Las comparaciones son odiosas, en política también, por Paco Vega
Las declaraciones y el comportamiento del Alcalde del Ayuntamiento de La Campana, un pueblo andaluz de la provincia de Sevilla, chocan frontalmente con lo vivido en este Norte grancanario con el Alcalde de Santa María de Guía ante la pretensión de una empresa de instalar una planta de biogás en sus municipios respectivos.
1.- En el caso del citado Ayuntamiento sevillano es el propio Alcalde el que pide el proyecto completo a la empresa promotora de la planta de biogás, para conocer las consecuencias sobre sus vecinos, solicitando además información complementaria y una visita a una planta de similares características para conocer de primera mano el alcance e implicación que tendrá para su municipio.
En el Ayuntamiento de Santa María de Guía por el contrario no sólo le firman todos informes favorables sino que se realiza una foto oficial en la sede del propio Ayuntamiento, inmortalizando la aceptación sin condiciones del proyecto, presentándolo además como algo positivo para el municipio.
2.- Estas grandes empresas tienen “tentáculos” en todas partes, por lo que no siempre son imprescindibles los informes favorables de los ayuntamientos. La anormalidad legal que significa las declaraciones de “interés general, público o social” a determinados proyectos con el sello de los gobiernos autonómicos, allanan en ocasiones los atropellos urbanísticos y medioambientales más escandalosos, pero es evidente que el informe favorable del ayuntamiento de turno, como es el caso en Guía, favorece y mucho la consecución de los objetivos de estas empresas.
3.- En las declaraciones de este Alcalde sevillano se observa como, desde el minuto uno, se posiciona claramente en defensa de los vecinos de su pueblo, ante las sospechas más que fundadas del daño que este proyecto ocasionará a su pueblo.
Muy por el contrario, el Alcalde de Santa María de Guía y su Grupo de Gobierno ha ocultado a la población la envergadura del proyecto a realizar, minimizando su impacto y consecuencias, manipulando, ejerciendo presión sobre los grupos sociales del municipio que se alzaban indignados, con bulos y con acusaciones de alarmismo e intencionalidad política.
4.- A diferencia de la dignidad mostrada por el Alcalde del Ayuntamiento de La Campana, significándose claramente en defensa de su pueblo; cuando por fin los ciudadanos de La Atalaya de guía conseguimos ser recibidos por nuestro Alcalde, un mes después de iniciadas las protestas y tras múltiples excusas para no recibirnos (nos ninguneaba, entre otras cosas, diciendo que no éramos una asociación legalmente constituida), se posicionó entonces en aquel encuentro diciendo que él era un árbitro, que no podía tomar partido por los vecinos, que cometería un delito de prevaricación si ahora se retractase de los informes favorables firmados nada más tomar posesión del cargo, delegando en todo momento la responsabilidad a los técnicos municipales. La realidad es que ya había tomado parte, pero en favor de la empresa promotora del “monstruo contaminante”.
5.- Probablemente las mismas dudas que tiene el Alcalde sevillano las tenga nuestro Alcalde, sólo que el de La Campana ante las mismas ha decidido oponerse a la planta, priorizando la protección a sus vecinos, apoyándose además en la falta de garantías; mientras que el de Santa María de Guía se pone claramente a favor del proyecto de Félix Santiago Melián, firmando todos los informes favorables para permitir su construcción y cursando luego al Gobierno Canario y Cabildo de Gran Canaria la solicitud de calificación de INTERÉS PÚBLICO O SOCIAL para el citado proyecto, que en la práctica significará la concesión automática la licencia, en caso de concederse tal calificación.
Nuestro Alcalde socialista de Santa María de Guía, D. Alfredo Goncalves, ha firmado informes favorables para la construcción de la peligrosa planta y luego ha lanzado la pelota caliente al Cabildo y Gobierno Canario, con la recomendación de que se dé un trato especial a este proyecto. Esta es la realidad de lo acontecido, que ahora, al contrastarlo con la postura coherente del Alcalde sevillano cobra aún mayor gravedad la actitud del Alfredo Goncalves. El Alcalde de Guía es del PSOE, con un Grupo de Gobierno de variopinto pelaje político y de demostrada ineficacia tras su Moción de Censura, mientras que el Alcalde sevillano pertenece a un partido denominado Juntos por La Campana, del que ignoro su ideología (ni me interesa), pero que es evidente que defiende el interés de sus vecinos por encima de todas las cosas, mientras que el de Guía defiende los del promotor de la tóxica y peligrosa planta de biogás.
Es esclarecedor ver la forma de afrontar los problemas de un Alcalde y otro, muy esclarecedor.
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