martes, 15 de julio de 2014

LA POLÍTICA CANARIA PARA LOS CANARIOS, por Paco Vega.

Canarias necesita un Gobierno potente, serio, que defienda Canarias y a los canarios de las tropelías coloniales petrolíferas que quieren imponernos desde Madrid en beneficio de Repsol. Necesitamos también un Gobierno Insular fuerte, serio, que defienda los intereses de esta isla de Gran Canaria y de sus habitantes sin entrar en el manido pleito insular, que incitan cada vez que quieren distraer la atención de los asuntos importantes, y para el que no dudan en malgastar dinero público a través de campañas pleitistas (divide y vencerás).

Mientras tiran el dinero público de todos los grancanarios en este tipo de campañas frentistas hacen oídos sordos a la tropelía petrolíferas que quiere cometerse en nuestra tierra. El de Gran Canaria es el único Cabildo -gobernado por el Partido Popular- que no ha denunciado las prospecciones petrolíferas, más bien al contrario. Mientras tanto desatienden y amenazan con cerrar el Consorcio Insular de Bomberos de Gran Canaria, una herramienta vital de prevención y extinción en esta isla. Por lo visto ya nadie se acuerda de los lamentables incendios que arrasaron el sur de Gran Canaria en el 2007. La prevención, formación y dotación es la herramienta fundamental para evitar que se repitan estos lamentables hechos. Lo contrario es rozar la temeridad y jugar con la seguridad de los grancanarios.

No sé que calificativo emplear para definir a los políticos que prefieren gastar el dinero público en fomentar el odio entre los canarios mientras apoyan de la destrucción de Canarias, mientras abandonan además los servicios básicos de prevención y lucha contra los incendios.

Este tipo de políticos son los que consiguen alejar a la gente de la política. Lamentablemente son muchos los que ven la política como si de un equipo de fútbol se tratara. “Mis colores son mis colores por mal que lo haga”. Vendito sea Dios... Yo no respaldaré nunca con mi voto un partido que vaya en contra de mis principios, y menos aún que vaya en contra de mi tierra y de mi gente.

No puede ser que las consejerías de Turismo del Gobierno Canario y de los Cabildos Insulares inviertan cada año miles de euros en ferias turísticas de todo tipo, de la que se ven beneficiados los grandes empresarios turísticos, sin arrancar un mínimo compromiso de empleabilidad en un sector que bate récords históricos de visitantes, mientras explota a sus trabajadores con jornadas de trabajo inhumanas.

Por otra parte, tampoco es posible que la Consejería de Agricultura no sea capaz de coordinar una mínima iniciativa local para compensar el desequilibrio entre importación y producción local, incentivando la consecución de la tan ansiada soberanía alimentaria.

No es posible que el Consejo Insular de Aguas del Cabildo permita el abandono de una inversión multimillonaria como la planta desalinizadora de Roque Prieto sin que se atisbe la más mínima actuación para revertir el estado de abandono en la que se encuentra.

Necesitamos un nacionalismo serio, que defienda lo nuestro, nuestra tierra, nuestras aguas, nuestra industria, nuestra gente. Que no venda nuestra tierra al mejor postor en beneficio de unos pocos como ha venido sucediendo. Que no permitan que nadie venga nunca a disponer de nuestra tierra y de nuestras aguas para el negocio de cuatro.

Nadie vino nunca de la península a defender lo nuestro, y no lo van a hacer ahora.

Canarias es un territorio alejado, no sólo geográficamente sino mentalmente. No hemos estado nunca entre las prioridades de los gobiernos de Madrid. Los problemas de Canarias no interesan. Nadie que no viva en Canarias va a entender nunca nuestros problemas y nuestras necesidades. Los representantes de los partidos españoles en las islas están demasiado preocupados en no ser excluidos de las próximas listas electorales si se vuelven reivindicativos. Por eso siempre sus propuestas se quedan en los panfletos electorales, si es que llegan.

Entender la política es difícil, pero entender la política Canaria lo es aún más, sobre todo si tu futuro depende de las directrices que marca Madrid.

Volver a imponer un certificado de residencia ya desfasado que evidencia nuestro estatus colonial no es una buena política para Canarias.

Apostar por unas prospecciones petrolíferas que condenarán el futuro de Canarias en beneficio de una compañía privada no es una buena política para Canarias.

Aprobar la privatización de los aeropuertos canarios en lugar de ceder su gestión a los canarios no es una buena política para Canarias.

Ningunear y despreciar la voluntad de los canarios no es una buena política para Canarias.



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