No pertenezco ni tengo
vinculación alguna con Unidos Podemos, pero debo reconocer que hoy por hoy es
el único partido con políticas reales de izquierda. Creo sinceramente que es la
única opción si queremos que algo cambie para la clase trabajadora en este país
(trabajadores, autónomos y pequeños empresarios). Unidos Podemos tiene entre sus
cuadros dirigentes a la gente mejor preparada del panorama político español, pero además son los
únicos que predican con el ejemplo, un dato nada despreciable si tenemos en
cuenta la falta de credibilidad y el lodazal de corrupción que inunda la política.
Son los únicos que tienen sus cuentas expuestas en su portal de transparencia y que no reciben “ni un duro” de los bancos, lo que les aporta una nada despreciable
independencia. Son los únicos que destinan parte de su sueldo a proyectos sociales.
Dicho lo cual debo hacer una
salvedad con Podemos Canarias, a quien no termino de comprender el rumbo que
lleva ni visualizo un discurso alternativo y claro para canarias. Las
trapisondas que se han formado en el Cabildo de Gran Canaria, despreciando así
la oportunidad de oro de formar parte del Grupo de Gobierno, es para hacérselo
mirar.
Hace unos días mantuve una
conversación improvisada con un vecino que me hizo reflexionar sobre unas
cuantas cosas. Estuvimos intercambiando opiniones -de forma improvisada- de la
actualidad política y lógicamente salió a relucir “el tema Podemos”, con
críticas hacia ese partido por parte de mi interlocutor. No ha sido el único y
con cierta frecuencia me salen al paso diferentes personas con comentarios de este
tipo, concretamente culpando a Unidos Podemos de no haber pactado en su día la
investidura de Pedro Sánchez con el PSOE, evitando así que el PP continuase en el
Gobierno con sus nefastas políticas para
la clase trabajadora. Pero se olvidan frecuentemente de que ni PSOE ni
Ciudadanos estuvieron interesados nunca por incorporar a Podemos y su programa al
pacto firmado en su día, más bien al contrario. Declaraciones posteriores a “la caída” de Pedro Sánchez-antes de su nueva reelección- dejaban claro que el mismo había recibido fuertes presiones por parte de la cúpula empresarial y mediática de este país para que no pactase con Podemos. Ahí están sus declaraciones para quien
quiera escucharlas…
Por otra parte, también se nos
olvida que el señor Rivera presumía por aquel entonces de que el pacto firmado con el PSOE contenía el 80% del programa de ciudadanos (programa de derechas), lo que en la práctica
significaba dar el visto bueno a un pacto mayormente de derechas elaborado
entre PSOE y Ciudadanos a espaldas de Podemos y que no hacían más que ahondar
en las políticas de derechas. Posteriormente Ciudadanos reconoce públicamente que pactó con el PSOE para alejarlo políticamente de Podemos.
Con estos antecedentes cómo se
puede seguir reclamando a Podemos no haber pactado con los socialistas, cuando
era eso precisamente lo pretendido por ambos socios. El PSOE (segunda fuerza
política), firma un pacto inútil y de derechas con Ciudadanos (cuarta fuerza) -sin
número de escaños suficientes para emprender ningún pacto real- dejando fuera
de juego a Podemos (tercera fuerza parlamentaria por número de escaños). Y
ahora dicen que fue Podemos el culpable de que no fraguase aquel pacto… Un
poquito de por favor…
Es lógico que algunos
socialistas sigan con la misma matraca, para intentar justificar lo
injustificable de un pacto contra natura, pero los ciudadanos no podemos dejarnos
engañar con un discurso que no se creen ni ellos, por más que lo repitan. Pedro
Sánchez, a pesar de tener en contra todo el aparato del partido y los medios de
comunicación que apostaban descaradamente por Susana Díaz, consiguió meterse en
el bolsillo a los militantes, imponiéndose en las primarias, gracias -en gran
parte- a reconocer las presiones antes citadas y a jurar y perjurar que si
ganaba las primarias presentaría una moción de censura a Mariano Rajoy… La
realidad es otra bien distinta a día de hoy, y el PP sigue gobernando y
aplicando sus devastadoras políticas para los trabajadores, con el apoyo
inestimable de Ciudadanos y del PSOE…
¿Por qué sucede esto? Sólo
ellos lo saben… Seguro que la militancia está igual de perpleja, viendo como
hacen justo lo contrario a lo prometido (nada nuevo en el horizonte político).
