
Tener conciencia de clase y ejercer como tal sería el segundo paso.
No sería mala idea rezar cada noche "el padre nuestro" del trabajador:
-Yo soy trabajador, defenderé los derechos de los trabajadores y apostaré por partidos que defiendan los derechos de los trabajadores.
-Defenderé los derechos de la mujer, de los niños y del trabajador; abaratar el despido, tratar a las mujeres como si fueran de nuestra propiedad y permitir el abuso y maltrato de los niños no debe ser la ideología de la gente decente.
-Tener una jubilación digna y segura es lo mínimo que debe exigirse tras una larga y dura vida de trabajo. Quien ponga en cuestión la seguridad de las pensiones no merece nuestro respeto ni nuestro voto.
-Las ideologías o políticas que permiten y fomentan la desigualdad social no deben forman parte de nuestra elección o acabaremos pagándolo muy caro.
-La opinión propia no se adquiere escuchando los informativos y manipuladores públicos, ya sean políticos o periodistas. La opinión propia se cultiva leyendo, contrastando y reflexionando las informaciones serias durante mucho tiempo, así como dudando de todo y de todos.
-La fe ciega en políticos y partidos debe supeditarse al contraste y filtro permanente de la información.
-Coincidir con un partido en un momento determinado no significa que siempre vayas a coincidir ni que defienda tus intereses.
-Crear falsos enemigos es la forma habitual de mostrarse de los mayores manipuladores. Los políticos no deben crear miedo sino certezas y soluciones.
-Un político que acostumbra a mentir no es de fiar.
-Un periodista que frivoliza continuamente con los temas importantes miente y no debe ser tenido en consideración. Un medio que miente una vez lo hará mil.
-Seguro que si los trabajadores escucharan atentamente y contrastaran a muchos de los políticos a los que votan acabarían por no votarles.
-La mediocridad política es espantosa, pero también lo es el criterio del votante.
Tenemos la clase política que probablemente nos merezcamos…
Sólo queda formarse y empoderarse ante la manipulación política. Nos va en ello nuestro futuro y el de nuestros hijos.