Haciendo
honor a una preciosa canción de Braulio del mismo título tengo que
decir que si, que somos “distintos”. Cualquier otro pueblo ya
habría corrido a gorrazos a nuestros representantes públicos por
consentir tanto atropello como venimos sufriendo los canarios desde
hace ya muchos años, prácticamente desde la conquista... Somos una
colonia, nos tratan como una colonia y desde la metrópoli no pierden
oportunidad de escenificarlo cada vez que pueden. Las últimas
demostraciones las tenemos en el tratamiento del accidente del barco
ruso Oleg Naydenov y el posterior vertido (a diferencia del ocurrido
en Baleares con el ferry Sorrento), así como en la autorización de
las prospecciones petrolíferas en aguas canarias; pero antes han
venido muchas “cachetadas” como los sucesivos recortes en
inversiones, la vuelta al certificado residencias y otras tantas
afrentas que sería extenso detallar ahora. Todo ello con un canario
sentado en el Consejo de Ministros y otros muchos en la bancada del
partido del Gobierno. El desdén con el que desde Madrid se trata a
Canarias y a los problemas de los canarios roza en ocasiones la
burla, y se me arranca el alma cuando veo a parlamentarios canarios
tener que explicar lo más elemental para hacer comprender que no
vivimos en el paraíso por el simple hecho de disfrutar de un clima
favorable todo el año; que los canarios tenemos problemas
específicos que requieren de un tratamiento diferenciado. Si a esto
le añadimos que los partidos que representan a la burguesía canaria
elitista y acomodada no dan el menor paso por lo que no sea sus
propios intereses, utilizando sin sonrojarse -para sacar un puñado
de votos- el manido pleito insular; y que el supuesto nacionalismo
que ha gobernado Canarias desde hace 30 años (con unos y con otros)
sirve también a los mismos intereses tenemos el cóctel perfecto que
alimenta la indolencia de unos y la desesperación de otros.
Canarias
está necesitada de un nacionalismo serio, que defienda los intereses
del pueblo canario y no los de cuatro acomodados. Los partidos
“estatales” ya han demostrado de lo que son capaces... Mientras
esto no suceda y sigamos jugando al baile de cargos, sillones y
puertas giratorias no saldremos del estado de abandono y desdén al
que nos tienen sometidos. Mientras el pueblo canario no abra los ojos
a este vilipendio permanente y pasemos a creernos que “otra
Canarias es posible” no saldremos del ostracismo.
El
clima es algo que nos brinda la naturaleza motivado por nuestra
situación geográfica, pero las personas que vivimos en este terruño
fragmentado tenemos unas necesidades básicas que cubrir en cuanto a
modo y calidad de vida. Me considero afortunado por vivir en esta
tierra, pero también quiero sentirme afortunado y orgulloso de
nuestras capacidades y potencialidades como pueblo. No es de recibo,
por ejemplo, que hace años hallamos sido punta de lanza de energías
renovables y ahora seamos “cola de ratón” por la nefasta gestión
pública de quien ha tenido el privilegio de gobernar estas islas y
ha dilapidado su oportunidad y su crédito político.
Compruebo
con desesperación en inminente proceso electoral el mercadeo de
sillones institucionales y cargos digitales del que busca única y
exclusivamente su propia proyección personal y acomodo durante los
próximos cuatro años, sin que el “interés general” de los
canarios ni de su pueblo estimule en ellos el más mínimo sonrojo ni
preocupación.
Los
canarios somos distintos y necesitamos de políticos distintos y de
ciudadanos distintos para poder defender nuestras peculiares
fortalezas y debilidades. Necesitamos de un nacionalismo serio, de
personas honestas y comprometidas. Ya está bien de “canchanchanes”
oportunistas depredadores de lo público. Ya está bien del mercadeo
de sillones que sólo favorece la incorporación de nuevos
“mercachifles” a la política canaria. De todos es sabido que los
oportunistas y tránsfugas de toda condición sólo piensan en su en
su cartera y su pecunio personal; y que saldrán corriendo en cuanto
aparezca otro que les ofrezca más por lo mismo, o sea por nada.
Necesitamos
urgentemente de un nacionalismo DISTINTO al que nos ha gobernado
durante tantos años. Nos va en ello el futuro de nuestros hijos.
Tomo prestado este precioso montaje de vídeo realizado por Pedro Sarmiento, a quien aprovecho para enviar un abrazo por encontrarse atravesando un delicado momento familiar.
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