domingo, 14 de abril de 2019

La matraca de los impuestos, por Paco Vega


Estoy hasta las narices de escuchar a charlatanes metidos a políticos estar todo el día con la matraca de LA BAJADA DE IMPUESTOS, mientras toman el pelo a los ciudadanos que confiados se creen sus mentiras.

Mienten los políticos cuando dicen que quiere bajar impuestos. En realidad la pregunta que habría que hacerles es ¿qué impuestos van a bajar...?
Pues bien yo lo voy a explicar, y el que quiera desmentirme que lo haga:
Determinada ideología política siempre pregona bajar los impuestos pero, ¿Qué impuestos? Yo se los diré, los que favorecen a determinada clase social económicamente bien situada; como por ejemplo el impuesto de sociedades y el de sucesiones y donaciones. Alguien podría decirme que la eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones nos beneficia a todos, y es cierto, pero a quien realmente beneficia no es a quien hereda un pisito en un barrio pobre, sino a los herederos de grandes fortunas y patrimonios… ¿Acaso hay que explicarlo…? Lógicamente, el que poco tiene que heredar poco tiene que pagar, pero las clases adineradas si que tienen que soltar aquí la mosca… Éstos son, y no otros, los verdaderos beneficiados de la supresión o rebaja de este impuesto…

Por otra parte, cuando hablan igualmente de BAJAR el IRPF también mienten. Lo que hacen en realidad es bajar los tipos más altos, es decir, bajan los impuestos a los que más ganan, los altos directivos y gerentes. Para el común de los currantes, los que menos ganan, toca seguir pagando, a veces incluso más.


Al mismo tiempo que pregonan una bajada de impuestos inexistente, al menos para las “clases populares” (Impuestos Directos), traman una sigilosa subida de los Impuestos Indirectos, es decir, los que pagamos todos “a escote”, independientemente de nuestros ingresos y patrimonio (gasolina, tabaco, alcohol, etc.). Se graba con estos impuestos el consumo, en lugar de a las rentas, mediante los cuales acaba pagando lo mismo el propietario de una gran fortuna que el obrero que no llega a final de mes o el desempleado.

Por eso, cuando oigo a estos embaucadores todo el día con la matraca de la rebaja de impuestos, a sabiendas de que el común de los mortales seguirán pagando lo mismo o más, no puedo evitar revolverme de impotencia en el conocimiento de que muchos ingenuos acabarán votándoles.

Esta es una “explicación pedestre” de un tema altamente complejo para el común de los mortales, también para mi, pero hay que tener presente que asuntos tan importantes para la vida de las personas como LA SANIDAD, LA EDUCACIÓN o las infraestructuras dependen de nuestros impuestos. Otra cosa muy diferente es la distribución y la gestión que se hace de los mismos, las bonificaciones a las grandes fortunas o las amnistías fiscales que de cuando en cuando “regalan” a los defraudadores para blanquear el desatino…

Ahora que cada uno que piense lo que le conviene según su propia situación económica…


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