martes, 11 de julio de 2023

Carta abierta a un supuesto militante de izquierdas, por Paco Vega.

 

El que haya un político, alto cargo o funcionario que meta la mano en la caja o cometa una irregularidad le desacredita a él y a nadie más, salvo que el partido forme parte de la trapisonda. Por lo tanto que pague penalmente lo que tenga que pagar. Tenemos a un bipartidismo con una larga lista de corruptelas a sus espaldas, también algunos nacionalismos, con los que no veo tanta beligerancia. Los corruptos son corruptos, tengan el carné que tengan...

Hablan de la Ley del Si es Si, entre otras muchas cosas, una Ley del actual Gobierno (del que Unidas Podemos es miembro minoritario). Una Ley más que necesaria, que se firmó con todos los visados y parabienes legales, pero que el poder mediático se ha encargado de torpedear desde el minuto uno, simplemente por ser una Ley nacida del Ministerio de Igualdad. Al PSOE le temblaron las piernas ante la inminente convocatoria de las municipales. Vio la oportunidad de golpear a Podemos y no se lo pensó, intentando quizás provocar la lógica reacción airada de su socio de Gobierno, que no podía ser otra que la de mandarlo todo a hacer puñetas. Así las cosas, el PSOE pactó con el PP -a espaldas de su socio- la modificación de su propia Ley, a pesar de la opinión en contra de la fiscalía y de reputados juristas de reconocido prestigio que entendieron que la ley no era el problema. El desaire a la rocambolesca situación merecía la pretendida espantada, pero no se produjo, teniendo entonces que esperar al resultado de las municipales para justificar un adelanto electoral previsto de antemano. Tampoco la reducción de penas o excarcelaciones a determinados penados, por la aplicación de la retroactividad de las leyes justificaban la escandalera montada. Nada que no hubiese ocurrido en el pasado cada vez que se afronta una reforma penal. Las reducciones de condena por la citada retroactividad, en aplicación de la citada Ley, son una mínima parte puesto que gran parte de los beneficiados ya se encontraban en el último tramo de su condena. Una vez hecha la modificación de la Ley, pactada entre PP y PSOE, los efectos indeseados siguen siendo los mismos, sin embargo ya ha dejado de ser noticia, ya no salen contadores de supuestas excarcelaciones en los medios de comunicación, aunque la realidad no haya cambiado un ápice. No quiero alargarme en exceso sobre este tema, pero es evidente que esta derecha extrema tirada al monte, con la ayuda de los jueces, ha querido tumbar esta Ley desde el principio y el PSOE le ha comprando su discurso trufado, aunque no por la Ley...

Informarse a través de los medios de comunicación y las redes sociales de la situación política, con bulos incluidos, es un error. La inquina mal disimulada de muchos hacia Unidas Podemos, muchas veces inducida, llama poderosamente la atención viniendo de personas que se dicen de izquierdas. Yo pensé que los fanatismos estaban todos en la derecha, pero ya compruebo que no, que en todas partes cuecen habas...

Podemos lleva recibiendo una paliza brutal desde que los poderes económicos entendieron que la cosa iba en serio, que a estos no iban a poder comprarlos. Sé que en determinadas circunstancias hay personas que se sienten tentadas de participar en el linchamiento colectivo, para sentirse poderosos al menos por una vez, por aquel adolescente concepto de pertenencia al grupo. A mi me causa justo el efecto contrario, especialmente si los matones son los herederos del franquismo. Serán cosas de la cimentación ética y democrática de cada uno...

Cuando uno tiene el atrevimiento de hacer pública su opinión sobre asuntos complejos tiene que ser riguroso, casi docente, evitando caer en el anecdotario, tenga el carné que tenga. Evitando sobre todo hacer burla de las personas que, a pesar de tener una inteligencia superior a la media, padecen una minusvalía física severa como es el caso de Pablo Echenique. 

El respeto es algo que un demócrata nunca debe perder, porque si no ¿en qué nos diferenciamos del fascismo que tanto aborrecemos…?

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