Ver
a un descerebrado escupiendo necedades, mientras todos los medios del
gran capital dan altavoz a "la bazofia" que suelta por su
boca es frustrante a nivel democrático. No es lo mismo que un
estúpido engreído diga gilipolleces en soledad a que lo haga desde
un púlpito con la máxima atención de todos los medios. Los medios
de comunicación, a sueldo de los grandes poderes económicos,
promocionan la basura de la ultraderecha, mientras los despistados
ciudadanos se la compramos con una sonrisa ingenua y con el pecho
igualmente henchido de ignorancia. Somos víctimas y no lo sabemos.
A
los ricos no les hace falta la sanidad pública, la educación
pública ni las pensiones públicas.
Tienen de sobra para pagarse la primera y la segunda. La tercera
evidentemente tampoco les hace ninguna falta, puesto que sus fortunas
y plusvalía cubren sobradamente sus necesidades. A
la extrema derecha no le interesa los
problemas de
trabajadores y
pensionistas,
pero necesitan
sus
votos.
Las
banderas no se comen ni curan enfermedades, pero sirven para embaucar
a un pueblo desinformado y desorientado.
Los ciudadanos tenemos la obligación de informarnos sobre lo que se cuece en la política, en caso contrario estamos perdidos. Este señor aboga por privatizar la sanidad pública, entre otras cosas. Eso significa que, quien tiene dinero se cura de sus enfermedades y quién no se muere...
Dios (o Alá) nos dé mucha salud si estos descerebrados llegan a gobernar algún día...
No me malinterpreten, no me considero en posesión de la verdad absoluta, pero procuro mantenerme bien informado con un trabajo continuo de lecturas, escuchas y contrastes de información de muchos años. En cualquier caso no pretendo dar lecciones de nada, pero una cosa es segura, esta gente no sólo fomenta el odio, el racismo y el patriotismo de cartón-piedra, sino que planifican unas políticas que favorecen exclusivamente a las grandes fortunas. Comprendo que les voten y aplaudan quienes se encuentren entre esos privilegiados adinerados, pero los que no se encuentren en esta situación, y les aplaudan, han de saber que están siendo vilmente utilizados. Apostar por ellos es volver a la dictadura más rancia, con pérdida de todo tipo de derechos y libertades para las clases trabajadoras. A mi me enseñaron a respetar lo respetable, pero no todo es respetable, y menos aún los que mediante engaño pretenden el voto de los MÁS para favorecer a los MENOS, es decir, buscan el imprescindible voto de los trabajadores, con soflamas patrióticas, banderas y otras memeces para favorecer a una minoría privilegiada y adinerada. Cada uno debe saber en qué platillo de la balanza se encuentra, si en el de los trabajadores y pensionistas -independientemente de su categoría-, o en el de las grandes fortunas. No hay más categorías, que nadie se engañe.
Recuerden: la inmensa mayoría de los medios de comunicación blanquean las verdaderas intenciones de esta gente. El motivo es fácil; EL DINERO, que parece ser mueve montañas…
Lo que está en juego es mucho y muy serio. Esto no va de colores ni banderas, va de futuro, el nuestro y el de nuestros hijos.
SANIDAD: El 'gurú' económico de Vox, contrario a que España tenga sanidad pública
EDUCACIÓN: La Plataforma por la Escuela Pública considera una "barbaridad" la liberalización de la educación que propone Vox
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https://elpais.com/politica/2019/04/11/actualidad/1555000983_520456.html