Hoy
me he sentado con la intención de escribir -como tantas veces- y la
actualidad me ha desbordado. He querido hablarles de cosas
importantes -como tantas veces- pero las urgentes me han sobrepasado.
He querido dedicar sólo unos minutos a esta cuestión trascendental
para el futuro de la supervivencia humana -como tantas veces- pero ya
me duele el culo de estar sentado frente al teclado del ordenador.
Así que me voy a tomar un café para estirar las piernas y despejar
la mente y regreso.
Ya
regresé y debo confesarles que me sentó bien, incluso tuve tiempo
para enviarle un mensaje de ánimo a una amiga que lo está pasando
regular por una situación personal.
De
lo que quería hablarles hoy es del PLÁSTICO. Si, los que separamos
los residuos (me parece inconcebible que aún hayan personas que no
lo hagan -me consta-) comprobamos asombrados cada día el brutal
volumen de plásticos que generamos, especialmente envases, pero
también envoltorios, bolsas -a pesar de que ahora las cobran- (nos
engañaron vilmente) y embalajes varios. Si extrapolo lo que se
genera en mi casa a todas las familias y me parece increíble que las
islas no se hayan convertido en un gran vertedero, un inmenso
vertedero de plástico.
Lo
primero que comprobamos al organizar la separación de residuos es el
inmenso volumen que ocupan los plásticos, el cartón y el vidrio.
Bien gestionado nos ayudará a sobrellevar mucho mejor el deshacernos
ordenadamente de nuestros residuos, favoreciendo su reciclaje
posterior por parte de las administraciones. Ahí esta precisamente
el primer obstáculo que nos encontramos en el proceso de un adecuado
tratamiento de los residuos, que muchas Administraciones no están
realmente concienciadas del potencial que tienen nuestros residuos,
tratando como un problema lo que realmente es una oportunidad si se
gestiona adecuadamente.
Falta
concienciación y falta formación por parte de los concejales y
alcaldes de turno que ven en los residuos un tema menor, cuando no un
problema. Así es como en muchos sitios se externaliza el problema
para quitárselo de encima o desentenderse de él, en lugar de
afrontar el desafío de futuro que significa un buen tratamiento de
los residuos para la población, tanto los urbanos como los
industriales (más complejos), pero también los forestales y
ganaderos.
Volviendo
al tema de los plásticos, que me parece el más serio de todos por
su longevidad y permanencia en el medio ambiente cuando no son
tratados. Decir que, a nivel personal podemos hacer mucho por
disminuir el volumen de los mismos. El consumo de agua embotellada
produce sin duda la mayor carga de envases de plástico, seguido de
refrescos, zumos y productos de limpieza (no sé si en ese orden
porque eso depende de los hogares). Una primera medida para evitar el
exceso de envases de plástico sería volver al agua embotellada en
vidrio retornable. En una segunda etapa se podría intentar afrontar
idéntico comportamiento con el refresco y los productos de limpieza.
En grandes ciudades se empiezan a abrir negocios de venta a granel,
sin envase de productos de limpieza (mucho más económicos y
ecológicos). En la medida que estos negocios se vayan implementando
y la concienciación creciendo, podremos ir reduciendo de manera
drástica el volumen de residuos plásticos y su nefasta influencia
en el medio ambiente, especialmente en el medio marino, en el que
empieza a hacer auténticos estragos entre la fauna, que
irremediablemente pasa a la cadena alimenticia que acabamos sufriendo
todos.
Resumiendo,
hay acciones que se pueden acometer a nivel personal, las más
importantes, que podrían representar grandes logros para nuestro
medio ambiente y un menor coste en la gestión pública de los
residuos urbanos. Y también medidas a nivel político en la gestión
y posterior tratamiento de residuos.
Que
importante es tener al frente de las administraciones a personas
concienciadas y dispuestas a marcar la diferencia, y que finalmente
cuando le llegue el recibo de basuras al ciudadano no acabe pagando a
regañadientes, sabiendo que se trabaja con seriedad por un futuro
sostenible.
Hagamos
nosotros también, como ciudadanos, algo serio por el futuro de
nuestro territorio y las nuevas generaciones. Trabajemos por la
disminución del plástico. El mejor residuo es el que no se genera,
y con el generado tratarlo adecuadamente.
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