domingo, 20 de agosto de 2017

No a la manipulación, el fanatismo y la violencia, por Paco Vega.

Muy duro se me hace escribir en estos momentos, manteniendo la cordura y serenidad. En estos momentos de aluvión de información y manipulación se complica enhebrar dos párrafos seguidos con algo de sentido común. Si, manipulación, han leído bien, porque hay gente que tiene una piedra por corazón y cualquier ocasión le parece buena para arrimar el ascua a su podrida sardina política.

No amigos, esto no es un enfrentamiento de civilizaciones como algunos quisieran… Esto es el fanatismo personificado. Y el fanatismo no tiene patria, religión ni corazón. Al fanatismo no le faltan momentos ni argumentos para sacar su odio a pasear. No nos dejemos engañar por los que aprovechan para vomitar todo su racismo aprovechando que unos malnacidos han decidido atropellar sin piedad a unos seres inocentes que disfrutaban de un tranquilo paseo. Los malnacidos no tienen color político, raza ni nación. Son gentes que han perdido la razón, la misma razón que falta a los que aprovechan el dolor causado por estos fanáticos para “endulzar” su racismo. Y lo triste no es que políticos, periodistas y particulares descerebrados viertan su bilis racista con ocasión del dolor ajeno, sino que haya gente que desde la ingenuidad se la compre. Que consigan convencernos de que esto es una guerra contra el islam. Qué pena de ciudadanos! Qué lástima de cabezas “para hacer un caldo pescao”…

jueves, 17 de agosto de 2017

No hay respuesta, no hay salida, no hay justicia... ¿Qué nos queda?, por Paco Vega

¿Qué recurso queda a una persona que, después de acudir al amparo de la justicia, comprueba en sus carnes la frialdad de un sistema que sólo atiende a los poderosos que tienen recursos para demorar, recurrir y retorcer los procedimientos hasta obtener su pronunciamiento más favorable? ¿Qué opciones quedan ahora a una madre que sabe que puede perder a sus hijos en manos de un padre maltratador? ¿Qué confianza pueden tener ahora en la justicia las millones de personas que en estos momentos estén sufriendo el azote de cualquier delincuente, con parentesco familiar o no, sabiendo que la justicia es ciega y sorda cada vez más?

Cuando la justicia no imparte justicia deja muy poco margen de maniobra a los ciudadanos de a pie y están obligando (indirectamente) a que cada uno resuelva sus conflictos a su libre albedrío. Peligroso asunto cuando la población empieza a perder la fe en la justicia y llevamos unos años viendo mil y una injusticias que quedan sin respuesta ante la desesperación de la población.

Recientemente hemos conocido la historia de Ángela González Carreño, quien perdió a su hija a manos de su padre, quien la asesino y luego se suicidó, a pesar de haber recurrido a la justicia 51 veces. Ahora estamos viviendo el caso de Juana Rivas, a quien la justicia niega su protección una y otra vez, obligándole a entregar a sus hijos a un padre maltratador, sin ni siquiera entrar en el fondo del asunto, simplemente por detalles y formulismos. El bien mayor que se trata de proteger que es el de los hijos queda sin amparo y protección, obligando a la madre a entregar a sus hijos, arriesgándose a no verlos con vida nunca más.

Cuando vemos a diario como grandes delincuentes se van de rositas en todos los procedimientos abiertos contra ellos a fuerza de retorcer la ley, mientras que los pequeños delincuentes se pudren en cárceles de toda España, quizás deberíamos empezar a cuestionarnos si es éste el sistema legal que queremos para nuestro país. Quizás deberíamos pensar en qué clase de justicia tenemos.

Alguien debería tomar nota de esta desafección por la justicia en este país y que podría acarrear que acabásemos siendo “un país sin ley” en el que cada uno se tomase la justicia por su mano. Vamos camino de ello… Alguien debería plantearse por qué hay personas que tocan en la puerta de la justicia y no encuentran respuesta, como es el caso. Clama al cielo que los tribunales “se la cojan con papel de fumar” en un caso con menores que pueden ir a parar a las manos de un maltratador.

domingo, 6 de agosto de 2017

Descalce de cimentación de un viaducto de la GC-2 (Norte de Gran Canaria), por Paco Vega.


El descalce de la cimentación de una pila de uno de los viaductos de la GC-2 no parece ser un tema menor como algunos intentan disfrazar, por lo que esta noticia ha corrido como la pólvora por las redes sociales, teniendo en cuenta la lógica preocupación generada entre los usuarios de esta vía de reciente construcción.

Y es que hay que recordar que esta obra se recepcionó en 2012, con tres años de retraso y un 20% de encarecimiento sobre lo presupuestado inicialmente, sometiendo a todos los automovilistas a un auténtico maltrato, debido a los citados retrasos, cortes de tráfico continuos -sin aviso previo- y sin apenas señalización y multitud de incidencias que nos vimos obligados a soportar sin que a nadie pareciera importarle. Las caravanas interminables y los miles de euros gastados en esas retenciones son ahora sólo un mal sueño, pero hay que tener memoria. La iluminación de esta misma vía no se puso en funcionamiento hasta el 2014. Y ahora que parecían haberse resuelto todos los problemas nos despertamos con esta inquietante noticia.

Esta es una gran obra de ingeniería que todos suponíamos a la altura de su envergadura, confiando por tanto en que la misma había sido realizada con los máximos requisitos técnicos y de calidad, necesarios para soportar el paso del tiempo, como no puede ser de otra manera. A nadie se le pasó por la cabeza otra cosa. Sin embargo ahora nos encontramos con esta incidencia por el descalce de un pilar a los pocos años de su inauguración, por lo que las dudas sobre lo ejecutado empiezan a sobrevolar la cabeza de los sufridos automovilistas del norte.

Es lógico pensar que, las exigencias de la cimentación deben ser mayores en los terrenos inestables, como es el caso, algo que a la vista de los resultados no sé si se ha tenido en cuenta. La zona tampoco es lugar de escorrentías, pero de haberlo sido las exigencias de la cimentación serían aún mayores, algo que debe constar en el proyecto de construcción de la obra y de cada pilar. Cualquier obra de ingeniería civil necesita obligatoriamente un estudio geotécnico y topográfico del terreno antes de mover una sola piedra, por lo tanto resulta sorprendente este descalzamiento en una obra reciente, lo que no ha ocurrido en cuarenta años con sus puentes hermanos de la misma vía.

La reparación de la “incidencia” ya está presupuestada y adjudicada, por lo que en principio -salvo agravamiento del descalce- no parece haber motivos para la alarma ni para cortar la circulación de la vía.