jueves, 15 de septiembre de 2022

El niño de Montaña San Francisco (Loreto IV), por Paco Vega

 

Qué decir de Antonio González “Loreto IV” que no se haya dicho. Uno de los mejores luchadores de todos los tiempos, por poderío, habilidad, garra, e inteligencia. Si, inteligencia cinestésica que es la que manejan los deportistas de élite, los campeones. Todo lo que se diga de Loreto IV es poco. Sólo hay que sentarse a ver algunos vídeos de la época para comprobar su combatividad, flexibilidad y recursos luchísticos. Nunca se daba por vencido y siempre salía a luchar, aunque llevase una a su favor.

Ver los terreros llenos a rebosar para disfrutar de aquellos enfrentamientos históricos con lo más granado de nuestro deporte era muy emocionante (y aún lo sigue siendo durante el visionado de las luchadas que circulan por las redes). Volver a ver aquellas imágenes de agarradas en las que un hombre menudo, fibroso y tremendamente habilidoso, se batía con valentía para terminar dando en tierra con auténticos colosos de la lucha era algo digno de admiración. Los terreros se caían al suelo de emoción al vivir en directo las hazañas combativas de este GLADIADOR DE LOS TERREROS. Ver a más de seis mil personas vibrar en un recinto deportivo, con los enfrentamientos de estos colosos de la lucha, mientras otras mil se quedaban en la calle por falta de aforo era algo muy emocionante que nos gustaría volver a vivir en esta tierra canaria.


Loreto IV puso muy alto el listón de la lucha canaria en el Cruce de Arinaga, en Agüimes, en el Sureste, en la isla de Gran Canaria y en toda Canarias. No me imagino cómo debieron vivirlo esos hermanos “los loreto”, toda una saga de excelentes luchadores, cuando vieron progresar a uno de los pequeños de la familia hasta convertirse en "el hombre a batir” en los terreros de toda Canarias. Debía erizárseles la piel con lágrimas en los ojos cuando vivían los triunfos del pequeño de la familia que consiguió llegar a lo más alto de nuestro deporte.
Antonio González lo tenía todo: inteligencia, garra, grandeza, pundonor y combatividad. Todo lo que UN GRANDE de la lucha canaria necesita para llegar tan alto y mantenerse ahí por mucho tiempo, a pesar de tantas lesiones como sufrió.

No voy a nombrar en este texto a nadie más por dos razones fundamentales: porque este es un homenaje a Loreto IV y también porque no tendría espacio suficiente para enumerar a todos los luchadores que han hecho grande a este deporte, incluso mucho antes de que la televisión tuviera "la deferencia" de ocuparse de la lucha canaria, acercándola a todos los aficionados. A la mente de todos acudirán sin duda nombres insignes de la lucha; antes, durante y después de Loreto IV. No sólo hablo de puntales, porque no han sido pocos los luchadores de la mal llamada cola y media que destrozaron equipos enteros con actuaciones memorables.

Loreto IV nos ha hecho vibrar y amar a la lucha canaria como nadie y será por siempre memoria viva de nuestro deporte.

El próximo día 01 de octubre se celebra en el terrero de Vecindario una gran Luchada-homenaje a este monstruo de la lucha canaria. Se hace mención especial a que, en un bonito gesto de generosidad, el propio Antonio González ha decidido que todo lo recaudado se destine íntegramente a la Asociación de Lucha Contra el Cáncer Infantil Pequeño Valiente.

Gracias Antonio González por tantos días de gloria. Gracias Loreto IV por poner a nuestra lucha canaria en lo más alto del panorama deportivo canario. Gracias al niño de Montaña San Francisco que llegó a lo más alto de la lucha canaria. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS…


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