Por otra parte, tenemos a los
medios de comunicación tirando con artillería pesada contra Podemos y contra
todo lo que significa la no perpetuación del bipartidismo o “tripartismo” político
(ahora por lo visto también se incorpora Ciudadanos al sistema de cambiarlo
todo para que nada cambie). Por tierra, mar y aire, con mentiras o con
informaciones sesgadas intentan derrotar desde la falsedad y la manipulación a
lo más decente que ha entrado en política desde la mal llamada transición. Se
han fabricado informes y documentos falsos para incriminarlos en mil y un
asuntos de financiación ilegal, pero todos se han estrellado en los juzgados. Otros
no pueden decir lo mismo. También omitiendo su presencia y opinión de las
informaciones diarias y en muchos debates políticos. Al hilo de esto último sólo
añadir que no hace mucho también me espetaron -hablando de los medios de comunicación-
“todos no pueden estar equivocados”, a
lo que yo le respondí: No, no es que estén equivocados, sólo obedecen a su amo…
Y es que no podemos ignorar que, los grandes medios de comunicación pertenecen
en su mayoría a cuatro poderosas corporaciones, concretamente el 80% de los
medios de comunicación. Y claro, no lo hacen de forma descarada, pero casi
todos, de una u otra forma “barren para casa…” para la casa de su amo.
La búsqueda de la verdad se ha
convertido en toda una aventura para los “Indiana Jones” de la realidad
política. “Desbrozar” la selva de mentiras, de medias verdades, de omisiones y
descalificaciones se convierte cada día una profesión intrépida que convierte a
los que aún queremos mantener nuestra parcela de independencia y objetividad en
unos “rara avis”, que intentamos despejar a golpe de “machetazo dialéctico” o esporádicos
disparos (en forma de artículos de opinión) desde nuestra “trinchera” las
hábiles manipulaciones puestas en circulación por todo un ejército
político-mediático armado hasta los dientes.
Esto es tremendamente
complicado explicar porque todos creemos estar en posesión de la verdad y TODOS
intentamos mantener nuestras posiciones ideológicas o convicciones políticas lo
más a salvo posible. Yo no intento convencer a nadie, sólo “plantar la
semillita de la duda”, pero cuando la mentira se ha convertido en munición de
guerra es muy difícil avanzar y llegar a salvo sin recibir “algún impacto”.
Intentemos pues avanzar en nuestras posiciones ideológicas en la complicada
búsqueda de la verdad, recibiendo los menores tiros posibles. El problema es
que al “enemigo” lo tenemos en casa, en forma de aparato de televisión, con “reputado”
periodista o tertuliano al frente, “rigurosos informativos” que desinforman u
ocultan información crucial. Los programas e informativos de radio y los
grandes medios escritos no son tampoco una excepción. Las redes sociales
también hace tiempo que dejaron ser “territorio virgen”. Esto hace que con
demasiada frecuencia hablemos con opiniones prestadas de lo que acontece en
este país. Dejamos que sean los medios y programas informativos lo que piensen
por nosotros, dejándonos “engatusar” sin el obligado contraste de informaciones
para fijar la realidad de las cosas.
La tarea no es fácil ni
sencilla, ni siquiera dedicándole un tiempo cada día a recabar y CONTRASTAR
información por diferentes vías. No digamos pues si somos de los que apenas nos
asomamos a la actualidad política y luego acudimos a los informativos
tradicionales pretendiendo recabar información veraz. Menos aún si nos hemos
convertido en estandarte del pasotismo político y además alardeamos de ello.
Podemos entonces llegar a la triste situación de besar la bota que nos patea el
trasero…
Creo sinceramente que el PSOE
no está pensando en arrebatar el poder al Partido Popular para implantar la
impronta y el giro social que tanto necesita en este país, está más bien
preocupado de que “no le roben la tostada” por la izquierda, y para ello, en
lugar de cambiar su programa y su actitud no ha dudado en aliarse con la
derecha, con el apoyo inestimable de la maquinaria mediática.
En esta ocasión me he extendido
más de lo habitual porque considero que el tema lo requería, a costa de dejarme
algunos pelos en la gatera. A los que les haya despertado el interés suficiente
para llegar hasta aquí, desearles que sean moderadamente felices y no se dejen
engañar por “el ruido mediático”. Nadie está en posesión de la verdad. Yo por
supuesto tampoco, pero no tomen nunca “opiniones prestadas”.
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