Me dejas sin palabras Aristides Moreno. Bellas palabras que me reconcilian con el ser humano
Aproximadamente en 1995 hice una canción que lleva el mismo título que esta reflexión, es
el último tema de mi primer disco samba de otro mundo, algunos lo conocerán y otros no, lo que si que estoy seguro es que muchos no saben la intrahistoria que cuento en la intro de esta canción, la historia de 20 negros, que nadie saben quienes erán, que fueron detenidos por unos policías que nadie saben quienes eran, que fueron drogados con unas garrafas de agua que nadie sabe lo que contenían, que fueron enviados a unos países que nadie sabe donde están.
La historia es real y sucedió con el gobierno de Felipe Gonzalez, los drogaron, los metieron en un avión y los soltaron en medio del desierto.
25 años después me veo escribiendo esto, siempre pensé que el mundo sería mejor y que mis canciones podrían servir para ayudar a ello, ¿que iluso verdad? Pues ahora lo siento.
El racismo es algo que algunos ni siquiera quieren reconocen en sus emociones, les fue inoculado en su programa, a través de su familia, clase social, de su educación., muchos intentan encontrar justificación a lo que sienten y no es mas que miedo, creado, por cierto y como no quieren reconocer que lo son, buscan videos o argumentos que sostengan su odio inventado.
Durante mucho tiempo he lidiado con racistas y con fachas, procurando entenderlos y siempre hay algo que los igualiza, su infancia, por carencias emocionales o por excesos o carencias materiales.
Por mi casa que siempre ha estado abierta han pasado y siguen pasando, colombianos, mejicanos, peruanos, paraguayos, Argentinos, holandeses, austriacos, Alemanes, ingleses, checoslovacos, armenios, Canadienses senegaleses, Ghaneses, marroquís, Cabo Verdianos y alguna nacionalidad mas que se me quedan atrás, lo común entre todos ellos era, su humanidad.
A algunos los recogí haciendo dedo y pasarón varios días en mi casa, otros llegaron por amigos, la razón primordial es que yo quería que mis hijos compartiesen con humanos de todas partes, es como viajar sin salir de casa, oir sus historias de amor y de dolor, de alegría y tristeza, ha ayudado a que mis hijos entendieran que lo que nos hace iguales es lo que sentimos, que todos somos hijas, hermanos, madres, nietos, abuelas de alguien.
Todos aportaron a mi vida, incluso, los mas pudientes quisieron pagarme, a lo que me negué rotundamente, incluso haciéndome falta y mi respuesta es la misma siempre, devuélveselo a otro, cuando estés en tu país y veas a alguien en la misma situación que tu, aquí, acógelos, dales de comer y una cama, puedo ser yo, mis hijos, mis hermanos, mis amigos, yo soy tu.
Les aseguro que no hay dia en el que no reciba algo de alguien, es para mi el mismo servicio que no trabajo que intento ofrecer con mi música, es el sentido de mis canciones, por eso me cuesta tanto entender que alguien que me escuche, comparta videos fachas o racistas, y también lo acepto como parte de mi aprendizaje.