Entregados al Grupo Félix Santiago Melián, por Paco Vega
La clase política canaria, siempre entregada a los intereses de los grandes poderes económicos, permite ahora al rico empresario norteño arrasar con la comarca que le vio nacer, permitiendo la instalación de una gran planta de biogás a escasos 500 metros de la población, despreciando con ello el peligro y los daños colaterales que este tipo de instalaciones causa a los pueblos limítrofes, simplemente por ahorrarse los costes de conexión de la línea de evacuación de energía para la futura planta, teniendo ya instalado un aerogenerador de gran potencia en la misma parcela. Priman por tanto los intereses del rico empresario norteño, del que ya hemos tenido noticias de su mal carácter y prepotencia, cuando abroncó en público a un político electo del Ayuntamiento de Guía, simplemente por exponer públicamente su oposición a la citada planta de biogás. Acostumbrados como están a hacer siempre su voluntad, a ver quien mete en vereda a semejante arrogante, con una clase política genuflexa que le idolatra. Vaya usted a saber por qué...
Así se las gastan los “ilustres” herederos del viejo empresario, criados entre algodones, al calor de la condescendencia del político de turno. Con sus mansiones edificadas en lo alto del acantilado de Sardina de Gáldar, un lugar privilegiado y de maravillosas vistas, un lugar en el que a nadie le habrían permitido construir. Acantilado en el que, casualidades de la vida, el Ayuntamiento de Gáldar anuncia ahora la enésima intervención pública de refuerzo y contención para evitar desprendimientos, cuyo Alcalde dijo no poder intervenir en los asuntos de Guía, cuando la Plataforma Stop Planta de Biogás en La Atalaya le pidió “un claro posicionamiento público en contra de la instalación de la planta”, siendo perfecto conocedor de que, varios barrios de Gáldar, como La Montaña, Cañada Honda, El Agujero, etc., se verán también afectados por el pestilente hedor de la futura planta. El mismo Alcalde al que semanas después pudimos ver en todos los medios de comunicación “defender” los derechos de los vecinos del barrio de Las Torres, en Las Palmas de Gran Canaria… El que no podía meterse en “los asuntos de Guía”, se metía hasta la cocina en la defensa de los vecinos de Las Torres. Curioso Alcalde, Presidente de La Mancomunidad del Norte, Consejero de la Presidencia y Vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria, probablemente el político con más poder en la isla de Gran Canaria y posible candidato de su recién creado partido para unas próximas elecciones, pero incapaz de hacer frente al influyente Grupo Félix Santiago Melián.
Sorprende que el Grupo de Gobierno de Guía, que aún no lleva un año en el cargo, se mostrara tan solícito y entregado a este peligroso proyecto, que firmaron nada más tomar el bastón de mando sin apenas poner objeciones. Peligroso por el lugar elegido, a 100 metros del antiguo Vertedero Municipal (potencialmente peligroso por los gases que todo antiguo vertedero acumula en su interior), 20 metros del Cementerio Municipal y 10 metros del Velatorio Municipal; a menos de 500 metros del Colegio Público de Primaria y las instalaciones deportivas municipales del barrio de La Atalaya; también a la recién construida Residencia de Mayores (en la que el Cabildo ha invertido ocho millones de euros), la guardería pública, el Club de Pensionistas y el resto de viviendas y negocios del barrio, todos ellos abocados a la ruina si no se para este PROYECTO DESTRUCTOR del Grupo Félix Santiago Melián, con la complicidad de todas las administraciones públicas, encabezados por el Ayuntamiento de Santa María de Guía. No hay que olvidar además que las plantas de biogás generan GAS METANO, un gas altamente explosivo y muy contaminante, por lo que esa proximidad a la población es, además de temeraria, una falta de respeto a los vecinos y comercios del Norte grancanario.
Se ha hecho hincapié, por parte de la Plataforma de ciudadanos, la vergonzosa inacción o permisividad de nuestra clase política canaria, el Gobierno Canario y el Cabildo Insular, pero especialmente del Ayuntamiento de Santa María de Guía; término municipal en el que irá ubicada la mencionada planta de biogás, todo un atentado contra la población del Noroeste grancanario. También en los daños colaterales de este tipo de industrias lleva consigo como los olores y las moscas que lleva asociada la manipulación de estiércol en cantidades industriales como las que aquí se pretenden, tanto por la manipulación en la propia planta, como por el trasiego de camiones de estiércol procedentes de toda la isla.
Sorprende que sean los vecinos, conformados ahora en Plataforma, los que hayan tenido que salir a la calle a defender al pueblo de esta temeraria y agresiva actuación privada, mientras los políticos consienten genuflexos al poder empresarial. Llama la atención la actitud del Alcalde, antes Teniente de Alcalde con el anterior Grupo de Gobierno, y del actual Teniente de Alcalde, Concejal de Urbanismo y vecino del barrio, que “no hallaba respuestas” para explicarnos tanta permisividad ante esta agresiva actuación.
Sorprende que, pese a las numerosas anomalías detectadas en el proyecto de planta de biogás, las Autoridades no hayan clausurado de forma definitiva este peligroso e innecesario proyecto. Sorprende que no sea el propio promotor, como último gesto de sensibilidad, el que no haya renunciado a esta ubicación de esta planta, tan próxima a un núcleo urbano muy poblado como La Atalaya, con evidentes afectaciones a toda la comarca.
Sorprende que, el mismo Ayuntamiento que no movía un dedo por defender la seguridad y la calidad de vida de los vecinos, ahora firme una moción en contra de la planta de biogás en un Pleno Extraordinario, solicitado por la Oposición e impulsado desde la Plataforma, al mismo tiempo que solicita al Cabildo y el Gobierno Canario sendas peticiones que van encaminadas a favorecer la instalación de la citada planta, defendiendo por tanto los intereses del grupo empresarial promotor. Colgaron una pancarta en el balcón del Ayuntamiento que rezaba “GUÍA DICE NO A LA PLANTA DE BIOGÁS”, el día en que había anunciada una concentración de protesta de los vecinos frente al Ayuntamiento, en un intento de tener “unas fiestas tranquilas”, pero “alguien” debió llamarles al orden, por lo que la misma desapareció en 72 horas.
Es una burla a los vecinos el comportamiento de este Ayuntamiento, que dice y firma una cosa y hace la contraria.
Firmar una moción en contra de la planta de biogás para luego cursar sendas solicitudes de recalificación que posibiliten la instalación de la planta, es una burla a los ciudadanos y al resto de Administraciones Públicas.
Es evidente que están entregados al Grupo Félix Santiago Melián, pero la pregunta es ¿por qué?
¿Por qué alguien que no lleva ni un año al frente del Ayuntamiento y que se hace llamar “socialista”, da la espalda a sus vecinos por favorecer una aberración industrial?
¿Qué está pasando en este abandonado Norte grancanario, en el que sólo se fomenta el pan y circo (fiestas)?
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