Conocí a “Camurrita”, hace muchísimos años. Nuestra amistad, siempre se mantuvo intacta. Lo recuerdo en múltiples luchadas en el Viejo Palacio de Deportes de la época, el Campo España. Aquellos choques entre las selecciones del norte y del sur; entrenado en la Fosforera, junto a Abel Cárdenes, el pollo de Anzo y otros notables luchadores de la época. José Pulido “Camurrita”, era cortito de estatura, pero se agigantaba sobre el terrero… ¡Cómo disfrutaba el público! en aquellos enfrentamientos ante Hermenegildo Ramírez “Brazo de Hierro”… Hermenegildo intentando aquella cadera rastrera y “Camurria”, eléctrico, inquieto como un longorón, lo hacía perder su posición y rematar la faena con una burra bajita, que estremecía los cimientos del hercúleo Hermenegildo…
También recuerdo aquella tarde en el Campo España cuando se celebró el desafío entre el “campeonísimo” Alfredo Martín Acosta “El Palmero” y José Pulido “Camurrita”, cuando apareció, pavoneándose el poeta luchador Heraclio Niz “El Pollo de Arrecife”. Venía luciendo, traje azul marino y corbata larga en vez de su clásica pajarita… Al término del desafío le preguntaron al “pollo”. ¡Coño Heraclio! y ¿ese cambio de corbata? Y el Pollo de Arrecife contestó en verso: “Uso corbata larga/ y no de pajarita/ porque sabía que el palmero/ le ganaba a Camurrita...
Era, sin más la época en que se vivía. Una época plena de romanticismo. También de sacrificios… Luchadores que recorrían tarde tras tarde, para hacer sus entrenos caminando varios kilómetros una vez finalizada la jornada laboral. La lucha, claro, no daba dinero salvo en contadas ocasiones…
Toda una vida dedicada a la lucha canaria. Yo tuve la suerte de tenerle como entrenador hace ya muchos años, en mi breve acercamiento a la lucha canaria, cuando el mandaba al hoy desaparecido Ramón Jiménez de Guía.
ResponderEliminarHasta pronto Camurrita.