El potencial energético de la costa norte de Gran Canaria permitiría abastecer la demanda eléctrica de la mitad de Canarias, según Simone Memé, director de Desarrollo de la empresa noruega Langlee Wave Power, que probará este año en la isla su convertidor de energía de las olas "Robusto".
En la primera jornada de la III Feria Internacional del Mar de Las Palmas de Gran Canaria, Memé ha destacado que esta empresa, que comenzó a operar en 2006 en Oslo, ha decidido implantarse en la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan) para fabricar y probar su prototipo en Gran Canaria.
El responsable de Langlee ha explicado que se trata de un convertidor semisumergido y flotante que transforma el movimiento de las olas en energía eléctrica.
Su composición, a base de materiales estándar y de bajo mantenimiento, permite que la mayoría de sus componentes pueda fabricarse o ensamblarse en Gran Canaria, lo que, a su juicio, potenciará la industria local y creará mano de obra cualificada.
Simone Memé ha destacado que esta empresa noruega ha elegido instalarse en la isla por la profundidad de sus aguas, la calidad de un oleaje constante y los mínimos riesgos climáticos que presenta.
Langlee probará su prototipo "Robusto", que tendrá una potencia inicial de 100 kilovatios y unas dimensiones de 15 por 30 metros, en la costa norte de Gran Canaria.
Memé ha precisado que este convertidor de energía de las olas se ensamblará en tierra, desde donde será remolcado hasta el punto de instalación donde se anclará, que se situará a una distancia de entre 800 y 1.000 metros de la costa.
El representante de Langlee ha destacado que "Robusto" es "ecológico y sostenible" y que "no produce impacto visual ni ambiental, por lo que "es compatible con las actividades recreativas marinas".
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