martes, 6 de mayo de 2025

Pobres, tontos e hipócritas, por Paco Vega

 



Pobres, tontos e hipócritas, por Paco Vega.

Algunos desinformados, manipulados por redes sociales y medios de comunicación, vomitan ignorancia a diario en redes sociales, llamando a salir a la calle a protestar porquenos invaden”. Nos invaden supuestamente los inmigrantes pobres que llegan a Canarias, huyendo de guerras y hambrunas, igual que lo hicieron en su día los canarios que emigraron a América. Es mentira que entonces se hiciera de forma legal y con un contrato de trabajo debajo del brazo, pero no importa, tampoco interesa mucho la verdad. Es cierto que, de existir vías legales, nadie se jugaría la vida en un viaje casi suicida hasta Canarias. Es evidente que si las condiciones en sus países fuesen otras tampoco arriesgarían sus vidas ni la de sus hijos. Me indigna la hipocresía de los que gritan que se devuelva a los menores con sus padres, ignorando que hacer eso es enviarles a una muerte segura en guerras y hambrunas. O lo que es peor, quizás no lo ignoran, pero no les importa…

Nadie deja atrás a la tierra que le vio crecer y a los suyos, a no ser que no le quede otra opción. Nadie envía a sus hijos a ese viaje a lo desconocido de no tener la certeza que es su última opción para sobrevivir. Nadie se juega la vida a no ser que un frágil cayuco en alta mar sea mucho más seguro que la tierra que pisan sus pies.

¿Por qué extraña razón nos creemos mejores, simplemente por haber nacido a este lado del mar y tener otro color de piel? ¿Por qué razón vertimos tanto odio sobre los pobres? Porque más que racismo es aporofobia (el odio al pobre), porque nadie odia, insulta ni le desea la muerte a un árabe rico o un futbolista multimillonario, por muy negro que sea. La triste diferencia está en lo abultado de su cartera y nuestra mochila de mezquindad...

Si la ignorancia no fuese de tal magnitud y algunos de los que vociferan odio al inmigrante pobre se acercaran al conocimiento, sabrían que la inmigración que llega a Canarias por mar es muy minoritaria, en comparación a la que llega por puertos y aeropuertos, pero la mayoría son blancos de piel, muchos de ellos europeos. En Fuerteventura, por poner un ejemplo, la población extrajera superará a la majorera en muy pocos años. A día de hoy ya son la mitad, pero no son negros y pobres sino europeos, italianos la mayoría. De esa invasión nadie se queja porque no se nota, a no ser que abran la boca, pero aún así pasan por turistas. Tienen nuestro color de piel y llegan en avión. En Gran Canaria hay también muchísimos italianos y alemanes residiendo y comprando viviendas, contribuyendo de paso al encarecimiento de la vivienda. Una vivienda que se ha puesto imposible para los canarios.

Esto último no es noticia, por lo que los medios de comunicación tampoco encabezan cada día con grandes titulares y fotografías anunciando que “NOS INVADEN”, aunque la realidad es que si, son los europeos y otros “inmigrantes legales” los que nos invaden, los causantes de nuestra superpoblación, al límite de lo soportable, encareciendo con ello nuestra precaria vida insular y precarizando aún más los servicios públicos.

Es mentira que sean delincuentes los inmigrantes pobres, es mentira que vengan a robar. ¿Qué estupidez es esa? ¿Quien se juega la vida para robar? Pero no importa, es mejor no pensar, dejando que los manipuladores del odio hagan con nuestras cabezas lo que quieran. Algunos somos pobres y tontos. No tiene otra lectura…

Entre tanto hay una clase política miserable que se esmera en sembrar odio para manipular a los más desinformados e indicarles, con argumentos simplones, quién es el enemigo, quiénes son los culpables de sus miserias, aunque sea mentira. Hay también medios de comunicación que retozan en el mismo lodazal de mentiras, todas ellas dirigidas al mismo público ignorante y desinformado.

Disculpen el grueso de mis palabras, pero si, somos pobres, tontos e hipócritas.



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