A
las 11,30 de la mañana de ayer puse rumbo a la capital grancanaria
desde mi Atalaya natal, con la intención de participar en la cadena
humana en contra de las prospecciones petrolíferas y a favor de las
renovables. Iba solo porque con los pocos que pude contactar a última
hora tenían asuntos familiares que atender.
Pero
al llegar a la Avenida Marítima “se me subió la bilirrubina”
-como dice la canción- al comprobar la cantidad de gente que allí
se estaba congregando. Después de aparcar el coche (si, llevé mi
coche de gas-oil pero que espero cambiar por uno eléctrico en cuanto
bajen un poco los precios y se habilite la infraestructura necesaria
para su recarga -soy consciente de que este cambio no será de la
noche para la mañana-) -, me dirigí caminando a la Avenida y me
incorporé casi de inmediato a la cadena humana en la que todo el
mundo me recibió con agrado. Había una emoción contenida y mucha
sorpresa al comprobar que las expectativas de la organización
(Plataforma por un Nuevo Modelo Energético para Canarias y Ben
Magec-Ecologistas en Acción) habían sido ampliamente superadas. Los
que estábamos en la cadena estábamos eufóricos a comprobar la gran
cantidad de gente que seguía llegando e incluso los que intentaban
también estar presentes sin estarlo, es decir, los numerosos
vehículos que al pasar nos transmitían su simpatía con la
manifestación haciendo sonar la pita (el claxon para los finos).
Tuvimos que movernos por la avenida durante un buen rato ya que la
gente seguía acudiendo y se acumulaba en determinadas zonas y había
que caminar para seguir extendiendo la cadena humana.
Fue
agradable y esperanzador visualizar la presencia de determinados
políticos entre los asistentes. Es importante conocer quién es
quién en estas reivindicaciones que yo considero por encima de la
política y que son fundamentales para el futuro de canarias. Son
muchos los que se siguen “tentando” el carné del partido antes
de pensar en Canarias.
También
fue agradable encontrarme allí con gente del Norte grancanario, que
parece siempre reacia a la participación.
Lamentablemente
en estas fechas acudimos al esperpento de ver a políticos canarios
en el escenario de lo que se supone la soberanía popular votando en
contra de poner un freno a las prospecciones petrolíferas. Es triste
y lamentable comprobar como aquellos que se presentaron a unas
elecciones jurando defender los intereses de Canarias ahora defienden
los intereses privados de una petrolera, a pesar del daño que ello
pueda acarrearnos.
No
tiene ninguna lógica que, cuando los principales países productores
de petróleo están invirtiendo cifras multimillonarias en energías
renovables, en el conocimiento de que el petróleo se acaba y que
cada vez será más caro y peligroso de obtener, en Canarias vayamos
a permitir una actuación de este calibre, con el riesgo que ello
supone para la biodiversidad marina, para la pesca, para el turismo y
como consecuencia de ello para el futuro de Canarias.
Pero
volviendo al tema de la manifestación de ayer les diré que, ver a
tantos miles de personas, jóvenes, niños, mayores y familias
enteras unidas en contra de algo que sabemos todos sería un desastre
para Canarias me reconforta como persona, sobre todo al comprobar que
no soy un bicho raro, o en el mejor de los casos, que somos muchos
miles los bichos raros...
Por
cierto, también reconfortan los reconocimientos por lo que uno
escribe, aunque sean en privado...(gracias). Este aprendiz de casi
todo sólo quiere lo mejor para su tierra, no ambiciona riquezas, cotas de poder o puestos destacados en candidaturas electorales.
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