Hoy me han llamado a capítulo por ser demócrata, por ser crítico con la mentira, el adoctrinamiento y por señalar la injusticia. Me han reñido por no callar cuando la extrema derecha y la derecha extrema vierte odio y mentiras a partes iguales en las redes sociales, y por señalar a los que comparten sin pudor o a los que callan sin rubor. Me han reñido por ser de izquierdas.
Además me han informado del rencor que -al parecer- despierto en determinado grupo de personas con los que supuestamente debía compartir racismo, fascismo y fanatismo; en definitiva ignorancia y mentiras.
Me han reñido mi independencia, mi espíritu crítico y mi apertura de miras. No saben que en la vida dos más dos no siempre son cuatro...
Parece ser que lo correcto es aplaudir los bulos de una derecha corrupta y vacía de argumentos. Parece ser que lo correcto para algunos es callar mientras otros mienten, faltan al respeto y manipulan. Parece ser que lo correcto es mirar para otro lado cuando se margina a los débiles de la sociedad.
Pues qué quieren que les diga, seguiré siendo el antipático del grupo, especialmente si a la solidaridad y empatía la siguen llamando “buenismo”, si siguen creyéndose el ombligo del mundo.
Hoy me han llamado a capítulo, pero portar LA VERDAD como compañera de viaje es lo único que me preocupa…
Cuantas caretas, que no máscaras, están cayendo durante este confinamiento.
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