. ¡Qué ya está bien!

La torpeza y desinterés de una gran parte de la clase política canaria hace que lo que debía ser motivo de alegría y satisfacción por parte de los vecinos y automovilistas norteños, como es la ejecución de una obra de principal interés, acabase siendo una pesadilla hasta hace escasos días en que finalmente se ha encendido el alumbrado de la misma.

Y aún quedan situaciones incomprensibles para los automovilistas que circulan a diario por esta vía, como es el límite de velocidad de 60 km/h para el carril de vehículos lentos (único en toda la isla) del citado tramo, lo que ocasiona que casi todos intentemos evitarlo, con la seguridad de que en caso contrario nos exponemos a caer en una sanción del radar de los agentes de tráfico si superamos ese límite anormalmente reducido. La conclusión es que ese carril, que costó una elevada suma de dinero público, presente en la actualidad un vacío desolador por la falta de uso, algo que se evitaría si fuese suprimido ese límite para que todos los automovilistas pudiesen utilizarlo con comodidad y seguridad, como previene el Reglamento General de Circulación, aumentando con ello la deseada fluidez y seguridad del tráfico. Las torpezas duran lo que se tarda en rectificarlas. Vamos a ver si ahora que la obra ha pasado a manos del Cabildo grancanario se cambia este error de señalización viaria. Ahí lo dejo...

Aún quedan muchas irregularidades por subsanar es esta “vía rápida” como se le supone a una autovía con tal consideración, como son los semáforos, las rotondas y los límites de velocidad excesivos en el tramo Bañaderos-Pagador.

“Dos años sin luz” y otros 20 sin luz y sin carretera digna... y ahora van a sacarse la puta foto... Perdón por “el palabro” pero ya me cansa tanto teatro. Y es que piensan que somos tontos, pero claro, como les seguimos votando ellos siguen pensando que eso es lo que queremos...

A pesar de todo lo dicho nos alegramos de que ahora si, podamos circular con más seguridad, también de noche, los habitantes y usuarios de esta carretera del Norte grancanario.

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