martes, 28 de julio de 2015

LAMIENDO QUE ES GERUNDIO... Por Paco Vega.

A la política se va de muchas maneras; la primera es trabajando por el interés público e intentando mejorar los servicios y la calidad de vida de los ciudadanos; la segunda es exclusivamente en beneficio personal. Seguro que con esta breve introducción a todos les ha venido a la mente numerosos ejemplos del segundo modelo, no así del primero que es una “rara avis” de nuestro panorama político canario.

Recientemente he tenido “el placer” de conocer de primera mano a varios individuos del segundo modelo, incluso alguno que ni disimula enfrascado en su objetivo, es decir, al que ni entiende ni interesa la política para otra cosa que no sea posicionarse adecuadamente en una lista electoral, que le permita luego acceder a un puesto (a la sombra cuatro años) de los que “subasta” el ganador después de las elecciones.


Para otros, incluso la honorable responsabilidad como es la Alcaldía de un Ayuntamiento no es más que un simple trampolín en el que impulsarse a metas más altas en las instituciones regionales. Ayuntamiento y vecinos que no dudará en dejar tirados a las primeras de cambio si otro cargo/nómina de más abultados ceros le ofrecen por recompensa.

También los hay que llegan nuevos pero entregados al mejor postor, aunque propios y extraños acaben ladrándole por el camino a la vista de su descaro en posicionar su trasero y su cartera a buen recaudo, teniendo claro desde el minuto uno que no han venido a la política para salir pobre del embate...

Peor aún los que en el pasado pisotearon y despreciaron a los ciudadanos que prometieron defender y ahora en proximidad electoral vienen a sacar las últimas “tajadas” del cargo, disfrazado de conseguidor mayor del Reino. Sin duda siempre habrá quien quiera lamerle los zapatos (o lo que le pidan) con tal de apañar su parte del pastel.

Lamedores de zapatos hay muchos. Antes lamían zapatos negros y ahora los lamen grises, la cosa es lamer... Incluso en el sector empresarial que se supone deben estar mirando por los intereses de sus empresas acaban lamiendo zapatos en un triste espectáculo que pone a cada uno en su sitio y a Dios en el de todos. Por sus obras les conoceréis... Y yo añado, y por sus palabras...

Por otra parte -o por la misma-, los supuestos encargados de poner luz y taquígrafos a este interesado panorama político-social, montan un auténtico “show de Truman” en el que sólo unos pocos consiguen ver más allá del decorado. Nadie es quien dice ser. Nada es lo que parece.

Afortunadamente siempre nos quedará un reducto de honestidad en este panorama de podredumbre en que se ha convertido la política canaria. Siempre quedan algunas excepciones que engrandecen la honorable responsabilidad de Representante Público.

Ante la dura cruz que venimos soportando desde hace años por este “Vía Crucis” en que se ha convertido la política nacional y canaria, algunos se han convertido casi sin quererlo en el “Espíritu Santo” de gran parte de los canarios de bien, de los que no tenemos intereses espurios en la política o en sus alrededores, de los que confiamos y sabemos que OTRA CANARIAS ES POSIBLE. Dios quiera que ninguna escopeta de gatillo rápido nos prive a los canarios de “La Salvación”.

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