Ayer
acudí entre curioso y sorprendido a mi primera boda gay. Nunca antes
había acudido a una, y reconozco que fue muy emocionante ver a los
novios -dos chicos jóvenes con un año de convivencia previo y
varios de relación- comprometerse en un emocionante acto civil ante
sus numerosos familiares y amigos. Nunca antes lo había vivido en
persona y para mí significó una nueva experiencia que agrandó, aún
más si cabe, mi espíritu tolerante hacia las personas que sienten y
expresan su amor de forma diferente a la mayoría. Fue una boda
celebrada precisamente el Día Internacional de la Lucha contra la
Homofobia, no sé si premeditado o fruto de la casualidad.
Un
acto muy bonito y emocionante que fue oficiado, en el lugar
habilitado al efecto en el magnífico Parque de Las Flores de Arucas,
por la Concejal del Ayuntamiento Dª Marisol Collado Mirabal, quién
dirigió con simpatía y naturalidad un acto cargado de emociones por
parte de los contrayentes y familiares.
Al
margen de las lógicas emociones y sentimientos por parte de los más
allegados, me sorprendió la generosidad y maestría con la que La
Concejal dirigió el acto, buscando siempre la sonrisa y complicidad
de los contrayentes que se mostraban con los lógicos nervios de la
responsabilidad del momento. Me gustaron sus palabras, sus bromas, su
seriedad en los momentos más formales y solemnes del acto, pero
sobre todo la naturalidad con la que condujo la ceremonia.
Hoy
alrededor de 80 países en el mundo criminalizan la homosexualidad
y
condenan los actos sexuales entre personas del mismo sexo con penas
de prisión; ocho de estos países (Afganistán,
Arabia Saudí, Irán, Mauritania, Pakistán, Sudán, Yemen y algunos
estados del norte deNigeria)
mantienen
para estos casos la pena de muerte. La discriminación basada en
la orientación sexual y en la identidad de género no está
oficialmente reconocida por los Estados miembros de las Naciones
Unidas
(a
pesar de que organismos de derechos humanos como el Comité de
Derechos Humanos han condenado repetidamente la discriminación
basada en la orientación sexual y la identidad de género).
Este
tipo de actos ayudan a normalizar cada vez más lo que ya de por sí
es natural desde el origen de la humanidad (hipocresías y prejuicios
aparte).
Apostemos
por dar carta de normalidad lo que ya viene siendo connatural a
nuestra especie humana desde el origen de los tiempos. Nada malo puede haber entre dos
personas que se quieren y se respetan cuando lo único que a todos
debe importarnos (si es que algo debe importarnos), es
su felicidad.
Muchisimas gracias Paco por esas palabras tan bonitas que as escrito, por haber compartido con nosotros este momento tan especial en nuestras vidas ya que tu tambien formas parte de ella ,agradecerle tambien a la consejal que nos unio en matrimonio por esas palabras y por intentar sacarnos siempre una sonrisa ya que nosotros estabamos muy nerviosos ,por otra parte agradecerle a tu hija Tamara por compartir nuestro enlace y estar con nosotros en un dia tan especial . MUCHISIMAS GRACIAS AYTHAMI Y ABRAHAM .
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo
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