jueves, 24 de septiembre de 2020

Las mentiras sobre la inmigración, por Paco Vega.

Da igual las veces que lo explique, muchos seguirán pensando y diciendo que vienen en barcos


nodrizas, que los remolcan hasta ahí cerca y luego los sueltan, que son las mafias organizadas las que quieren invadir Canarias, que los políticos están chupando de esto y que todos vienen a por una paguita a cambio del voto. Es un tema que me agota sobremanera. La ley del mínimo esfuerzo mental es realmente agotadora para los que la sufrimos en silencio, como las almorranas… Cuando no se encuentran explicaciones inmediatas a lo que acontece a nuestro alrededor tendemos a simplificarlo todo y a tomar el más ramplón de los argumentos como explicación para salir del paso...

Pues bien, lo diré otra vez porque la realidad es otra bien distinta:

1º El 99% de los inmigrantes que vienen en patera o cayuco lo hacen por sus propios medios desde las costas africanas. Que si, que somos africanos porque vivimos a poquitas millas del continente. Ni europeos, ni ultraferiféricos, somos africanos y cualquier pescador profesional sabe que en muy pocas horas de navegación te pones en las costas africanas y a la inversa. Y si, doy fe de que vienen impulsados por esos motorcitos. Algunos no llegan porque se averían, se les termina la gasolina o se pierden y nunca se vuelve a saber de ellos, a no ser que la corriente los desplace hacia una ruta comercial y algún barco decida comunicar el hallazgo, o bien que algún avión durante un reconocimiento los divise a la deriva, ya muertos por hambre y sed, como el que hace pocos días divisaron a unas cien millas al sur de Gran Canaria. Otra pista para conocer si les ha dejado un barco nodriza cerca de la costa o vienen navegando durante días es su estado físico y la vestimenta empapada, las garrafas de gasolina y los restos de comida y agua hallados a bordo, aunque también existen multitud de factores que pueden condicionar estos datos.

2º No, el problema no lo tenemos nosotros, aunque el racismo que llevamos inyectado en sangre -y el que se nos inculca a través de los medios de comunicación- nos haga repudiar a estas personas por tener otro color de piel y ser pobres, fundamentalmente por ser pobres. El problema lo tienen los inmigrantes que tienen que salir de su tierra dejando atrás casa, familia y amigos, huyendo de la guerra y el hambre. ¿Saben lo que eso significa? ¿Se lo pueden llegar a imaginar? Claro que no, como vas a imaginar desde el cómodo sofá de tu casa que alguien pueda estar huyendo para salvar la vida, que sea más segura la travesía en una patera o cayuco desvencijado a la voluntad de la fuerza del mar, que permanecer en tierra firme. Cuando miras para atrás y lo único que conoces es hambre y muerte, cruzar el mar te parece una bella aventura, aunque estés temblando de miedo porque eres consciente de que puedes perder la vida…

3º No, no vienen más inmigrantes ahora, pero políticamente interesa desgastar al gobierno de izquierdas, por los partidos de derechas y por los medios de comunicación de derechas que son el 90%. Y para ello utilizan la inmigración, la pandemia mundial y hasta el deshielo glaciar. Les adjunto un gráfico de la evolución de la inmigración en los últimos veinte años.

4º Y no, no nos están invadiendo los negros y los moros. Sólo el 10% de la inmigración irregular viene del continente africano.

Sobre la imagen de un cayuco, aparentemente sin motor y a la deriva, cerca de las costas canarias puede tener múltiples explicaciones, pero la más desbaratada de todas es que algún barco lo trae remolcado desde costas africanas. Eso lo dice quien nunca ha hecho un remolque en la mar, porque si no no lo diría. Las complejidades de realizar un trasbordo en alta mar son tan grandes que queda descartada por insignificante, aunque no descarto que en alguna ocasión aislada haya podido producirse, pero no es lo habitual.

Insisto, recemos -el que sea creyente- para que nunca tengamos que vernos abocados (como en el pasado) a emigrar lejos de nuestra tierra. En cualquier caso hay que recordar que hay canarios emigrados por el mundo, y no son mejores ni peores que los que llegan a nuestras costas, aunque estos últimos se juegan la vida en cada travesía.

Por cierto, los inmigrantes ilegales no tienen derecho a pagas, y mucho menos al voto. Porque tenemos que leer y oír cada cosa por ahí que nos terminamos tirando las manos a la cabeza de lo fácilmente manipulable que es el personal.

Leer, contrastar e informarse en los lugares adecuados (serios) es a veces tedioso y molesto, pero es mucho más productivo que hacer el ridículo diciendo chorradas, mil veces repetidas, en las redes sociales.
Adjunto artículo sobre el particular de El Confidencial. Para quien quiera saber. Los demás pueden seguir jugando a las cartas y compartiendo bulos en las redes sociales...


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