martes, 18 de febrero de 2025

El “a, b, c” de la política, por Paco Vega.


El “a, b, c” de la política, por Paco Vega.

Para iniciarse en el tortuoso mundo de la política uno debe empezar por el “a, b, c”, como con todas las cosas. Debemos tener una mínima base antes de intentar desentrañar la madeja y entender mínimamente a qué nos estamos refiriendo cuando hablamos de POLÍTICA.

Para empezar debemos asimilar algo muy duro, como que gran parte de la clase política es mentirosa y manipuladora, con altas dosis de corrupción, como la misma sociedad a la que pertenece. Otros simplemente tragan con lo que sea por alcanzar o conservar el ansiado sillón institucional. Pero esta reflexión también nos sirve para comprender que la alternativa a la política es mucho peor, que es LA AUTOCRACIA o DICTADURA

Para todo el que quiere acercarse al conocimiento político y trazar un mapa de situación, lo primero que debe conocer es a qué - clase - social - pertenece. Parece una ingenuidad, pero no lo es. Y me explico: si perteneces a una familia adinerada, vives de rentas muy holgadas o tienes grandes propiedades, puede decirse que eres de clase alta; pero si perteneces al amplio grupo de funcionarios, pensionistas y la totalidad de trabajadores por cuenta ajena, e incluso autónomos, eres clase trabajadora. Todos los que sobreviven rezando para que ningún imprevisto les impida llegar a final de mes, son clase trabajadora; aunque el bombardeo político y mediático durante años nos haya hecho creer otra cosa. No son pocos los autónomos que, aún yendo desahogados, incluso con algún trabajador en nómina, se creen “EMPRESARIOS”. Tampoco son pocos los funcionarios que se creen “CLASE MEDIA” por aquello de que su pagador es la Administración Pública.

Podemos decir entonces que, “la famosa clase media” NO EXISTE, aunque nos hayan hecho creer lo contrario. La mayoría de asalariados y pensionistas estamos en la base de la pirámide poblacional. Y es que un asalariado, por muy bien remunerado que esté, no deja de ser un trabajador por cuenta ajena, expuesto por tanto a los vaivenes del mercado laboral y a los de la propia empresa. La experiencia nos dice que, hoy podemos estar “muy bien”, económicamente hablando (con todas las comillas), y al día siguiente estar en la calle, con una mano delante y la otra detrás. Los motivos son múltiples y de sobra conocidos.

A partir de aquí podemos decir que, la inmensa mayoría de ciudadanos somos la parte más frágil del sistema. Por lo que esta sociedad se divide fundamentalmente en dos grupos: EL DE LOS RICOS y EL DE LOS TRABAJADORES o PENSIONISTAS, siendo el primero un grupo pequeño y privilegiado; mientras que el segundo grupo lo conformamos la gran mayoría de ciudadanos, los que nos sentimos satisfechos por llegar a fin de mes sin sobresaltos.

Desgraciadamente debemos ser conscientes de que sigue habiendo gran parte de la población que ni siquiera llega a esa clase social que llamamos “clase trabajadora”, puesto que alrededor del 25% de la población española se encuentra en riesgo de pobreza. En Canarias la situación es aún más grave, llegando este porcentaje hasta el 38%. Este quizás pueda ser el motivo por el que a muchos nos hayan hecho creer que somos parte de esa “famosa clase media”, pero NO.

Una vez hemos asumido con naturalidad nuestra clase social, debemos reconocer quién defiende qué intereses desde la política, fundamentalmente para no pegarnos un tiro en el pie a la hora de depositar el voto en la urna. Y así tenemos que:

-LA EXTREMA DERECHA: se sitúa bordeando el ordenamiento constitucional. Sus actos y sus pronunciamientos la definen. Defiende sin pudor los regímenes autoritarios y se posiciona en favor de las clases privilegiadas. Reivindica la abolición de derechos ampliamente consolidados, como el derecho al aborto, al divorcio, al matrimonio homosexual, etc. Se muestra además abiertamente en contra de las mejoras laborales de los trabajadores. Votan de forma reiterada en contra de la subida de los salarios y las pensiones. Los actos de provocación y violencia verbal -y a veces física por sus partidarios- contra partidos y movimientos sociales, va en un peligroso aumento. Sorprende que determinados sindicatos policiales sintonicen peligrosa e ingenuamente con partidos de extrema derecha, en contra de sus propios intereses como clase social -al hilo de lo que citamos al comienzo del presente- olvidando que los policías son ante todo clase trabajadora.

-LA DERECHA: se posiciona en favor de las clases privilegiadas y adineradas, así como en defensa de los intereses de la gran Patronal. Se postula habitualmente en contra de los derechos de los trabajadores, votando de forma reiterada en contra de la subida del salario mínimo, el sueldo y las pensiones de las clases trabajadoras. Es favorable a la privatización de los servicios públicos en favor de la gran empresa, así como la bajada de impuestos a las grandes fortunas. Aunque se hagan llamar “constitucionalistas”, no son pocos los artículos de la constitución que ignoran permanentemente.

-LA IZQUIERDA: se muestra defensora de los derechos constitucionales y el avance de las libertades públicas, también los derechos sociales y laborales. Reivindica la subida de los sueldos, del salario mínimo y de las pensiones. Apuesta por la protección y potenciación de los servicios públicos, principalmente La Sanidad, La Educación y Los Servicios Sociales. Son partidarios de poner topes a la subida de los alimentos básicos. Se muestra defensora del medio ambiente, de las energías renovables y del desarrollo sostenible.

Una vez diseccionada la ideología e inclinación de las diferentes tendencias políticas, debemos identificar a los partidos que sintonizan con ellas mediante el voto en los gobiernos, parlamentos o cámaras de representación, no según sus programas (que muchos incumplen), o según lo que dicen los medios de comunicación sobre ellos. Obras son amores y no buenas razones, que dice el refrán…

Al hilo de esta última frase podríamos añadir que, los partidos de derechas siempre hacen políticas de derechas, aunque las disfracen para evitar las protestas de la mayoría y captar su voto (aquí los medios de comunicación hacen un papel fundamental de blanqueamiento). Sin embargo hay partidos que se hacen llamar de izquierdas o progresistas que simplemente son “marcas blancas de la derecha”, que reivindican con mano izquierda lo que luego votan con la derecha… Por eso es muy importante estar atentos a lo que se vota en Los Parlamentos, no en lo que dice en los medios de comunicación, que no siempre se ajusta a la realidad… Aquí es fundamental el contraste de medios y fuentes.

Por lo tanto hay que aplicarse en el estudio de este “a, b, c de la política”. Estén atentos, porque nos jugamos nuestro futuro y el de los nuestros


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