domingo, 24 de marzo de 2019

Blanqueando el fascismo, por Paco Vega.

No puedo entender el comportamiento generalizado de los medios de comunicación con esta extraña indolencia en el tratamiento a la extrema derecha española. Los mismos medios que no hace tanto se tiraban de los pelos y hacían aspavientos por la irrupción y crecimiento de la extrema derecha en Europa, ahora les dan titulares o entrevistas en radio y televisión a los del mismo pedigrí faccioso en España con pasmosa normalidad. Los titulares que se van desgranando cada día de sus desvaríos fascistoides tampoco levantan expresiones de asombro e incredulidad. Es más, los partidos de la derecha de este país, cada vez más extremos, van incorporando a su discurso los mismos ramalazos antidemocráticos y de tiempos pretéritos. Asuntos como la violencia machista o el aborto, ampliamente superados por la sociedad, empiezan a ser moneda de cambio o de discusión. Pareciera que estamos reviviendo el famoso NO-DO de hace cuarenta o cincuenta años, mientras la prensa normaliza con asombrosa naturalidad la irrupción de estos descerebrados con el franquismo entre los dientes, ahora de la mano -por si quedaba alguna duda- de varios generales firmantes del famoso manifiesto franquista.


Juegan estos políticos y la prensa que les jalea o les blanquea, con la indolencia mayoritaria de la población, con la poca cultura democrática de este país y con la poca memoria del ciudadano medio, que viene a ser algo así como medio ciudadano… porque ni ni piensa, ni siente, ni padece, y así le quiere el sistema para su fácil manipulación.

Aún recuerdo la actitud de los medios de comunicación (casi todos) con la irrupción de Podemos en la escena política. Le daban a diestro y siniestro (y le siguen dando)… ¿Por qué será? Yo se lo diré… Porque con un PP de corrupción hasta las trancas, un PSOE hecho jirones durante “el golpe del aparato” ¿se acuerdan del APARATO del PSOE…?, hoy Podemos gobernaría España y el IBEX 35 no podía permitirlo. Nada que ver con lo que sucede ahora con Vox, a los que escucho cada día en programas de radio y televisión decir mil y una barbaridades, mientras los periodistas ni se inmutan, los mismos que muestran una agresividad rabiosa cuando el invitado es de Unidos Podemos, a quien atropellan sin piedad, sin dejarles ni siquiera responder a sus propias preguntas, a veces bombardeados entre tres o cuatro a la vez. Sinceramente admiro el mérito de esta gente (los de Unidos Podemos) para mantenerse imperturbables intentando enhebrar una respuesta y discurso coherente en medio de tremenda jauría mediática en lugar de mandarlos todos a la gran puñeta, por manipuladores y mentirosos, por ejercer de perros de presa de su amo, los grandes poderes económicos de este país. Y recuerdo lo que pasaba mucho tiempo atrás con Julio Anguita, un señor de los pies a la cabeza a quien intentaban desvirtuar su discurso con chascarrillos varios, ridiculizándole a él y a su partido, ya no por los partidos rivales sino por los mismos medios de comunicación que ahora atacan a Unidos Podemos mientras intentan blanquear un fascismo cutre y cuartelero.

Lo mismo me sucede cuando escucho la radio para tomar el pulso a la actualidad española (preferentemente La Ser), me sorprendo en ocasiones verificando el dial ante determinados mensajes sospechosamente disonante con su postulado teórico, temiendo haberlo desplazado sin querer hacia La Cope del “amigo” Carlos Herrera. Por cierto, llama la atención que lo más rancio de los medios de comunicación lleve el sello inconfundible de la Conferencia Episcopal (La Cope y 13 TV). Pa'habernos matao… Bendito sea Dios...

Disculpen el tono de este mensaje, pero es que a veces “A ESTE PAÍS NO LO RECONOCE NI LA MADRE QUE LO PARIÓ…” Mensaje de un supuesto político de izquierdas allá por los ochenta al que ahora podemos ver y escuchar en diversas tertulias competir con lo más granado de la derecha extrema de este país… Pues si, ni la madre que te parió te conoce Alfoso Guerra...

En fin, cosas de rojos irredentos para una democracia de cartón-piedra

No hay comentarios:

Publicar un comentario