domingo, 24 de noviembre de 2019

Análisis político de andar por casa II, por Paco Vega

Sin ser politólogo, sociólogo ni periodista, a la vista de los elevados niveles de enfangamiento, prostitución política y periodística, cuyos mercenarios campan a sus anchas en medios audiovisuales y escritos vomitando mentiras prefabricadas con marchamo político, este “escribidor de andar por casa” se cree en el derecho de dar su opinión sobre el retorcido acontecer político de este país, aunque sólo sea por aquello de “en el país de los ciegos el tuerto es el rey”...

Por tal motivo procedamos a un detallado análisis, si eso es posible, desde este rudimentario y rústico puesto de observación:

Se equivocó Sánchez cuando, después de aquella dimisión por no apoyar el Gobierno de entonces de M. (punto) Rajoy -tras la que prometía la necesidad de un acercamiento a Unidas Podemos-, da un giro inesperado en el que le hemos visto pedir casi de rodillas el apoyo de PP y Ciudadanos.

Se equivocó el PSOE, después de las elecciones generales del pasado 28 de abril, cuando emitía guiños o descaradas invitaciones a pactar a la derecha, mientras mantenía supuestas conversaciones con Unidas Podemos; amagos amorosos a los que tanto PP como Ciudadanos -en su arrogancia- “le hacían la cobra” permanentemente.


Se equivocó el PSOE cuando vetó a Pablo Iglesias, en una escalada de desaires que sólo pretendía indignar a la formación morada, con la que en realidad nunca pensó pactar.

Se equivocó el PSOE al actuar de forma traicionera con el partido que le aupó al Gobierno de la nación, mediante la Moción de Censura a Mariano Rajoy, al que posteriormente sostuvo externamente, y con el que llegó incluso a un acuerdo de presupuestos, finalmente fallido por falta de apoyos parlamentarios.

Se equivocó el PSOE al pensar que una repetición electoral mejoraría sus resultados sobre un hipotético desplome de Unidas Podemos, sin tener en consideración que ya se habían destapado todas las “intrigas” partidistas, periodísticas y de las cloacas del Estado -actualmente en proceso judicial- que salpicaron injustamente a la formación morada durante todos estos años, casi desde su creación. También erró en el cálculo de una supuesta aparición fulgurante de Errejón y su Más País...

Se equivocó el PSOE al utilizar electoralmente la salida del Franco del Valle de los Caídos en campaña electoral, lo que enfureció a los descerebrados de la extrema derecha, generalmente abstencionistas.

Se equivocó el PSOE al convocar nuevas elecciones obviando la inminente sentencia del Proces, que lógicamente dificultaría el posterior apoyo de los republicanos catalanes a priori favorable.

Se equivocó el PSOE al convocar nuevas elecciones conociendo la proximidad del juicio y sentencia del caso ERES de Andalucía, lo que dificultaría los acuerdos pos-electorales.

Se equivocó Pablo Iglesias y Unidas Podemos al confiar en que un derrotado y herido Errejón podría seguir trabajando en el proyecto común después de la derrota y humillación -según su propia percepción- en Vista Alegre II.

Se equivocó Errejón, a quien pudo más su ego político que su inteligencia, dejándose embaucar por cantos de sirena para dividir a Unidas Podemos y por ende a la izquierda. Alguien probablemente le prometió el oro y el moro político. Para los medios de comunicación pasó -de repente y “milagrosamente”- de ser un rojo apestado a “la gran promesa” de la izquierda. Finalmente también la palmó porque ni siquiera ha conseguido Grupo Parlamentario propio, aunque es evidente que robó votos a Unidas Podemos.

Se equivocó Manuela Carmena, quien “ha hecho la cobra” reiteradamente a Unidas Podemos -a pesar del respaldo continuado de la formación morada hacia la gestión de la ex-jueza- para finalmente mostrar su apoyo al resentido Errejón. Ahora está en la calle a pesar del buen trabajo en el Ayuntamiento de Madrid por equivocarse al elegir compañeros de viaje.

Es evidente que también se equivocó Ciudadanos, quien después de su desnortamiento político, jugando un día a ser centro y otro a ser derecha extrema, perdió la oportunidad de facilitar el gobierno de la nación, a pesar de las rogativas de Sánchez, optando por disputar ser el “gallito de la derecha”. Perdió “el favor” que hasta entonces había disfrutado de los medios de comunicación, con el resultado por todos conocido. Los votos del “veleta” e inmaduro político acabaron marchándose al PP y Vox, especialmente a este último.

El PP ha sufrido un tosco cambio de imagen “rajoniano”, focalizado en Pablo Casado, que evidentemente le ha beneficiado.

El PP y Vox son precisamente los grandes beneficiados por las torpezas políticas de todos. Ha salido especialmente beneficiado este último partido de extrema derecha, quien se ha visto claramente beneficiado del descalabro de Ciudadanos y del blanqueamiento generalizado por parte del propio Ciudadanos y del PP, pactando con ellos allí donde los votos sumaban, además del blanqueamiento informativo por parte de los medios nunca antes visto en Europa, que endulzaron con presencia, visualización y normalización, un partido que predica el retroceso en derechos humanos para todos, pero especialmente para las clases trabajadoras.

Ahora que los múltiples errores del PSOE se corrigen en 48 horas, los que antes parecían enemigos irreconciliables les vemos retozar de amor en el lecho nupcial del pacto de gobierno.

Este escribidor anda con la mosca detrás de la oreja sin mucha convicción, con múltiples interrogantes y desconfianzas revoloteando en torno a esta esquiva relación, que sin embargo considera es la mejor posible en este momento/país.



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